𝐈𝐧𝐭𝐫𝐨𝐝𝐮𝐜𝐜𝐢𝐨𝐧

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– ¿No tienes miedo?

– ¿De qué?

A casarte, casarte y que con el tiempo  pierdas interés en tu esposa o te deje de gustar, hmm... ¿has tenido novia?

Si respondió Jeno cortando una flor del césped.

– ¿Y ahora te sigue gustando alguna de ellas?

No, su forma de ser es horrible o ellas, con el tiempo se les quito los lindas - Jaemin río.

Justo así, ellas te dejaron de gustar en un punto. El matrimonio es hasta la muerte Jeno, yo no quiero sufrir lo que mi mamá sufrió. Además imagínate que tengas hijos, qué será de ellos mientras tú te divorcias. Que será de tu esposa, claro al menos que estén de acuerdo susurro esto último pero aún así, si tienen hijos sería muy feo para ellos. Lo digo por experiencia propia.

Sabes, a mi me gusta una sola persona ahora.

–¿De verdad? ¿quién es ella? Puedo saber, ¿si? ¿si? Anda Jeno~. Este río mientras Jaemin se encimaba en él.

Esa persona es él. - Jaemin regreso a su posición inicial mientras abría los ojos con asombro.

Woah~ no creí que te fueran los chicos.

Yo tampoco. Él, es especial. Al principio solo me gustaban las chicas, pero cuando lo conocí me enamoré perdidamente de él, al principio me negaba pero con el tiempo ese enamoramiento se hacía más grande, así que pensé que era bisexual. Después experimente con otros chicos, ninguno se me hacía ni un poco lindo y con tres de ellos me bese. Fue muy incómodo hizo una mueca a lo que Jaemin río.

>> Así que descarte mi teoría de que era gay, estaba muy confundido con internet y esas cosas así que al final me di cuenta que sólo él me gustaba Jaemin soltó un chillido de emoción.

– ¿Y quién es? Jeno conozco tus gustos y se que ese chico es muy lindo.

-Claro que lo es, es lo más hermoso qué hay. ¿De verdad quieres saber quién es?

Jeno se fue acercando lentamente hasta estar a unos centímetros del rostro de Jaemin mientras éste se ponía rojo.

Esa persona, eres tú Jaemin - Agarro el mentón del nombrado y unió sus labios a lo que Jaemin respondió gustoso.

💫

Jaemin estaba en la esquina de su habitación viendo a su esposo. Esta era la tercera semana en que Jeno llegaba pasada la una de la mañana y la cuarta vez que llegaba borracho pero esta vez se había sobrepasado. Con lágrimas en los ojos y el enojo hasta el tope, fue al armario del primer piso y sacó dos maletas, en una metió toda su ropa (o la que pudo) y en la otra la de sus dos hijos.

Estaba harto de eso, estaba harto de de preparar la cena y esperar a su esposo para que cuando llegara éste subiera sin siquiera mirarlo y quedarse dormido.

Con cuidado cerro la maleta de sus hijos y los despertó.

– ¿Papi?

– Shh... vamos a dormir con la abuela hoy.

– ¿Ah? ¿por qué?

Sólo tú [ɴᴏᴍɪɴ]जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें