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No saber que hacer la desconcertó

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No saber que hacer la desconcertó. Evan frenó de golpe saliendo del camino riendo mientras la miraba. Aquella mirada descarada y coqueta que le dirigió, le aseguraba que allí iba a ver mucha acción. Cuando Evan aparco el auto bajo un árbol rodeado de plantas y sin nada más al alcance de su vista. El terror y la adrenalina bombeo en su corazón. Evan salió del auto y abrió la puerta del pasajero donde Riza estaba. - Nadie será asesinado. Experimentar cosas nuevas recuerdas.- Evan tiro de Riza quien tenía una expresión de asombro y miedo. - Alquilen puede vernos.- Riza titubeo mientras hablaba por miedo a que alguien le viera desnuda, peor aún si la policía los descubriera o algún pervertido los filmara. - No pienses en este momento.- Evan llevo las manos a los bordes de la camiseta de Riza, y la arrastro fuera de su cabeza. Pudo sentir el calor del cuerpo masculino filtrarse por su cuerpo convirtiéndose en su propio calor cuando Evan quito su camisa y la tirro aún lado. - Experimentar cosas nuevas Riza es el camino a la felicidad, confía en mi.- Término de desnudarse allí con la puerta del auto abierta con Riza desconcertada. Tirro de la liga del cabello negro de Riza dejándolo volar con el viento. - Todo es una locura.- A su pesar no entraba en Razón quería todo aquello. Su cuerpo comenzaba a prepararse sin poder evitarlo la influencia de Evan sobre su cuerpo era algo que no comprendía, no entendía como solo él le hacía sentir todo aquel temblor y ansias con solo mirarla, tocarla, estaba fuera de su comprensión.

- Puedes negarlo pero tú cuerpo no, estas excitada.- Todo aquello era cierto necesitaba más tomar todo lo que Evan pudiera dar. Las manos le bordearon la cintura hasta llegar a su sostén y dejar sus pechos en libertad. Quienes saltaron pesados con picos tensados por el viento. Evan clavo sus ojos en los senos grandes y maduros llevo sus manos allí, mientras le miraba a sus ojos oscuros, observo el movimiento en los labios entreabiertos. Tomo aquello como acertado, estaba disfrutando de las sensaciones tanto como él. Su corazón se aceleró al sentir su piel en la de ella, haciéndola sentir segura en sus brazos. Algo dentro de él se movió como si en todo este tiempo hubiera habido una barrera allí. Beso su cuello haciendo sonido, sabía que quedarían marcar en su cuello hizo un camino hasta su pecho saco la lengua bordeando el pecho femenino mientras sus oídos se llenaban con el gemido de Riza. Sonrió sobre su pecho al pensar que ella no quería estar allí hacia unos momentos atrás, succiono su pezón.

La pequeña sonrisa de Evan le hizo desesperarse. Deseo ser tomada como la noche anterior, para ello debía aligerar las cosas llevo las manos al bulto en los pantalones masajeándolo. La succión sobre su pezón se volvió más fuerte. - Evan.- Trato de alcanzar el botón de la cremallera. - !umm! - La respuesta de Evan colgando de su pecho le hizo vibrar, entendió que el también estaba perdido en las sensaciones. Desabrocho su pantalón y coló su mano allí tomando en sus manos su miembro. Evan se recompuso subíos a sus labios mordiéndolos mientras bordeo con su mano la de Riza sobre su dureza. Suspiro cuando bordeo masajeando la cabeza acampanada y le dejo libre. Llevo su manos al pantalón de ella tirando de el en un movimiento rápido se separó de ella para salir incluso del suyo propio y volver acercarse a su cuerpo. Bordeo el cuerpo hasta clavarle su miembro en las nalgas respingonas de ella. - Las manos ponlas sobre el capo del auto y abre un poco las piernas. - En un rápido movimiento acato sus órdenes extasiada ansiaba sentirlo dentro cada movimiento. Algunos recuerdos de filtraron en su mente de los huecos arriba de su nalgas mientras me penetraba la noche anterior. Cerro los ojos gustosa cuando Evan le tocaba se sentía como el cielo Perl siempre el cumplía sus promesas llevándole a ver las estrellas. Sus pensamientos se disiparon cuando toco su entre pierna y se deslizo a su centro. - Te gusta esto riza.-

- Si- Gimió cuando movió su dedo sobre su centro volviéndole loca. - ¡Por favor! Evan no me tortures, me voy a correr. - Sintió como mordía el lóbulo de su oreja mientras sus manos estaba ancladas en sus caderas manteniéndola retenida allí. Evan empujo de forma involuntaria hasta llegar a su entrada. Su erección encontró su lugar entre sus piernas y no pudo evitar voltear su rostro a ver el de Evan quien pego su pecho a su espalda solo entonces volteo su cuello encontrándose con los labios de Evan y no pudo resistir llevas las manos a su cabello, mientras se movía dentro de ella. - ¡No pares!- Su piernas temblaron con anticipación. Se alejó saliendo de Riza en un movimiento con su pecho bajando y subiendo como si estuviera en un partido, ¡oh! El mejor partido de su vida, y no encestaría aquella pelota aún quería más. - Extendería una brecha de tiempo antes de correrse quería disfrutar un poco más. Túmbate sobre el capo- Riza lo hizo rechinado sus órdenes se colocó en su piernas en un movimiento brusco le penetro, llevo las largas piernas de Riza sobre sus hombros. El cuerpo de Riza temblaba a su alrededor, sus cuerpos estaban sudorosos bajo en sol. Los dos gimieron corriéndose al culminar en aquel lugar perdido, su lugar perdido que comenzaban a descubrir el uno al otro. 

 

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 Besos RotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora