-¡Tenemos una misión que cumplir!- grito con entusiasmo una peli(C/C).
-¿Y qué? De todos modos me obligas a participar en tus planes locos.-gruño un peli rojo con fastidio.
-Si, pero esta vez es para salvar a una persona, o más bien "animar".
-¿Y...
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Después de que el festival deportivo terminase, los "tres grandes" se dirigían a la heladería y de ahí a comer algo para celebrar la victoria de la chica, pero en el camino Mirio se despegó de ellos para hablar con un ciego pelirrojo, por lo que los dos chicos restantes ya estaban en la heladería esperando tanto a su amigo como a sus helados anteriormente pedidos.
-Amajiki, ¿no abrirás tu regalo? - le pregunto al chico quien solo veía entretenido la bolsa adornada.
-Q-quiero llegar a c-casa y a-abrirlo. - una sonrisa levemente torcida se asomo en su rostro.
-Esta bien, por hoy no te molestaré, pero ¡mira! - la joven le enseño una foto - Me dio Takoyaki y estaban ordenados como una flor. Tu admiradora es muy amable.
-E-es l-linda. - sin pensarlo mucho, soltó ese comentario alabando al acomodado de la comida de su amiga, pero esta entendió otra cosa.
-¡Dijiste que es linda tu admiradora! - gritó, a lo cual algunas personas que estaban en la heladería los miraron.
-N-Nejire n-no. - el peli negro se refugió en su asiento.
-Te tengo una pregunta Amajiki. - le pico el cachete de su amigo, quien miro a su amiga esperando la pregunta.
-¿S-si?
-¿Estás enamorado de tu admiradora? - la pregunta fue tan repentina que no pasó bien su saliva, empezó a toser - No te ahogues, fue una simple pregunta.
-N-no es e-eso, e-es... - cuando por fin se recupero, tartamudeo en su oración.
-¿Entonces que es lo que sientes por tu admiradora? - volvió a preguntar. Pero esta vez Tamaki no se ahogo con su saliva.
-Y-yo n-no l-lo s-sé. - empezó a pensar.
Si la otra vez se cuestionaba sobre el propósito de enviarle cartas a él, ahora se planteaba de nueva cuenta que era lo que sentía por esa chica desconocida.
Aún no sabía ni que sentía, pero cada vez que pensaba en las palabras que le escribía su admiradora, hacía que una sonrisa se formará en su rostro, ¿acaso eran sus postres azucarados quienes hacían que su corazón se acelerarse por el simple hecho de pensar en ellos? ¿O el que sus palabras llenas de amor y dulzura eran las causantes de que tuviera un feliz y agradable día?
