No Te Cases ¡Por Favor!

4. El Plan

Hoy Minji se encontraría con Yoohyeon, tenían que terminar de organizar unos asuntos acerca del viaje y los horarios para que todo saliera bien el día de la boda. Se suponía que una vez que se encuentren en la Isla Jeju las damas se encargarían de que todo saliera perfectamente bien y que las novias disfrutaran todo el proceso que conllevaría a su gran día. Esto significaba que Minji tendría que esforzarse un poco.

No podía dejar de pensar en lo que Bora le había dicho, “¿Continuarás siendo una cobarde o te animarás a ser valiente?”.

—Cómo si fuera tan fácil—murmuró para sí misma.

Quedaron en verse en una de las pastelerías de Minji, una oportunidad que Yoohyeon no desaprovecharía para comer pastelillos gratis.

—Esto está delicioso—dijo mientras masticaba alegremente un pedazo del pastel de chocolate que había pedido—realmente delicioso—saboreó cada detalle.

—Lo sé—Minji tenía una sonrisa de orgullo, si de algo estaba segura es que sus recetas eran muy buenas—pero come bien o te atragantarás—bromeó, mientras observaba como Yoohyeon se devoraba el pastel.

—Mañana me voy con Handong para prepararnos y recibir a los invitados—estaba nerviosa pero feliz—sin tu apoyo no sé que hubiera hecho—tomó la mano de Minji dándole un fuerte apretón.

—¿De qué hablas? Apenas e hice algo, más bien gracias a Handong y su gran control sobre la organización—Minji miró a los ojos a su mejor amiga, tratando de encontrar fuerzas para lo que iba a decir—¿estás segura?.

Yoohyeon no entendió la pregunta, así que movió las cejas mostrando su confusión.

—Me refiero a que si de verdad quieres casarte...—Minji continuaba sujetando con fuerza la mano de su amiga—¿no es muy pronto?.

—No veo porqué esperar, ella es hermosa y tiene un montón de cualidades que la hacen la mujer ideal, pero más importante, ella me ama.

—Entiendo, pero sabes lo impulsiva que puedes ser a veces—Minji sabía que en esto tenía razón—eres joven y seis meses es poco tiempo para realmente conocer a alguien y decidir casarte.

—Si de eso de trata, entonces debería casarme contigo, te conozco desde que eramos niñas—Yoohyeon se rió de su propia broma.

A Minji esto le dolió más de lo que se suponía que debía. Soltó la mano de Yoohyeon y pensó en las posibilidades que tenía, decirle ahora lo que sentía sólo arruinaría la situación, arruinaría su amistad, arruinaría la sonrisa que Yoohyeon tenía en ese preciso momento.

—Tranquila Minji, sé que te preocupas por mí, pero te aseguro que estaré bien. Y estaré mucho mejor porque tú estarás ahí para acompañarme.

Y sí Minji tenía razón, tal vez Yoohyeon estaba tomando una decisión impulsiva de la que posiblemente luego se arrepentiría, no era la primera vez que le rompían el corazón a su amiga.

La primera vez que Yoohyeon se enamoró ella tenía 10 años, había un chico nuevo en la escuela que no tenía amigos, a Yoohyeon le encantaba ayudar así que eso hizo, estuvo de arriba a abajo con él, logrando que se adecuará perfectamente en la escuela.

A Minji con apenas 12 años, esto le molestó un poco porque sentía que su amiga ya no pasaba el tiempo necesario con ella, así que pelearon y no se hablaron por dos semanas.

Luego Minji escuchó como aquel niño había hecho quedar en vergüenza a Yoohyeon al contarle a toda la escuela que ella paraba detrás suyo y era muy pegajosa.

—Tienes suerte que alguien tan genial como Yoohyeon quiera pasar tiempo contigo—le gritó y luego lo empujó.

En seguida fue a buscar a Yoohyeon e hicieron las paces, su amiga estaba triste pero Minji le explicó que ese niño sólo era un tonto.