3. Sweetly

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El bajito de cabello castaño fue hasta la cocina del apartamento como si de su casa se tratase y sacó una botella de leche del frigorífico, pues las galletas le habían secado la garganta. Vertió el contenido en dos vasos y se dirigió de vuelta a la estancia en donde Hyunjin le esperaba. Jisung dejó uno de los vasos en la mesa de centro, mientras que el otro se lo entregó al más alto y comenzó a reajustar su grabadora. Sus amigos lo molestaban por usar una grabadora tan vieja en lugar de utilizar alguna herramienta de su celular, pero él con suerte sabía usar su teléfono.

—Gracias por la leche —bebió un poco más de la mitad del líquido.

—No hay de qué —siguió ajustando la cinta, al parece se había trabado.

—Aún no puedo creer que Min no me haya dejado galletas de limón —volvió a quejarse y Jisung rodó los ojos.

—Ya supéralo, si sus amigos siempre seremos prioridad —sonrió con suficiencia y altanería en su voz.

—Lo sé y nunca pelearía por estar por sobre ustedes, pero yo quería galletas —hizo un tierno puchero que para el bajito le hizo fruncir el ceño perturbado.

—Ten —le puso el plato en el regazo del más alto —eres realmente un llorón exasperante, no sé cómo Seungmin te soporta.

—¿Quieres saber cómo me soporta? —usó un tono de voz bastante pícaro y Jisung arqueó su ceja disgustado.

—No seas un marrano. No me interesa su vida íntima en lo más mínimo —ganas propinarle un golpe en la parte posterior de su cabezota no le faltaban.

—¿Por qué? ¿Acaso tienes envidia? —se burló.

—¿Yo? ¡Pfff! Jamás. Estoy excelente como estoy.

—No se nota, quizás si no fueras un gruñón tendrías a una chica o un chico a tu lado.

—No tengo tiempo para eso, mi trabajo es más importante que cualquier otra cosa —informó seguro de sí mismo.

—Pero a veces es lindo que alguien esté contigo —Jisung no iba a negar que era cierto, pero tenía un trabajo muy absorbente y con honestidad, le importaba más su carrera que tener pareja.

—Bueno, ¿estamos hablando de ti o de mí?

—No es para que me retes Jiji —trató de actuar tierno solo para molestar al amigo de su novio, pues sabía lo mucho que detestaba que la gente que claramente no era tierna actuara de esa manera.

—No me llames así ¿o acaso te gusta los apodos ridículos como Jinnie? —juraba que si seguía molestándole iba a meterle la grabadora por la garganta.

—Si es Seungmin quien me lo dice mientras estamos en la cama, por supuesto —dijo con naturalidad.

Jisung contó hasta diez unas siete veces seguidas. Estaba a punto de asesinar al maldito poste frente a él, si no fuera porque por su mente pasó la imagen de su mejor amigo tan feliz y lleno de vida desde que estaba con ese edificio que no hacía otra cosa que molestarlo, lo habría logrado y en estos momentos estaría buscando un lugar donde esconder su cadaver.

—¡Ay ya cállate! Será mejor que sigas hablando de lo que nos compete y no de tu vida íntima con mi amigo. Es incómodo.

—Está bien.

____

Un mes había pasado desde que Hyunjin perdió su vista por completo y todo había sido una montaña rusa de emociones para cada integrante de la familia Hwang, incluyendo al enfermero. Seungmin había visto llorar a los señores Hwang en su habitación o en la sala a escondidas cuando Hyunjin se comportaba a la defensiva y de una forma muy irrespetuosa con sus padres y ellos, por su parte, creían que no habían sido vistos por el joven enfermero.

Fallin' Light - HyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora