Epílogo

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Los personajes de Naruto no me pertenecen, sin embargo, la historia sí.

No se permiten copias ni adaptaciones o cualquier cosa similar.

⚠️Advertencias:

-Contenido +18

-Escenas subidas de tono

-Contenido Yaoi (boyxboy)

Epílogo

Itachi sonrió al ver a su pequeña hija Natsuki robarle el último dulce de fresa y chocolate a su hermano mayor Yasuhiro. La pequeña princesita de largos cabellos negros parecía victoriosa mientras escondía el dulce en el bolso de Naruto, que estaba totalmente despreocupado escuchando a Shikamaru sobre la próxima reunión de Kages. La pequeña hija de Sasuke y Sakura, Sarada, miró a su prima de manera acusadora y volvió su vista hacia él esperando por que algún tipo de corrección o regaño saliera de su boca. Itachi negó con la cabeza tratando de controlar la risa que aquello le producía y Sarada blanqueó los ojos rindiéndose ante lo consentidor que era su tío y puso toda su atención en Shikamaru.

Yasuhiro frunció el ceño cuando no encontró el dulce y miró a su hermana enfadado, sabía de antemano que solo ella podía ser la culpable de que su dulce favorito desapareciera.

-Mamá – el pequeño niño de ocho años llamó a Naruto y el rubio sufrió por la palabra. Todos en la sala aguantaron la risa, los niños siempre le habían llamado de aquella manera y nadie podía hacerles cambiar de opinión a pesar de que Naruto lo intentara con todas sus fuerzas. – Natsuki ha vuelto a robarme el dulce.

-Esta en mi bolso, cariño- Naruto le sonrió al niño con gran amor en su expresión, sus ojos azules brillaron con alegría y ternura e Itachi no pudo apartar la vista de aquella imagen tan pura. Su corazón se apretó por la felicidad que lo embargaba, los últimos años habían sido bueno con ellos y la vida les premió con la paz y la armonía que tanto necesitaban para sanar todas sus heridas.

-Sabes que Natsuki nunca te quitaría algo que te gusta tanto ¿no? - La voz de Naruto salió suave y reconfortante. -Ella te ama mucho para molestarte así.

-Pero papá siempre le deja hacer lo que quiere- Yasuhiro se quejó viendo a su padre con un puchero en sus labios. -Por eso es por lo que siempre lo hace.

Naruto levantó su vista hasta Itachi y le sonrió divertido ante lo común de la situación. Desde que nacieron, Natsuki había sido la más extrovertida y aventurera de ambos, la pequeña niña era voluntariosa y siempre quería estar en todo y con todos aprendiendo y divirtiéndose hasta el cansancio a diferencia de su hermano Yasuhiro, que era más calmado, pensativo y no estaba dispuesto a tomar riesgos sin saber las consecuencias antes; además, el pequeño niño era el niñito de mamá, siempre con ansias de mimos y cariño. Muchos en la aldea estaban de acuerdo con que Natsuki era una mini Naruto y Yasuhiro era una versión más tierna de Itachi.

-Papá va a comprarte más dulces- Naruto levantó al niño del piso y lo sentó en su escritorio para retirar algunos cabellos que caían en el rostro del niño con una suave caricia; Shikamaru recogió algunos papeles que eran demasiado importantes para estar a la vista de unos niños y esperó por el desarrollo de la situación, divertido como siempre y lleno de esperanza ante lo que el destino estaba poniendo frente a ellos. -Por cada dulce que tu hermana esconda, papá va a comprarte el doble.

El niño sonrió ilusionado y feliz, sus vivaces ojos azul medianoche miraron con esperanza a Itachi y él le devolvió la sonrisa mientras se acercaba hasta ellos y levantaba a la pequeña Natsuki del suelo.

- ¡Mamá! ¡Eso no es justo! - La niña se agarró a su papá y miró a Sarada con un puchero en sus labios. -Diles que no es justo.

-Ese es el camino ninja que has escogido- dijo tranquilamente la hija de Sasuke, sus ojos negros denotaban inteligencia y astucia, aunque la diversión estaba presente en ellos. -Debes aceptar las consecuencias de tus actos.

Mi azul favorito (ItaNaru)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant