Capítulo 3

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CEREMONIA

—Ian...—

El ya mencionado comienza a sudar como loco.

—Hefesto... ¡Ho-hola!—dice rápidamente lo que Hefesto nota.

—Sabes claramente que debes dejar que nuestra madre se encargue de esto...—Ian suspira más tranquilo, se levanta pero Hefesto lo detiene —Tambien debes dejar ese cuchillo.—

—Bien...—saca del bolsillo de su pantalón un cuchillo plateado con el mango verde—No le dirás nada de esto a nuestra madre ¿verdad?—se lo entrega a Hefesto.

—Probablemente... ¿Ares y Enio están involucrados en esto?—su mirada habla por el, ambos comienzan a caminar —Sabes que a ella misma le gusta acabar con las amantes de
Zeus. —

—Lo se hermano, lo se...De cualquier forma Ares ya se encargo de esa ninfa apestosa.—Ian lo confiesa mientras Hefesto se lleva su mano a la parte posterior de su cabeza.

—¿Y Enio?— el menor se encoge de hombros para luego responder.

—Supongo que ella ayudo a Ares...—Hefesto suspira y lo mira serio.

Tenias que ser hijo de Zeus y Hera...

—Claramente si.— dice con tal orgullo y arrogancia que provoca a Hefesto.

—Ya que aclaramos eso ve preparándote la ceremonia se realizará en dos horas.—suspira para después caminar en total silencio.

(...)

—Y eso fue lo que paso...—dice Ian totalmente apenado.

—No se si sentirme orgullosa o
dolida.—dice Hera mientras posa una de sus manos en el hombro derecho de su hijo—Pero gracias a esto, estoy segura de que no serás como el idiota tu padre.—

—¡Hera!—grito Zeus entre molesto y dolido.

—¿Qué? Es la verdad Zeus y la verdad duele.—ambos ríen, cosa que no agrada a Zeus.

Hera; una mujer alta y delgada con largas piernas, su cabello es de un tono rubio con algunos mechones negros el cual trae suelto pero peinado hacia atrás sujetado con una diadema con pequeños diamantes incrustados, sus ojos son de una iris color miel, lleva puesto un vestido color blanco con una abertura en su pierna derecha que llega hasta su muslo, mismo vestido deja al descubierto sus hombros y tiene un escote en forma de corazón, además de mangas largas con una tela transparente.

—Iré a prepararme para la ceremonia... Deberían hacer lo mismo.—se fue Hera sonríe con arrogancia.

—Recuerdame patear su trasero al rato.—le guiña el ojo a su hijo divertida.

—A la orden.—reíeron un poco más antes de que las luces se apagaran. Los reflectores y aplausos cubrieron a la Diosa Atenea.

«Genial la favorita de mi padre» piensa Ian sin sentimiento.

—Muy buenas noches a todos los presentes de los distintos reinos. Se que a muchos les gustaría empezar ya con la fiesta y diversión... !Te hablo a ti Dionisio! —el público río ante el comentario de Atenea.

Hija De Hades Y PerséfoneWhere stories live. Discover now