Epílogo (15 años después)

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- Mira hermano, ya se ve, mira, mira.

Le insiste de manera exagerada, mientras le jala de la chaqueta para que vea por la ventana del avión con él.

- Puedo verlo Gogeta - le aseguro con tono molesto. No me gusta que sea tan ensimoso a veces, pensó para sí molesto.

- Papá V, ¿Falta mucho para aterrizar? .

Le cuestiona a uno de nuestros padres adoptivos, desde hace un poco más de un año y él ya los llamaba así. Bufo algo exasperado de lo confiado que era.

Le hecho una mirada a su hermano mayor cuando dió semejante bufido. Sabiendo porque estaba tan exasperado desde el principio. Hace un año cuando conocieron a sus padres en una de la ferias de adopción. Él supo que serían sus padres. Lo supo en cuanto los vio acercarse a ellos que estaban apartados de los demás, como acostumbraban. Lo supo cuando trataron de hablar con su arisco hermano y lo supo cuando antes de despedirse papá G se agachó para atarle los zapatos.

Su hermano le dijo de inmediato que no debía emocionarse porque la gente no adoptaba a hermanos y menos cuando ya han pasado los seis años. Pero eso no lo desánimo, la semana siguiente los fueron a ver a la casa hogar donde vivían y una semana después se mudaron a su departamento. Desde el principio les hablaron de la intención de volver a Japón, cuando pudieran adoptarlos. Aún recordaba que su hermano se había negado a aprender japonés rotundamente, al principio y ahora lo hablaba perfectamente y mucho mejor que él, debía admitir. Sus padres no los habían presionado ya que de todos modos podrían lograr comunicarse en inglés si querían. Además que les habían dicho que de todos modos el japonés era difícil. Ese día su hermano lo jaló a él, para estudiar el idioma. Nadie le decía a Vegito lo que podía hacer o no.

Se subió sobre su hermano para ver porque sus papás no le contestaban y los encontró profundamente dormidos acurrucados entre si. Sonrió suavemente al ver la escena y acto seguido se dió la vuelta en su asiento para ver a los pasajeros de atrás.

- Tío Ray - lo llamo con dulzura, mientras esperaba que esté no estuviera dormido también.

El hombre abrió los ojos suavemente revelando sus pupilas negras a la que no estaba acostumbrado, ya que en general usaba sus lentillas de ojos azules. Se estiro un poco antes de contestarle.

- ¿Qué sucede enano? - le cuestionó con voz soñolienta, mientras arreglaba su larga melena y sacaba sus lentillas de su maleta de mano.

- ¿Cuánto falta para aterrizar? - le cuestionó emocionado, apuntando hacia la ventana.

Su tío, se puso la primera lentilla antes de mirar por la ventana.

- Una media hora más o menos - le aseguro con calma - sientate y abrochate el cinturón, seguro ya dirán que empezaremos a descender.

- Oh - exclamo aún más emocionado - ¿Despertamos a mis papás? - le pregunto de nuevo, antes de obedecer y sentarse.

Evaluó un momento a la pareja, mientras acomodaba el cinturón de seguridad de su esposa que aún dormía plácidamente con su hijo abrazado a ella.

- No, los dejaremos dormir - se levantó con calma mientras acomodaba cada uno de los cinturones de la pareja.

Al ver el gesto, el pequeño Gogeta, desabrocho el suyo, esperando que su tío también se lo abrochara al volver a su asiento.

Vegito volteo los ojos al ver la niñería de su hermano y aún más exasperado ya que él acababa de ponérselo.

Raditz sonrió divertido, mientras acomodaba nuevamente el cinturón de su sobrino y al pasar le guiñaba un ojo al mayor que le frunció ligeramente la nariz. Era algo arisco pero no lo engañaba, sabía muy bien que no había aceptado que los adoptarán solo por su hermanito, como había reiterado ese día.

Mereces Más          (Terminada)Where stories live. Discover now