El nuevo chico

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Mi mente no se alejaba de el pensamiento de aquel chico que no alejaba su vista de la mía. Sus groseras palabras que alejaban mis dudas de que podía ser uno de los "inocentes". Para agregar, es el novio de mi mejor amiga.

El sonido del despertador me interrumpió. Tomé mis tostadas con tocino y cepille mis dientes. Cuando observé la hora, salí de mi casa rumbo a la escuela. Al llegar, me encontré con Emma hablando con Jeison, el loco amigo Jeison, —que estarían diciéndose?—. Me pregunté y me acerqué  a ellos alargando mis brazos detrás de sus espaldas y empujándolos cerca  haciéndolos pegar a mí mientras me entraba en su conversación.

—De qué hablan chicos?—. Pregunté mirándolos levantando una ceja.

—No es asunto tuyo—. Dijo Jeison con un tono poco amigable pero enojado a la vez. Parecía que no conocía suficiente como para saber qué mis preguntas merecen respuestas, no excusas.

—Acaso ibas a invitarla a salir?—. Dije entre risas. Al parecer no era el caso, ya que Emma parecía bastante sorprendida con mi comentario. —Eso querías?—. Ella habló y se soltó de mi agarre.

Sentí la urgencia de sacar a mi amigo de este problema cuando su mirada se chocó con la mía y sus ojos pasaban de un marrón brillante a uno más oscuro, cerca del negro. —No me refería a eso. Lo dije de broma—. Expliqué a Emma.

—¿Nos vamos?—. Preguntó Jeison a su "cita" y se levantó, listo para despedirse.

Antes de que se alejaran, habló.

—Debes mantener tu boca cerrada—. Comentó con su mirada de furia en mí y empezó a tocar su suave pelo negro para ocultar que estaba nervioso, mala suerte que nos conocemos desde hace años y sus movimientos los conozco como la palma de mi mano.

—Si no tienes una cerradura, lamento que ese no será el caso—. Respondí.

Debido a que no respondió con otro de sus comentarios, preferí tomarlo más serio y intenté mantener chistes de otro lado.

—Es solo que te eh visto con varias chicas en tu vida, pensé que Emma sería la siguiente—. Señale a la chica que observaba a la entrada de la escuela.

—¿Esa es Emma?—.

—Eres increíble a veces, Jeison—. Volví a mi postura seria y decepcionada por su tonta respuesta, salude a Emma y continúe mi camino hasta mi clase.

La maestra tomó asiento en su escritorio y antes de sacar sus materiales, nos informó que tenía noticias para nosotros.

—Hoy, tenemos un nuevo estudiante—. Informó con una sonrisa que ampliaban su labial rojo.

Entonces, aquella noticia acabó con mi vida. Escuche los pasos que entraban a el salón y mis ojos recorrieron todo su cuerpo. Desde aquellos jeans negros a su camiseta roja acompañada de una chaqueta negra y zapatos cerrados. Su postura sujetando su mochila y por último, su rostro. Aquel rostro que había visto días antes en casa de Ana. Rostro que recibió una golpiza de mi parte y un libro. Su sonrisa se ampliaba mientras la clase seguía en silencio. Las respiraciones cambiaban, las chicas detrás mío respiraban a todo lo que podían , a mi derecha susurraban entre ellas sobre el modelo que tenían al frente y a mi izquierda sentía otras respiraciones que necesitarían más oxígeno pronto. Todas reclamaban aquel cuerpo sin necesidad de decirlo. Todas lo miraban pero sus ojos estaban clavados en mí acompañados por una gran sonrisa.

—¿Por qué yo?—.

—Bien Kevin, puedes tomar asiento—. Aclaró la maestra de Química y sin pensarlo dos veces, se sentó a mí lado.

El novio de mi mejor amiga Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt