5| Situación Confusa

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Hoy por ser fin de semana el local solo iba a estar abierto medio día, suficiente razón por la que en este momento me encontraba en un debate mental.

Tenía aproximadamente trece días desde que había llegado y me estaba quedando en aquel asqueroso motel.

Faltaba exactamente un día para que se cumpliera la semana que me había dado el banco para comunicarme con ellos o si no se iba a trasmitir una demanda en mi contra.

Para este momento no sabía si lo mejor sería llamar o no.

Tampoco tenía muchas opciones.

No quería seguir viviendo en ese motel, pero tampoco tenía a donde más ir.

La paga en este lugar, era buena. Pero no lo suficiente buena como para alquilar algo mejor y ahorrar para pagar la cuota mensual.

En esta etapa de mi vida tenía muchos sentimientos encontrados, sentía que estaba en el peor momento de mi vida, y que no iba a poder salir o por lo menos no tan fácil.

En una sema había podido llegar a ver cosas, que jamás me fuera podido imaginar. Si en algún momento pensé que tenía mi mente estaba totalmente abierta termine confirmando que ahora es que me falta.

Con un poco de duda me acerque hacia Kathia, ya que al no venir Francis a trabajar, ella pasaba a ser la encargada del lugar.

—Kat- la llame aun dudosa. —Crees que pueda hacer una llamada. –dije señalando el teléfono fijo del lugar.

Esta miro del teléfono a mí para luego hacer un pequeño mohín con sus labios.

—No lo sé.-Hizo una mueca. —Es mejor que hables con el jefe.

Asentí con entendimientos.

Sabía que eso era lo correcto, pero aquel hombre demasiado taciturno para mí gusto.

Además que pocas veces se dejaba ver, nunca salía de su oficina y cuando lo hacía era para dar unas cuantas instrucciones y volver a su cueva.

Un poco desganada emprendí mi caminata hasta la oficina del jefe y solo una intención en mente.

No fue necesario dar más de un toque a la puerta, cuando escuche su voz dándome el pase.

Abrí poco a poco la puerta hasta que quedo un espacio suficiente como para yo poder entrar en la habitación. Con un poco de admiración mire toda la oficina, la verdad es que no era muy amplia, ni impresionante pero tenía todo lo necesario para ser una oficina.

—Buenos días señor. –Dije en cuando lo ubique parado en una esquina. —Necesito hacer una llamada y quería saber si la podía hacer del teléfono fijo del local, con su permiso claro.

Este me miró fijamente por uno cuantos segundos una vez termine de hablar.

Cristofer Yennard no era un mal Jefe, de hecho lo se podría decir que era el mejor que había tenido hasta el momento. A pesar de que no aparentaba más de veintisiete años era un hombre muy apuesto e inteligente, según Francis.

—Está bien...pero antes quisiera hacerte una pregunta.-Me dijo. —Me dijeron que eres nueva aquí ¿Es verdad?- Asentí de acuerdo. — Imagino necesitas dinero, normalmente le pago a alguien más para que haga la limpieza del lugar pero esta persona ahorita no se encuentra disponible ¿Qué te parecería hacerla tú? Te pagaría claro. -Concluyo mientras esperaba mi respuesta

Realmente quise decir que lo considere, aún que sea lo pensé, pero no fue así.

—Si. -Respondí apenas él había terminado de hablar.

Kroulf ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora