Lector, permiteme clavar mis garras manchadas de sangre virgen en tus sesos, permiteme confesarte este crimen en la capilla de tu inocente memoria.
Todo comenzo el 25 de Diciembre del 2014, en una de mis habituales parrandas, en mi tierra,Coronel. Esta noche era como varias otras que recorri en este maldito mes, imagina la situación, un bar de mala fama, con poca gente dentro, y un joven triste y alcoholizado acompañado por un par de botellas de cerveza, rodeado de varios tipos con la misma imagen, este chico se llama Franco, su ridícula cara nos indica que ronda entre 16 y 17 años, pero detrás de esa cara, hay 18 años desgraciados, sucios por una historia de mierda de la que no vale la pena hablar.
Pues bien, al parecer la suerte de Franco no va a cambiar esta noche, esta ebrio, pero no lo suficiente como para alucinar la siguiente escena, ante el aparece una chica de tez blanca, alta, con una chaqueta negra, largas piernas, y un cigarro en la boca, en un acto de valentia, este perro famelico de ojos rojos, la invita a una cerveza.
Hago un paréntesis, he estallado en llanto, si tan solo fuera un cobarde, nunca hubiera asesinado a Amanda, joya de solo 20 años, seguiria solo, pero no tendria la conciencia sucia, creo que no podre seguir confesandote hoy, además, se me va la batería del celular, que asco de vida, quizás te salve de este mundo de mierda...
