Capítulo V (parte II):

394 33 4
                                    

Después de media hora para saber cómo ayudar al Eslavo con lo que podían, le llega una llamada a la Venezolana y se aleja a atender.


-Chamo ¿Que pasa? Estoy ocupa- ¡¿Que?! Como que la gor- ¡Da igual, voy en unos dias! No prometo nada si se pasa de delicada el señorito.

La castaña se mostraba hecha una furia cortando la llamada, casi arrojando su celular al piso pero no, que esta caro un celular y ademas era un regalo de China. Soltando un grito molesta, no le agradaba la idea de tener al estaunidense en la casa y mas por todos los temas que hay por detras.

-Wow creo que alguien va a desatar un hurancan si no te calman.

Expreso la cubana con una ceja alzada siendo la primera de romper el silencio que se genero por culpa del grito de su media hermana.

-¿El tener al mamahuevo de la gorda capitalista en casa es motivo suficiente?

-Oh... Eso si que es malo

-¿Que tal si explotamos su cuarto? ... ¿Que? Tampoco es una mala idea.

Habia soltado esa propuesta el sirio y todos, inclusive Rusia que habia estado en trance lo miraron. Concordarian con la idea si no fuera que...

-No quiero que Argentina me quiera matar en todas las formas sabidas y por haber.

𝙲𝚑𝚒𝚗𝚊-Pero... Eres mayor que el

-Si pero es su casa, ademas mas responsable que Mex, Cuba y yo juntas.

𝚂𝚒𝚛𝚒𝚊-Eso si que es decepcionante.

-No manteca.

Seguian discutiendo por el tema de que los norteamericanos estarian en la casa de los Sudamericanos hasta que un hombre rubio, fornido y con cicatrices por su rostro, entraba en la sala, tenia una protesis en su pierna izquierda. Todos se quedaron callados por unos segundos por la llegada de aquel hombre hasta que la Cubana se levanta y se acerca abrazandole del cuello al mayor.

-Hola amor ¿Recien te levantas? ¿Te tomaste tus pastillas?

Decia la de piel acaramelada dandole un beso al mayor que simplemente sonreia cansado, tenia hojeras por debajo de sus ojos. Los demas miraban con detenimiento el asunto, tanto la asiatica como el ruso miraron para otro lado con cierto arrepentimiento hasta que Rusia se decide levantar, era casi la copia del mayor que habia entrado, alto, rubio y de razgos algo robustos, lo que los diferenciaban eran sus ojos. Ya que en vez de dorados eran un azul gelido y oscuro.

-Papa ¿Estas seguro de estar bien? ¿Te estas acostumbrando bien a la nueva protesis?

Decia el ruso preocupado y el contrario solo le dio una sonrisa algo suave.

-Si Rus, se que estas preocupado por mi pero tienes que cuidarte un poco mas de ti mismo. No le des tanta importancia a este viejo estropedo.

-Pero Señor URSS-

La china se levanto de la mesa exasperada pero el sovietico la miro de un forma seria pero relajada.

-China basta. Ya no soy un pais actual, si vivo es porque pude sobrevivir, no tengo ningun poder sobre el mundo terrenal y quiero tener una vida pacifica, lejos del estres y ansiedad. Porfavor... Estoy cansado de dañar a terceros y mas si son personas que aprecio.

-Padre...

-Rusia, agradezco que quisieras cuidarme aunque eso haga que la mayoria de tus hermanos no te quieran, pero me gustaria que no te separes de la fami-

-No no, estabas enfermo y no te diagnosticaron, intentaste de ser un buen padre aunque todo saliera mal, si tengo que culpar a alguien tendrian que ser a esos aquerosos politicos que te hundiron al fondo.

El mayor de ambos rusos abrio los ojos un poco mas por las palabras de su primogenito, suspirando y dandole mimos en el cabello, mientras que la cubana sonrie.

-Aunque no justifique tus acciones, aquellas cosas afectaron. Apoyo a tu hijo con eso, porque tambien es mi bebe.

La cubana se separaba de su marido para darle besito en el rostro a su hijastro y este se quejaba, intentando de escapar de su madrastra, haciendo verse que fuera un niño chiquito escapando de los besos de las tia. Genera que Venezuela empieze a reirse a carcajadas, tanto de la actitud melosa de su media hermana como la del ruso, otros intentaban de aguantarla como Norcorea o China, Urss simplemente miraba con ternura ese momento, mientras se tomaba una pastilla medicada por OMS para su salud mental, y de ahi se escucha el sonido del tiembre, al ver que la mayoria estaban ocupados por el drama que armaba Rusia por lo melosa que podria ser Cuba. El sovietico va hacia la puerta con toda la calma del mundo y la abre, viendo a dos personas un chico y una chica. El primero era alto y rubio que tira a ser amarillento a diferencia que de los rusos que era mas ceniza, tenia un cubreboca y ojos del mismo azul marino que Rusia y la otra era de cabellos cenizas con los ojos azules, algo mas bajita que el contrario, la mirada del chico era fria hacia el mayor y la morocha era entre frialdad y empatia.

-Ucrania, Estonia ¿Que hacen por estos lados?

-Contigo no quiero hablar viejo, vengo a ver al idiota de que hago llamar hermano.

Decia el ucraniano entrado dandole un empujon suave con el hombro para poder pasar, el sovietico suspiro con calma, nunca se pudo llevar bien con el ucraniano, es mas ya perdio esperanzas de poder reestablecer un vinculo padre-hijo, afectaron mucho las decisiones de sus politicos en la relacion. La estoniana, en cambio, miro con un poco de pena a su padre por la accion de su hermano mayor.


-Hola padre, un gusto verte de nuevo, supongo.

-Lo mismo digo Estonia ¿Quieres hablar tambien con Rusia?

-Asi es, pero viendo que Ucrania esta asi... No quiero meterlo en otro ataque de estres emocional y culpa, pero aceptaria una charla contigo con una taza de te.

- ¿Jenjibre con galletas vanilla? Cuba preparo muchas para su reunion de hoy. Ademas me gustaria ponerme al dia de tu vida.

-Me encantaria.

El ruso mayor se mueve a un lado para dejar pasar a una de sus hijas mas jovenes, sonriendo con algo de nerviosimo, si podria solucionar aunque sea de manera personal sus relaciones aunque sea con uno de sus hijos, seria un peso menos de encima de sus cadenas del pasado y un peso menos a su hijo, que sufria las cosas por ser casi su misma imagen fisicamente hablando.

Latins||CountryHumansWhere stories live. Discover now