Capítulo XXXIV

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EL PASADO

¿Podría alguien estar mas confundido de lo normal? ¿Podría alguien perder la cabeza con solo nombrar un nombre?

¿Por qué lo dijo? ¿Conoce quien es? ¿Qué trama?

¿Puede un solo nombre mandar imágenes a tu mente que no concias?

Es como si hubiera una enorme puerta y la llave para abrirla fue ese nombre, detrás de la gran puerta hay varias imágenes que no conoces, sin embargo, están personas que siempre viste.

- ¿De qué hablas? – pregunto, mis pensamientos empiezan a ser un desorden.

- Te llevare – se acerca a mí y yo retrocedo - ¿Quieres saber la verdad? La sabrás Ravenna.

- ¿Ravenna? ¿La conoces?

- Si – pausa por un momento – Eres tú.

Si me querían volver loca, lo lograron. Si me querían confundir, lo lograron.

- Acompáñame al lugar donde tu vida en verdad dio un giro de trescientos sesenta grados – me extiende la mano.

- ¿A cambio de qué? ¿En que te favorece a ti el que yo sepa la "verdad"? ¿Qué ganas tu con que yo sepa mi pasado? – sus labios se curvan en una sonrisa.

- Porque formo parte de el – baja su mano y se acerca a mi – Se que viniste por las respuestas Ravenna, se que no puedes recordar lo que paso en tu niñez y sé que estas aquí también por Sansa.

- ¿Cuál es el trato?

- Te daré tus respuestas, dejare ir a Sansa y a cambió de esas cosas, quiero tu permanencia a mi lado. Por siempre, recordando tu pasado recordaras lo que fuimos.

- ¿Qué me dice que en verdad dejaras ir a Sansa? Y ¿Qué las respuestas son verdaderas? – doy un paso al frente.

- Nosotros, tu y yo, llevaremos a Sansa. Y yo solo te ayudare a recordar, las respuestas llegaran a ti con los recuerdos.

No confío, pero si esta es la única opción que tengo para sacar a Sansa lo antes posible lo hare. Dije que la sacaría cueste lo que cueste, necesita largarse de aquí y volver a reconstruirse. 

- ¿Traicionaras a Cartier y a Camile?

Se encoje de hombros – Todo mundo duerme, pensaran que escapo si nos vamos ahorita.

- Hay una guerra afuera, ustedes están matando a los Morgenstern. Acabaran con todos los que estén del lado de el-

- Los Morgenstern saben protegerse, ellos, los Dagger y los Callen. No te preocupes por ellos. ¿Trato? – extiende su mano.

Miro hacia la puerta repasando lo que hare, cierro los ojos respirando hondo. Abro los ojos conectándolos con los de Stefan.

- Trato hecho – junto la mano con la de él.

Salgo del cuarto dirigiéndome al de Sansa, entro de golpe y la escena que tengo en frente hace que entierre mis uñas en mi palma. Un hombre esta encima de ella, avanzo rápido cuando veo su arma en el suelo, la agarro y se la pego a su cien, el hombre deja de hacer forcejear a Sansa y me mira de reojo. Se levanta y yo no dejo de apuntarle a la cabeza, Sansa tiembla y lagrimas bajan por su cara, le extiendo la mano y la toma. Quito el seguro del arma, mi dedo se posiciona en el gatillo y...

El hombre cae antes de que pueda apretar el gatillo, sangre de cráneo sale y su cuerpo queda sin vida en el suelo, miro a la persona que apretó el gatillo. Sansa me agarra el brazo más fuerte y durante cinco minutos la trato de convencer de que Stefan esta de nuestro lado y que volveremos a casa...o que ella regresara a su casa.

Doylestown ✔️(EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now