Capítulo Dos

177K 23.1K 51.9K
                                    


Capítulo dos.

Maximiliano.


14 de enero, 2016.

—No, eso es totalmente falso. Doug McQueen y su esposa no se encuentran a la espera de un segundo bebé —repito de nuevo al teléfono.

— ¿Está seguro? Porque hemos escuchado de muy buena fuente...

Me pregunta, le respondo e insiste, un ciclo sin fin. Sostengo un teléfono contra la oreja y con la otra mano respondo un correo, me gustaría terminar con la llamada que no nos está llevando a ningún lado porque el paparazzi insiste en que Hilary se encuentra embarazada, pero teniendo en cuenta que Doug se encuentra ofendido de que siquiera se lo preguntara es algo totalmente descartado que este hombre al teléfono parece no entender.

—Entiendo que dice que tiene una buena fuente, pero confíe en mi fuente: no hay embarazo a la vista —digo con poca paciencia mientras tecleo con rapidez una respuesta para la invitación del evento de agentes y managers que se lleva realiza cada pocos meses.

—No trate de mentirme, señor Greene.

— ¡Por amor de Dios! —digo renunciando a la paciencia, Jeff y Halle que jugaban con Barbies y un muñeco feo de trapo, voltean a verme sobresaltados—. Publique lo que quiera, pero luego no nos llore cuando se le demande por difamación y pierda credibilidad entre sus seguidores, publique eso y perderá cualquier oportunidad de dialogar conmigo la confirmación o negación de cualquier noticia ¿Qué piensa a hacer? ¿Seguir con esta noticia absurda o desistir?

En los segundos de silencio que le sigue, Jeff y Halle están viniendo hacia mí, sentándose sobre mis pies y abrazando cada uno una pierna con grandes y adorables sonrisas pidiéndome que juegue con ellos mientras sus padres discuten junto a Ethan y Doug la melodía de una canción. Antes Dan también estaría sobre mí, pero el mayor de los niños se mantiene sentado en un pufs y entretenido leyendo un libro infantil con más letras que imágenes.

—No publicaré la noticia, la descartaré —concluye el chismoso al teléfono y asiento presionando enviar en el correo y abriendo otro mensaje.

—Muy bien, te enviaré pases de cortesía para el próximo encuentro de la banda con fanáticos, tendrás la oportunidad de hablar con ellos por cinco minutos.

— ¿Qué tal diez?

—Entiendo, cuatro minutos y medios entonces —Él maldice y yo sonrío—. Fue un placer hablar contigo, ten buena tarde.

— ¡Papi Max! —Se queja Halle saltando sobre mi pie en una clara indirecta.

— ¡Papi Max! —Secunda Jeff copiándola y entrecierro los ojos hacia él que me sonríe— ¡Papi Max!

— ¡Caballito! —insiste Halle.

Cualquiera creería al escucharlos que en efecto soy su padre o algo así, nunca fui solo Max, parece que nacieron con el chip insertado en sus pequeñas cabezas en donde le aseguraron que mi nombre era papi Max. El teléfono con el que leía un nuevo correo suena y respondo abriendo en el otro el correo para continuar con las respuestas y alzando las piernas, sacudiéndolas, para que ambos bebés griten emocionados y riendo.

— ¿Max? ¿Cómo va la producción del CD? —Es lo primero que me dicen al contestar.

¡Joder! No debí responder, cuando Robbie – no apodo, nombre real –, sobrino del dueño de la disquera llama, significa que terminaré estresado. No es que Robbie sea un idiota, es que él es acelerado y quiere todo inmediato, hace que se sienta cómo un peso en los hombros y una voz en la consciencia diciendo una y otra vez "date prisa". Desde hace dos años y medios él se encarga de los contratos y llevar al día las producciones de la banda, no porque su tío sea viejo o se haya jubilado o aun peor: porque haya muerto, sino porque es bueno en lo que hace y tiene visión, solo necesita desacelerar un poco y no volverme más loco.

Una Novia Para Max (BG.5 libro #5.5)Where stories live. Discover now