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Me dirigía hacia la casa de Gulf, totalmente dispuesto a jugar video juegos con el, la verdad tenía mucho tiempo sin hacer tal cosa, y ya lo comenzaba a extrañar, no somos pareja ni nada por el estilo, pero es normal querer pasar tiempo con la persona que me gusta.

Al tocar a su puerta, el me abrió como de costumbre y me invitó a pasar.

- hola, ¿cómo has estado hoy? ¿Algo nuevo que contarme?

Le pregunté mientras me dirigía a su habitación, me sabia el camino de memoria. Ya estando allí, me senté en su cama, con los brazos a cada lado de mi cuerpo.

- hola, y no, nada nuevo que contar.

Me sonrió mientras se sentaba justo a mi lado. Yo estaba totalmente relajado, lo contrario a él. El tenía las piernas cerradas y las manos en las rodillas, como si estuviera conteniendo algo.

-¿estás bien? ¿Te pasa algo?

Coloque mis manos en sus rodillas junto a las suyas, alce mi rostro para ver sus ojos, estos llenos de deseo y vergüenza.

- estoy bien...

Trató de responder lo más normal posible, pero obviamente en ningún momento se escuchó de esa manera.

- Gulf, sabes que puedes hablar de lo que sea conmigo

Sonrei de la manera más sincera posible, tratando de demostrarle mis emociones.

- solo que es... difícil estar en la cama, al lado de la persona que me gusta mucho. Me he estado conteniendo mucho, ¿sabes? Es difícil...

Bajó su rostro mostrándose muy avergonzado. Bajé mis ojos para tratar de verlo mejor, y ciertamente parecía un tomate, se ve muy tierno así. Se escuchó una risa en el cuarto proveniente de mi boca, el lazo su rostro un poco furioso y se encontró con mis ojos, su mirada se suavizó. viéndolo fijamente le dije

- entonces no te contengas...

El color de sus ojos pasó a ser mucho más oscuro, sus ojos de color negro parecían casi azules por la profundidad de su mirada, no había luz alguna, no mostraba otro sentimiento que no fuera deseo, pero de pronto, su mirada se suavizó un poco más y pude ver en estos un poco de amor... una mirada totalmente pura y sincera.

- si aceptas, te juro que no me detendré... lo prometo

- acepto. Acabas de hacer una promesa, ni se te ocurra romperla...

- nunca...

Mi mano que estaba en sus rodillas se deslizaron por todo su pecho hasta llegar a sus labios, las yemas de mis dedos rodearon sus apetecibles labios hasta sellar el tacto en mi memoria. El solo cerraba los ojos y dejaba que el placer lo abrazara.

Dirigí mis manos lentamente hacia su cuello, con un movimiento imprevisto lo acerque hacia mi de manera brusca, el soltó un pequeño gemido agudo, el cual solo me éxito más de lo que estaba. Me sentía en otro lugar, como si estuviera drogado.. como si estuviera en otra galaxia. Sus labios pedían a gritos que los besara, y así lo hice. De mi boca salió un leve sonido placentero cuando lo besé, el volvió a cerrar los ojos, pero esta vez con mucha más fuerza.

No sentía mas nada que su toque, el sabor de sus labios y lo suave que eran estos. Mordía, chupaba y lamia sus labios, como si fueran el postre más rico en el jodido mundo.

Estábamos sentados en la cama, decidí que esa posición no era para nada preferible, así que bruscamente lo alcé y lo senté en mis piernas. Esa fue la mejor sensación del mundo, fue perfecta... sentirlo encima mío...

Una Historia "Parecida" || MewGulf Donde viven las historias. Descúbrelo ahora