Bromas Hirientes

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Bromas Hirientes: "Bromas"con la intención de lastimar o herir a la persona a quien se le hace (fue la mejor definición que encontré :v ).

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La joven pareja disfrutaba de una tarde simple de verano, solo permanecían ambos sentados en la sala del horrible apartamento que habían decidido rentar juntos luego de la secundaria. Querian independizarse y empezar una vida juntos, solos los dos.

El chico leía un libro sobre la materia del examen que tendría en una semana, de los que solía sacar de la biblioteca de su escuela, mientras que la chica escribía en su celular, hablaba con una de sus amigas, que, al igual que su novio, conoció desde la primaria, hablaba con Bárbara, Bebé Stevens.

La rubia le escribía sobre lo feliz que era con su novio, le comentaba que el chico castaño le había propuesto matrimonio y que se casarían luego de la universidad. La de rulos solo le comentaba a Wendy esa clase de cosas porque creía que era su amiga y se sentiría bien por ella, que gran error, la novia del azabache frunció su ceño molesta, Clyde Donovan siempre había sido un joven de dinero, sin embargo no podía creerlo, más bien, no quería creerlo, se sentía tan enojada, quería comprobarlo todo, aunque ya supiera que todo era verdad, a la mujer de la boina rosa le gustaba sentirse especial, y, era obvio que para ella no eran suficientes todos los esfuerzos que su novio solía hacer por ella.

Miro con algo de rencor al chico que leía, ese era uno de los pocos días libres del joven, solía pasarse las mañanas de lunes a miércoles en su trabajo de mesero en la cafetería de Tweek, las tardes en la preparatoria y las noches estudiando para sus exámenes, mientras que los días restantes de la semana, exceptuando el domingo se la pasaba de secretario en una oficina. El muchacho no había aceptado nada de sus padres al salir de su casa, no quería causarles problemas, se había vuelto una persona muy humilde.

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La chica le había comentado a su novio sobre lo que quería, le dijo que quería impresionar a Bebé y demostrarle que a ellos también les había ido bien, a pesar de que la rubia no alardeaba con Wendy, ni nada parecido, ella solo quería sobresalir.

El joven parecía confundido, no sabía porque su preciosa novia comenzaba a actuar haci de la nada, esa conducta había comenzado cuando se mudaron a ese detestable departamento juntos, el chico lo atribuía a eso, pensaba que tal era por el desagrdable lugar donde el la había llevado a vivir, que ingenuo era.

- ¿Disculpa?- Cuestiono confundido- ¿Qué es exactamente lo que necesitas, linda?- Hablo tratando de eliminar la notable tensión de la escena.

- Hay que mudarnos, Stan, ¿Por qué no sacamos un mejor departamento a créditos?- Dijo la chica, tratando de convencerlo, ya si no resultaba pensaría en una excusa que darle.

- Cariño, no tenemos dinero, o rentó un estupido departamento lujoso o comemos este mes ¿Qué prefieres?- Respondio algo ofendido, pero más sorprendido que otra cosa.

- Oh, bastardo, mis padres y amigos tenían razón, debí casarme con algún chico rico y no con un pobre idiota que no tiene en que caerse muerto como tú- Exclamo egocéntrica.

- Wendy, estás actitudes tuyas no me gustan, ¿Qué tienes?

- ¡¿Tengo que tener algo para hacer valer mis derechos y mostrarte las injusticias que haces hacia mí persona?!- Grito la mujer, alarmando un poco al otro quien aún no quitaba esa mirada horrorizada de su rostro, era como si no la reconociera- Merezco algo mejor, no vivir en este cuchitril contigo, merezco que me cuides y me procures, quiero un hombre que me dé lo que necesito como mujer, no a un niño torpe a quien cuidar, Stan- Dijo ofendiendolo.

Eso realmente toco el orgullo del de pompón rojo, sus ojos se cristalizaron intentando no llorar para no darle más motivos a su novia para ofenderlo de esa manera, de pronto, solo haci, tal y como su relación había comenzado, algo se habia roto en Marsh, su independencia se habia hecho trizas. No lo sabía, pero hoy sería la primera vez de muchas más.

Su rostro de confusión se había vuelto una mueca triste, el de ojos turquesa se sentía ofendido, lastimado, herido, eso había sido una gran grosería para el, le acaban de decir que no servía como hombre, que no era lo que afirmaba y deseaba ser, que ni siquiera podía hacer feliz a la mujer perfecta, a su hermosa novia.

Sin al menos notarlo, las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas con rapidez escurriendo por su mentón hasta caer en su pecho, el chico soltó un leve llanto sintiéndose pésimo por no aguantar el reprimir sus emociones.

La chica soltó una risilla luego de ver las lágrimas en los ojos de su novio, el chico la miro extrañado, como si no la reconociera.

- ¿Por qué, Wendy? ¿Qué te hice?.

- Torpe dramático, solo era una broma- Respondio altanera provocando que el chico la viera algo molesto- ¿No tienes sentido del humor, cielo?- Dijo, para después caminar con dirección a la habitación.

- No me gustan esas bromas- Susurro para si mismo.

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Primer nivel: Bromas Hirientes.

Hola, soy muy nueva en esto de escribir, espero que les guste lo que hago, trataré de esforzarme mucho para traer más capítulos, la mayoría hechos con la ayuda de mi amiga LukaSkine , quien es muy buena persona y me ayuda siempre aunque ambas seamos inexpertas :vv

Primer record: 870 palabras (sin contar la nota).

Gracias por leerme.

Att: Yannick Licona.

Los chicos no lloran: Violentometro |● Stendy/Stenny|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora