Capítulo 1

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Narrador: Jessie.
Tiempo de narración: Pasado.

Desde el fin de semana pasado que no comprendía literalmente cómo sucedió todo de la nada.

La primera noticia extraña que supe era de que con mi madre nos mudaríamos a otra ciudad de un momento a otro. Ella debía cuidar a mi abuela, ya que esta no se encontraba bien de salud.

Recuerdo haber hecho una clase de berrinche en cuanto lo supe, no podía creer que en mi último año tuviera que adaptarme a un nuevo cambio, no lo encontraba justo, sin embargo, no tuve opción.

La mudanza fue un verdadero caos. Para empezar, el camión casi se perdió. La capital era gigante, no podía acostumbrarme a que una provincia allá equivalía a casi mi ciudad actual entera.

Las personas eran extrañas, todo era muy movido y rápido, gran parte de los rostros estaban serios o estresados.

Cuando llegamos a la nueva casa solo atiné a suspirar con resignación.

Era una casa pequeña de un piso, pero extrañamente acojedora. Un garage se situaba a la derecha de la puerta principal. Al entrar a la casa como tal se veía inmediatamente el living, un sofá grande junto a una mesilla de adorno en el centro era lo único que decoraba todo el espacio, claro que sin mencionar las cajas que estaban de la mudanza. Al frente de este living estaba directamente lo que sería el comedor, ¿cómo sabía? Bueno, suponía que sería así ya que directamente había una conexión con la cocina que esta sí ya estaba lista.

El pasillo que conectaba prácticamente las tres cosas también dirigía hacia un baño y dos puertas más correspondientes a las habitaciones.

Y eso era todo.

- ¿Qué te parece? - preguntó Pam, mi madre dejando una última caja pequeña en el suelo.

- Está bonito, nunca será lo mismo que nuestra otra casa, pero no está mal - contesté observando todo.

Ella solo sonrió respondiendo que ya nos adaptaríamos.

La ayudé a ordenar lo más posible las cajas, llevé las mías a lo que sería mi habitación, lo mismo en su caso. Ubicamos todo lo correspondiente al baño y lo demás lo guardamos en otro cuarto más que sí correspondía al garage.

El viaje nos había cansado, así que luego de comer una pequeña cosa que por suerte habíamos comprado en el camino ambas nos fuimos a dormir.

Al día siguiente me sentía extraña, al principio no comprendí dónde estaba, tras unos segundos recordé todo.

Quedaban dos días para que oficialmente empezara el nuevo año escolar y la verdad, nunca había estado tan asustada.

No sé realmente si la vida me quería hacer una burla, pero mientras más miedo tenía las horas pasaban más veloces llegando al punto donde ya era lunes y me encontraba aterrada caminando hacia el nuevo colegio.

Afirmaba con fuerza los tirantes de mi mochila y mi pelo flotaba debido a la brisa veraniega que ya dentro de unas semana finalizaría.

Marzo se sentía por todas partes.

Mi ciudad era caótica, pero esta era aún peor.

Donde quiera que viera habían niños y jóvenes caminando veloces a sus escuelas, los transportes públicos estaban llenos de estudiantes.

Podías cerrar los ojos, agudizar tus oídos y me atrevería a decir que el ruido lo podías escuchar a millas de distancia.

Tenía la suerte de irme caminando ya que me quedaba cerca, no sé si hubiese sido capaz de subirme a un bus con tanta gente.

Al llegar respiré profundo y lo primero que tuve que hacer fue preguntarle a cualquier persona dónde estaba el salón que me correspondía.

Tras muchas consultas llegué a una sala ubicada en el segundo piso de la institución.

Al entrar, habían tres alumnos. Una chica estaba ubicada en la mitad de los asientos tranquila en su celular, otro chico estaba en el primer puesto leyendo un libro y el último se ubicaba en el último puesto con el gorro del uniforme puesto en su cabeza mirando la pantalla de su celular según noté por sus acciones jugando.

Ninguno notó como tal mi presencia, solo lo clásico donde escuchan un ruido, observan y luego vuelven a lo suyo.

Tomé lugar en la esquina derecha del salón apoyándome en la pared intentando relajarme, poco a poco los demás alumnos fueron llegando y uno que otro reparó obviamente en la nueva cara que había llegado.

Inconscientemente comencé a mirar a ese chico del último asiento y no sabía por qué.

Quizás, sólo era curiosidad.

Pero sus ojos apenas lo vi me causaron intriga.

Intriga por lo profundo que eran.

N. A.

Primer capítulo como introducción :D.

Bienvenidos oficialmente, como habrán notado la historia está enfocada en el ámbito realista con personajes del juego.

Es un gran reto sinceramente ya que no me puedo salir de la realidad y adaptar personajes de un videojuego vaya que es complicado.

Sin embargo, aquí está:).

Las actualizaciones de este libro serán cada dos días (puede ir variando).

Los días aproximados pueden ser: lunes y jueves.

Paciencia que las historias se van desarrollando con perseverancia n.n

Cuídense y nos vemos el jueves :).

Atte: T. I. Brawl.

Leon y Jessie: El chico del último asientoWhere stories live. Discover now