Desesperación

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Estaban todos listos, había llegado personas de la orden y se sentían seguros. Los alumnos de 1, 2 y 3 evacuaron el castillo, mientras que los cursos más altos estaban recitando hechizos de protección.

  A lo lejos Harry pudo ver a la familia Weasley, estaban todos menos Ginny, supuso que la habían obligado a quedarse guardada. Siguió bajando las escales junto con Hermione, estaban preocupados, sabían que sus parejas estaban con los mortifagos, eso no era lo que les preocupaba, lo que les preocupaba era el hecho de que les podía pasar cualquier cosa. 

Llegaron a la entrada del colegio y ahí lo vió. Voldemort encabezaba la fila de mortifagos, a lo lejos vió una cabellera rubia, su novio tenía una cara demasiado seria en su rostro, eso no le gustaba.       Quería acercarse y abrazarlo pero sabían que ambos corrían peligro si lo hacían.

Pansy caminaba  a paso lento detrás de sus padres, tenía su varita en mano preparada para cualquier cosa. En su mente pasaban escenarios en los que Hermione moría o perdía el conocimiento, movía la cabeza tratando de sacar esos pensamientos pero una y otra vez volvían a ella. Estaba cansada, había tenido la oportunidad de dormir pero no era suficiente, sus padres la habían obligado a luchar a pesar de su estado.

- Harry Potter, tienes que entregarte antes de las seis en punto, si no lo haces cada niño, hombre y mujer pagaran el precio. – Voldemort habló con su tono calmado de siempre – Lo mismo va para Albus Dumbledore, tienen una hora, no derribaremos sus barreras si ustedes no atacan.

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Torre de astronomía 5:10 am

      El trío de oro estaba debatiendo que hacer, Dumbledore no aparecía por ningún lado y ellos debían tomar la decisión de sacrificar a todos o solo a Harry. Este último les dijo que quería entregarse, no pensaba dejar morir a decenas de personas por él.

- ¡No Harry!, pelearemos
, no puedes entregarte – Hermione tenía la voz cortada por las lagrimas. Ron estaba sentado junto a ella en silencio, en lo que iba de esa hora no había dicho una sola palabra, parecía demasiado preocupado y triste.

- Si Hermione, no voy a dejar que muera gente en vano cuando puedo evitar eso. – Harry estaba tratando de calmarse para no contestar mal a su amiga.

- No, no por favor . – Hermione abrazó a su amigo por última vez.

- Por favor despídete de Draco, Sirius y Remus por mi parte. A Draco dile que lo amo y nunca voy a dejar de hacerlo. Hermione de verdad eres la mejor amiga que algún día pude tener, lo mismo digo para Ginny, las veo como mis hermanitas pequeñas. Ron, hermano, gracias, gracias por todo, me recibiste en tu casa sin querer algo de mi más que mi amistad y eso lo valoro mucho. Adiós chicos. – sin decir más bajo las escaleras hasta el piso de abajo, pasó por el comedor y lo observó una ultima vez.

     Ahí estaba, el niño que vivió caminando hasta su destino final, se reencontraría con sus padres al fin, podría verlos y recordarlos a la perfección. Se detuvo frente a Voldemort, este no esperó un segundo más.

- Avada Kedavra – un chorro de luz verde salió de su varita y fue directo al pecho de Potter, este cayó de espaldas al suelo inmóvil. Voldemort se tambaleó en su lugar un momento hasta que recuperó la compostura.

     Un grito desgarrador se escuchó en el aire. Draco Malfoy estaba corriendo hacia el cuerpo inerte de su novio, se arrodilló y lo tomó en brazos. Lágrimas recorrían su pálido rostro y caían sobre Harry.

- ¿Qué haces Draco? – La voz de Voldemort sonó como si hubiera recibido el peor de los engaños – No me digas que le tuviste aprecio.

- Imbécil, mataste al amor de mi vida. ¿¡POR QUE!? – Draco gritaba desconsolado – No tiene sentido todo lo que hicimos, nada tiene sentido.

   Draco se levantó del suelo y sacó su varita. Voldemort y el empezaron un duelo de muerte, lo único que se veía eran destellos de luces azules y verdes. El resto del castillo estaba en silencio observando la pelea, se veía ya quien era el que iba a vencer y eso no los dejaba más tranquilos.

    En un descuido la luz verde dió de lleno en el pecho del rubio, este cayó junto al cuerpo de su amado. Por lo menos iban a estar juntos. 

Pesadillas // PANSMIONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora