Capítulo| 0.4

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Capítulo 0.4

 Corría rápido por la oscuridad, con mi vista agudizada no era obstáculo para mi.

Sin embargo, el alfa me seguía de cerca. Podía sentir su poder cantando a mis venas, mi loba ronroneando en mi interior con placer.

No quería verlo, apenas podía con el lío que estaba en mi interior. Así que hice lo que mejor sabía, para lo que me habían entrenado, evadir.

Corrí dando vueltas por varios sitios haciendo que mi aroma se mezclase para confundirlo y que no pudiese encontrarme. Terminé en aquel lago donde me había transformado conociendo a mi loba por primera vez, ahora cuando me mire en las oscuras aguas alumbradas por una tenue luna creciente, vi un rostro diferente. El mío propio, cargado de incertidumbre, miedo, distorsionado por el suave oleaje que moría en la costa.

No sabría decir cuánto tiempo estuve allí sentada, pensando en las posibilidades. En la incógnita que representaba para mí haber sido emparejada dos veces en menos de cuatro años. ¿Acaso alguna vez pasó algo así?. 

No estaba conciente, al final de cuentas fui criada sabiendo lo mínimo de nuestra raza.

—Sabia que te encontraria aqui.

Una voz masculina cortó el silencio, me encontraba tan metida en mis propios pensamientos que no fui capaz de percibir las pisadas que se acercaban. No fue hasta que sentí el aroma de Nick que relaje los músculos tensos, descartando la posibilidad de que cierto Alfa de belleza extrema me hubiese encontrado.

—No lo pongo en duda, nadie me conoce más que tú.

Susurre por lo bajo, observando por el rabillo del ojo que tomaba lugar a mi lado.

No lo mire, temerosa de que viera el miedo y la incertidumbre en mi rostro, mis ojos. Observe el trozo de luna en su lugar, una media luna perfecta que daba la ilusión de casi tocar el agua en el horizonte.

—La casa de la manada es un maldito lío.

Bien, así que no nos andaremos con rodeos.

Con furia arranque un pedazo de hierba y lo lance al agua prestando atención en cómo la corriente lo balanceaba río adentro.

—Yo no pedí esto.

Nick suspiro, perforando con sus retinas de chocolate cálido, el lateral de mi rostro.

—Lo sé y te entiendo. Sin embargo, sabiendo lo que viviste no puedo hacer más que aconsejarte. No como Beta de la manada, si no como un amigo. -- tomó mi barbilla en sus manos con suavidad haciendo que lo mirase. -- Habla con él, no te digo que aceptes el vínculo, tampoco que lo rechaces. Simplemente dale la oportunidad de conocerte. Sé que el pasado te marcó, sé que aún duele y late como una herida jamás curada. Pero él no tiene la culpa de eso, no le hagas sufrir el dolor que tu viviste. No te hagas esto a ti misma.

Las retinas se me llenaron de lágrimas. Las contuve.

—Nick…

Susurre por lo bajo, al momento en que soltaba mi rostro, colocaba un dulce beso en mi mejilla parándose del suelo.

—No necesitas decir nada.— Me sonrió con aquella sonrisa tan cálida que lo caracterizaba. -- No vendrá a buscarte, esperará hasta que estés lista. Simplemente tómate el tiempo que quieras mientras lidiamos con los integrantes de Luna Azul en la casa.

Se fue, dejándome nuevamente con el sonido del oleaje rompiendo en la costa y los animales nocturnos.

No podía quitarme sus palabras de la cabeza. El hecho de que aquel hombre no pasara por encima de mi voluntad siguiendo el instinto salvaje que sentía en mi propia piel.

¿Rechazada? |EN DREAME.|Where stories live. Discover now