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23 de febrero, 2021

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23 de febrero, 2021


Llevo casi un mes trabajando día y noche con el Deidad de ojos esmeraldas, y a decir verdad no sabría explicar cómo ha sido toda esta aventurada experiencia.

Mentiría si digo que cada vez que estoy junto a él, vivo en carne viva una tortura china. Porque aun cuando es una persona muy irritante que sabe cómo sacarte de tus casillas; podría decir, entre comillas, que no es tan desagradable su compañía.

Tampoco es que estoy diciendo que ya somos mejores amigos y que nos tomamos de la mano para ir a comer helados, pero por lo menos ya no nos intentamos acuchillar con la mirada cada vez que nos vemos.

Podría decirse que ambos poco a poco hemos ido cediendo con nuestras irónicas personalidades para que tal vez en un futuro, no muy lejano, podamos llevarnos mejor y quizás con eso poder ser ami... ¡Agh! ¿A quién trato de engañar? Él no me soporta, ni yo a él, así que, ¿para qué mentir?

Aunque, si debo decir algo positivo respecto a todo esto, diría que ya "casi" puedo tolerar su intimidante presencia porque ajá, creo que está de más decir que ese sujeto es tan ardiente como las playas de Miami en verano y eso mi amigo, es un tanto incómodo/frustrante para mí.

- Llevas más de tres horas sin emitir ni una sola palabra, ¿eso no te inquieta? – cuestioné abrumada por tanto silencio – No es que me queje, pero al menos quisiera saber si no estás en medio de una catalepsia – agregué al no conseguir ninguna respuesta de su parte – ¿Aló? ¿Hay alguien en casa? – exclamé irritada dándole varios golpecitos en su brazo con mi dedo.

Adriel bufa dejando caer su Tablet en la mesa – Estoy llegando a ese punto donde me das dolor de cabeza.

- Dolor de cabeza es lo que tengo yo por tanto silencio – ruedo los ojos – ¿Sabes? No estaría mal que de vez en cuando digas alguna palabra. Claro, si no es mucha molestia para el chico misterio.

- ¿Sabes? No estaría mal que de vez en cuando dejes de ser tan molesta – repitió en un tono irónicamente molesto.

Créanme cuando digo que si Lucifer y Damon Salvatore hubiesen tenido un hijo, Adriel lo sería, ¿saben por qué? Porque el ser que tengo ante mí, aparte de sexy y misterioso, tiene todo el sadismo, sarcasmo, malicia y mala intención que poseen ambos Leviatán.

- Sigo sin entender como media población femenina está loca por ti – susurré volviendo a mi asiento.

- ¿Qué dices?

- Que siento lástima por todas esas chicas que sueñan con que les des un orgasmo porque no saben cuan obstinante eres en verdad – exclamé con una nota de fastidio – He llegado a pensar que eres como la casa de dulces de una bruja – él hundió sus cejas confundido por mis palabras – Hermosa y atrayente por su llamativa superficie, pero oscura y podrida por dentro.

Enigma ©Where stories live. Discover now