Tenedor

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Desperté, desayuné, me puse mi uniforme y me dirijí al trabajo, cómo todos los dias, para ser honesta hacer lo mismo todos los días me agoviaba, con decirte que había planeado ir a vivir a Colombia un tiempo, ya que desde los 6 años no iba, y no recordaba mucho de mi vida antes de esa edad.

Un día completamente normal, hasta las 4 de la tarde, llegué de mi hora de comer, que por cierto, casi siempre comía en un Seven, me tocó atender una mesa, de dos chicos que nunca en mi vida había visto, o eso creo, cosa que no era nueva, ya que al ser un restaurante en frente de la playa de LA éramos bastante requeridos.

-Hola bienvenidos a FishBeach, mi nombre es Diana y seré quien los atenderá esta tarde, aquí tienen los menús, volveré en un momento- dije amablemente para luego retirarme. Más tarde regresé y uno de los chicos pidió unos camarones al mojo de ajo y el otro pidió calamar encebollado, lo apunte y lo lleve a la cocina, unos 20 minutos después ya estaba listo, así que lleve los platillos a la mesa.

-Aquí tienen, ¿Se ofrece algo más?-

-Es todo gracias- asentí con la cabeza y dando provecho, para luego dirijirme a la cocina. Ahí comience a hablar con una de mis compañeras sobre lo rico que se veía la comida y un plato que se había caído accidentalmente hace 2 días.

Cuando de pronto llega otra compañera diciéndome que mi mesa me llama, por lo que salí y me dirijí con esos chicos.
-Disculpa esto está un poco frío- Dijo el chico de los camarones.
-Ya mismo traigo un nuevo platillo- volví a la cocina y solo pedí recalentado y modificación para que pareciera un platillo desde 0, espere unos 15 minutos y el platillo estaba listo, y regresé a la mesa.

-Gracias-
-Claro, ¿Algo más?-
-Si disculpa ¿No hay algo para acompañar?-
-¿Cómo nachos?-
-Si, eso está bien-
-Permítanme- fuí por los nachos y regresé. -Aquí tienen-
-Gracias-
-Buen provecho-

Regresé a la cocina y no pasaron ni 6 minutos y ya estaban pidiendo rellenó de vasos, lo hize sin ningún problema, al final es mi trabajo.

El problema es que durante toda la hora y media que estuvieron ahí no pararon de hacerme dar vueltas, y cada vez lo hacía con peor cara, aunque lo trataba de disimular, hasta que me cansé.

-Se me cayó el tenedor, ¿me lo podrías cambiar?-
-¿Enserio?-
-¿Ah?-
-Solo utiliza una  servilleta-
-¿Disculpa?- yo solo solté un suspiro mientras lo veía con un poco de odio, entonces tome una servilleta y su tenedor, lo limpie y se lo entregué, mientras que ambos chicos solo seguían mis movimientos con sus ojos.
-Listo, ¿algo más?, Solo para aclarar, no están obligados a contestar-
-Nos traes el menú de los postres ¿porfavor?- solo moví mi cabeza en señal de si, fuí por él menú y lo deje en la mesa, para luego retirar los platos vacíos.

Durante ese lapso de tiempo mi cabeza solo tenía pensamientos como: ¿En serio de van a quedar al postre?, ¿Quienes se creen?, Seguro son como los bully's de mi escuela, nunca había visto a una persona con tatuajes en la cara solo uno que otro famoso pero no me disgustaba, yo me haría uno pero se que soy muy escandalosa con los sangre y el dolor.

Broken SmileWhere stories live. Discover now