Será que la amistad puede esconder el amor por mucho tiempo? .
Esta historia ambientada en la actualidad (y sin Covid) de Luisita y Amelia nos va a mostrar cuanto puede aguantar el amor de amiga, o no?
Volvíamos a nuestra realidad pero esta vez convencidas de nuestros sentimientos y no quería dar paso a las dudas, ahora no, no quería que se dañara todo lo lindo que habíamos pasado.
Llegamos a Madrid como a eso de las 10 de la mañana yo me fui a mi piso a cambiarme porque tenía reunión con Montse a las 13:00 quedamos para almorzar y ultimar los detalles de la presentación de los niños, Luisita iría al King's por la tarde a organizar el almacén y como hoy no se abría quedamos en que la recogía para cenar juntas.
Todo puede ser felicidad cuando el mundo es de dos y nadie entra pero regresar a este mundo donde hay mucho más, me inquieta, cuando llego a mi piso encuentro la correspondencia y empiezo a revisar, al abrir la puerta observó un papel doblado que me llama la atención y al leerlo se me nubló la vida:
Arrepientete de lo que haces o tú y tu amiguita sabrán de nosotros.
No es juego bollera de mierda.
No sé cuánto pasé con la mirada fija en el papel, quería que fuera una mentira, quien podía atravesé a tanto y Luisita como reaccionaria ante esto, porque tenía que pasar esto?
Desde que asumí mi orientación sexual no me importó el bulling, los señalamientos, la descriminación ni la falta de conciencia de la gente, siempre pensé que cada quien debía asumir sus sentimientos y seguir adelante con ellos, solo tengo que confesar que sentí miedo de lo que pensara mi familia, ver la decepción en los ojos de mis padres me taladra el alma aún hoy, recordarlo me arruga el corazón y me hace cuestionar si era mejor seguir por otro camino y no este pero me consuelo pensando que hoy soy feliz a pesar de todo eso y mi felicidad no puede estar condicionada por lo que digan o piensen otros pero como le digo a Luisita que este camino que apenas empieza ya tiene espinas? Como la protejo de todo eso?, como me protejo yo? No es fácil, sé que no es fácil y debo aceptar lo más rápido posible para poder enfrentarlo pero como lo hago? Mi mente explota y mi corazón se desboca queriendo encontrar respuestas por ahora tengo ser fuerte porque no hay tiempo para dejarse llevar del miedo o eso quiero creer.
Doble el papel nuevamente y lo metí en la repisa de libros de mi sala, a lo mejor si tenía cuidado no iba a pasar nada, eso era solo tener cuidado.
Llegó la hora del encuentro con Montse y no podía dejar de pensar en esa hoja de papel, no quería alarmar a nadie por algo que podía ser insignificante pero no dejaba de intimidarme.
Nos reunimos en un restaurante que nos gustaba mucho,
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llegamos le conté el fin de semana increíble que habíamos pasado y ella me contó de sus niñas, de lo tremenda que estaban y la felicidad no le entraba en el cuerpo cuando me narraba sus travesuras, siempre la he admirado por la familia que tiene, todas se llaman Montse y eso me fascinaba, escucharla hablar me sacó de mis preocupaciones y pronto estábamos terminando de cuadrar la presentación, solo faltaban tres días y los nervios no me dejaban, quería que los niños se lucieran, había tanto talento que estaba orgullosa, ya casi terminábamos nuestra reunión y Montse me dice:
