ʜᴀʙɪᴛᴀᴄɪᴏɴ, ʟɪʙʀᴏꜱ ʏ ᴅᴇꜱᴄᴏɴᴏᴄɪᴅᴏ.

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"La mitad de su belleza, era su extraña manera de amar los libros"

Cuando era niña me gustaba escabullirme a la biblioteca cerca de mi casa, me encantaba hundirme entre las historias y soñar con ser la protagonista, me quedaba hasta muy tarde escuchando la voz delicada de la bibliotecaria y sus consejos, la música tranquila y el olor de páginas desgastadas.

Era mi lugar seguro, hasta que las páginas desgastadas pasaron a ser cenizas hundidas en sangre y fantasmas.

Me mude y olvide todo comenzando una nueva vida y al igual que ahora, el miedo a un cambio se apoderaba de mí, como la luna, siempre estará ahí, pero nunca la verás y solo aparecerá para recordarte que la noche existe al igual que tus miedos.

Ahora mis manos apretaban un libro y este se empapaba de sudor al escuchar al piloto mencionar que íbamos a llegar.

Había dejado mi linda Alemania para estudiar la universidad en Londres, no es que no quisiera estudiar en mi país pero mi mejor amigo Max me había convencido de "conocer lugares por mi y no porque los leí" así que aquí estoy, apunto de estudiar criminología.

No le deseo la muerte a nadie pero espero que cuando termine mi carrera tenga trabajo jeje.

Desde muy pequeña me gusto leer, mi primer libro me lo dio Max, me lo había dado una noche que no paraba de llorar, él había llegado cuidadosamente y alerta a que nadie nos viera y me lo había entregado, de alguna forma abrace al libro y eso me hizo sentir mejor, después de eso cada noche que nadie vigilaba él se quedaba dormido mientras yo hablaba sin parar de ello.

Libros. Esas cosas de papel que te dejan sin estabilidad emocional o pero aún, te hacen ver cuan sola estás porque sabes que no te pasará lo que está en el libro (créeme me encontré una noche llorando porque sabía que no tendría un Rey Magnus en mi vida) el punto es, que esa noche me di cuenta que la realidad a veces apesta.

Empecé queriendo tener una historia de fantasía, pero no sabía que el amor y la seguridad también era una fantasía real solo en libros. Una de las cosas malas de leer es que te lees un mundo casi perfecto, pero al cerrarlo, la realidad te toma y de arrastra con ella

Las personas  a veces vivimos luchando para crear nuestro libro perfecto llamado vida pero a veces no importa el esfuerzo, vivimos en un libro que jamas seremos

El movimiento brusco de mi cabeza cayendo al asiento de alado me hizo despertar, tuve que tallarme los ojos y quitarme la baba de la boca para darme cuenta que el avión ya había aterrizado y yo era la última en salir, tome mi mochila y me incorpore para salir. El aire frío de Londres me recibió junto con un cielo nublado, todo apto para una escena triste.

Sonreí tratando de convencerme que las cosas irían bien a pesar de estar aterrada.

Mi móvil sonó y yo pegue un brinquito, al tercer tono conteste, de lo contrario sonaria y sonaria y despues me estresaria, la paz nunca fue una opcion.

—¿Si?

—Señorita le llamamos de la iglesia, le tenemos una pregunta ¿Si a va a perder su virginidad? ¿No quiere ser monja?

—¡Máx!

La risa de mi amigo se escuchaba a través de la bocina del móvil.

—Lo siento, lo siento, lo tenia que hacer JAJA.

—No me dio risa, ¿Te besuqueaste a un payaso?

El libro que jamás seremos [✓]Where stories live. Discover now