...

56 10 2
                                    


-asi que... ¿qué sabes hacer?

Ya con sus botas puestas y sus mangas recogidas, el niño estaba listo para comenzar sus labores.

-hare todo lo que me digan.

-grandioso, no sabes hacer nada entonces.

Tomando las palas anchas, el mayor lo adentro en el establecimiento, inmediatamente el aroma de las heces de los caballos perforaron sus sentidos. El castaño se movía con fluidez entre los corrales, traía y llevaba cosas, era todo un maestro ante los ojos ajenos sin percatarse de aquello.

-recoge el estiércol, llena estas cubetas, subelas al carro y tiralas en el montículo de por allá. Cuando termines aquí, ve con los cerdos y haz lo mismo, luego ve al molino y prepara la ración y aliméntalos, luego pasa a los caballos al otro potrero, menos los del príncipe, ese no lo toques por ahora, luego..

-pero.

-sin peros, muévete.

Un simple cachetazo en la nuca y empezó su trabajo del día bajo los ojos atentos del castaño mayor. Las herramientas le superaban el tamaño, era demasiado pesada, pero con esfuerzo lograba dominarlas, sus manos tenían callos de girar palancas por lo que no sentía casi nada en las palmas. Iba y venía infinidades de veces con palas no muy cargadas de desechos, rellenando cubeta por cubeta, era asqueroso, ya se había salpicado sus pantalones, pero al querer levantar el primer balde, se le resbaló. El alfa a sus espaldas soltó un gruñido que le estremeció las entrañas.

"Primera cosa y ya la haces mal jimin" se reprendia a si mismo en pensamientos

Namjoon se le acercó a paso firme y decidido, con claro fastidio exudado

- a ver... primero, tus botas están mal puestas, mete bien la ropa dentro, evitas piquetes de insectos, alambres y lo más importante, evita el estiércol- el mayor se pozo en cuchillas acomodando sus prendas a medida que hablaba, luego le arrebató la pala y caminó hacia un montículo de popó resolviendo el mismo -segundo, me estas mareando con tus vueltas, es molesto, carga bien la pala, al ras, ahorras tiempo, acerca el balde- en un dos por tres mientras le regañaba, el alfa ya había llenado las seis cubetas, a demás de la que se había derramado, y cargaba de a dos para subirlas al carro- tercero, ven aquí y ayúdame a tirar de esto, la próxima lo harás solo.

Ambos empujaban el móvil, el omega estaba haciendo una fuerza sobrehumana, el sudor bañaba su frente bajo el infernal sol del verano que se anunciaba. Caer no era una opción, como le habían especificado, debía llevar el ritmo.

Al llegar a ese tal montículo del que no quiso preguntar, el castaño bajó la carga y vaciaba la mitad para luego pasarlos a Jimin y que este conlcuyera el trabajo.

Así continuaron por los demás corrales, el de los cerdos era aún peor que el de los caballos, Namjoon hacia casi todo, por lo menos lo más duro, aún así no significaba que se lo dejaba fácil.

Notaba como el sol había bajado, estaba atardeciendo y los colores en el cielo se lo indicaban, eran más sudor que persona, sus pieles ardían por las quemaduras y sus músculos pinchaban. Pero lo había conseguido, pasar el primer día, aunque con mucha ayuda que agradecía. Sus tareas estaban prácticamente completas, o las más difíciles por lo menos, ahora solo debía regresar a hacer los últimos mandados

-nada mal por ahora omega- exclamó el castaño agotado tirando del carro ya vacío -¿de donde te trajeron?.

Se sintió algo nervioso, era la primera vez que le preguntaban algo de si mismo que no fuese su utilidad o su capacidad de hacer cosas.

-v-vengo de la ciudad, el señor Jones me trajo.

-ya veo, lo siento, mis padres también fueron unos desgraciados, cuando faltó el pan no dudaron en sacarme a la calle con la bebé para que nos comieran los lobos, así termine aquí.

Clase Humana •omegaverse• KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora