Rubius es un Omega híbrido de Oso, más a parte es el Cura del pueblo y uno de los héroes de KARMALAND, pero no convive del todo con sus compañeros de pelea a menos que sea para las misiones. Él siempre fue muy devoto a sus Dioses, es por eso que su...
-Narradora: Esa misma tarde, ambos salieron de la Iglesia...bueno...el más bajito en brazos de su Alfa, ya que los acontecimientos de la noche anterior y la mañana de ese día no le permitían caminar o por lo menos moverse con naturalidad gracias al dolor en su cadera...
Al salir, todos los pueblerinos se les quedaban viendo de forma extraña, pues jamás habían visto a algunos de los héroes junto con el Cura del pueblo. Pero lo que más les sorprendió fue ver cómo el de orejas de oso estaba sonrojado y aferrado fuertemente al líder de lo héroes, mientras éste estaba con una sonrisa de oreja a oreja, pues al fin encontró a su Destinado, por lo que no le importaba las miradas de confución sobre la nueva pareja del pueblo.
Todo el camino estuvo de maravilla, ambos disfrutaban de la compañía del otro en silencio, hasta que llegaron a aquella majestuosa isla flotante tanto anhelaba conocer el de ojos verde pasto-
R: Ve-Vegetta... No me digas que esta es...
V: ¿Mi casa? Si, si lo es
-Dijo el de ojos violeta con una sonrisa orgullosa en sus labios.
El de rubio tintado solo lo veía curioso, con ganas de saber el por qué lo había llevado ahí-
V: Si lo preguntas, te traje aquí porque creo que sería mejor mientras te recuperas jeje... Espero no te moleste
R: ¡No, no, no, no! Espero que a ti no te moleste el que yo invada tu casa
-Las mejillas del más bajo estaban de un lindo rojo que lo hacían ver más tierno, mientras que el más grande lo veía de una forma que era indescriptible, pero a simples palabras, el oji-morado miraba a su Omega con amor, acto que hizo que besara la frente de su amado haciendo poner más rojo al de menor estatura-
V: Para mi jamás va a ser un problema tenerte conmigo, Chiki
-Aquellas palabras solo lograron sonrojar más al de orejas de oso, haciendo que el Alfa ría a carcajadas ocasionando que resolviera quejas por parte del menor.
Al final ninguno de los dos dijo nada más, a lo que ambos decidieron volver a caminar para entrar al enorme paraíso que ocultaban las murallas... Si tuviera que decir algo... Sería que los dioses tendrían envidia de dónde viven en comparación con el "humilde hogar" de Samuel.
Al entrar a la enorme mansión, el más alto se dirigió a su cuarto, dónde al entrar dejó suavemente en su cama a su tierno Omega-
R: ¿Está bien si me quedo aquí?
-El de cabellos puntiagudos sonrío para acaricia la mejilla de su amado con una mano, mientras éste cerraba los ojos para sentir mejor el dulce tacto de su Destinado-
V: Claro que si, así que mejor no te preocupes, ¿Está bien? Tu solo ponte cómodo, yo en un momento te traigo agua y pastillas para bajar el dolor en tu cadera
-Con esas últimas palabras, el Alfa salió de la habitación, dejando a su Omega en el cuarto y viendo hacia la dirección donde su amado se fue...sintiéndose solo...vacío...a lo que soltó un pequeño chillido involuntario y haciendo que soltará un poco de feromonas, pero de inmediato se percató y se calmó, haciendo que se cubra su boca de inmediato y volviera a ocultar su olor a chocolate, por suerte no fue mucho lo que liberó-
R: ¿Pero que cojones fue eso?
-Y es que realmente se le hacía muy extraño...jamás le había pasado algo similar...pero no negará que realmente tiene ganas de chillar para llamar la atención de su Alfa y venga a dale mimos, y como si los Dioses lo hubieran oido, el azabache entró al cuarto con un vaso de agua y unas pastillas-
V: Lamento la tardanza, no encontraba la caja de pastillas jeje
R: No te preocupes, no pasa nada
-Dijo para luego tomar las pastillas que su Alfa le ofrecía y se las pasará con ayuda del agua-
V: En un rato te sentirás mejor, así que no intentes moverte mucho hasta que la pastilla haga efecto, ¿De acuerdo?
-El Omega solo asintió con la cabeza para recostarse en la gran cama morada de su Alfa, quien de inmediato éste se acostó al lado de su lindo Omega para acurrucarlo en su pecho, algo que aceptó gustoso el de menor estatura-
V: Tengo una duda que me ha carcomido la cabeza desde la mañana
-El menos solo hizo un ruido en señal de que escuchaba al de ojos color violeta-
V: ¿Los Dioses no se enojaran y nos castigarán por qué lo hicimos en la Iglesia...y más a ti ya que eres el Cura de KARMALAND?
-El menor se separó un poco del de cabellos puntiagudos para verlo a los ojos y sonreír-
R: Hace muchos años, los Dioses y la Luna Madre se juntaron para hacer algunas leyes para los Destinados. Una de ellas dice así: "La Lujuria no será pecado si es entre Destinados. En cambio, si alguien que encontró a su Destinado se acuesta con algún Alfa u Omega que no sea con el que fue emparejado, será castigado y el lazo se romperá solo si el Destinado afectado lo desea". Así que no te preocupes por mí o por lo que hicimos, los Dioses son comprensibles y no creo que hagan algo al respecto, ya que saben que somos Destinados
-Ante esas palabras, el Omega se sonrojó...realmente no creía que encontraría a su Destinado, y si lo hacía, no creía que fuera alguien tan contrario a él mismo, pero le alegraba, amaba ese exquisito aroma a Café que el Alfa desprendía-
V: Entonces... ¿A los Dioses no les importará que te haga mío cada vez que ambos queramos?
-Su sonrisa era pícara, lo cual hizo que su lindo Omega ahora fuera un tomatito andante, causando que el más alto soltará unas carcajadas que molestaron al más pequeño-
R: ¿Tas bobo o qué? ¡Deja de reírte!
-Pequeños golpes fueron dirigidos al pecho del mayo, pero estos fueron detenidos cuando una de aquellas manos, que lo tocaron con lujuria la noche anterior, lo detuvieron con dulzura, mientras que la otra lo tomó del mentón para que alzara la vista hacia ese par de ojos morados tan profundos y atrapantes, que lo hicieron perderse en un minuto...para al final sentir unos dulces labios unirse a los suyos, encajando perfectamente como si de piezas de rompecabezas se tratace-
V: Gracias, por aparecer en mi vida para hacerla más perfecta de lo normal
R: Gracias a ti...por darme la oportunidad de amarte...por dejarme estar así a tu lado... Te Amo mi Samu
V: Yo también Te Amo mi Chiki
-Y tras esas palabras, se volvieron a juntar en ese dulce beso que demostraba sentimientos que iban más allá del amor...dando a entender que lo mucho que se necesitaban. Después de todo, ya sufrieron mucho como para no merecer la mayor alegría de sus vidas-
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