Empujar/Jalonear

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Empujar: Hacer fuerza contra una cosa o persona para moverla.

Jalonear: Dar tirones.

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El día transcurría bastante normal para Stan, cada día con Wendy le dejaba más marcas, tenía los moretones que los bruscos juegos de su pareja causaban en él, su rasguñado rostro, sus labios rotos y sus brazos llenos de pequeñas marquitas que los simples pero dolorosos pellizcos le causaban, su cuerpo era todo un muestrario de cicatrices y multicolor, que se marcaban en la palida piel del azabache, lienzo de Testaburger. A su vez ella no quería ser descubierta, porque esa forma de ser empezaba a gustarle y no estaba dispuesta a dejarlo ahora, quería continuar siendo la artista detrás de esa "artística obra'' en el cuerpo de su novio.

Stanley se encontraba solo en su casa, su novia había salido y no tenía ni la más mínima idea de a donde había ido, su pareja solo le había dicho que la esperara en casa y que por nada del mundo saliera, orden, que él había acatado al pie de la letra hasta ese momento, donde, tal y como las otras ocaciones, terminó por ganarle ese instinto en él, esa pequeña parte de su ser que le decía "Sal, sal ahora y solo huye".

El chiquillo salió del hogar, encontrándose ahora en las calles cubiertas de nieve en el pueblo, sonriendo alegremente por sentirse libre y no agobiado.

Aunque comenzaba a acostumbrarse, comenzaba a sentir más normal cada agresión, cada golpe, arañon y caricia dolorosa, comenzaba a perder la única pizca de lucidez e independencia que aún le quedaba.

Paró su andar de golpe, al divisar a su novia, parada y sonriente con una hermosa caja de regalo, algo extrañado frunció su ceño, analizandola con la mirada intentando descifrar su siguiente movimiento.

La muchacha agrandó la sonrisa en sus labios abrazando la caja causando aún más curiosidad en el joven.

Con algo de tranquilidad y una suave risita se aproximó a la más baja, quien al verlo no pudo evitar mostrar una mueca de disgusto muy poco disimulada.

La chica se acercó con premura al otro, apretando sus dientes sintiendo como en poco tiempo explotaría.

- Pero, ¿Qué mierda haces aquí?- Pregunta la azabache, tomando con fuerza el brazo de su novio, sacándole más de un quejido.

- Solo pensé en buscarte....- Sususrro tembloroso.

La agresiva mujer, sin ningún tipo de cuidado halo del brazo al chico, quien puso resistencia mirando a esta con ojos suplicantes y cristalinos, acción que ella ignoró por completo, aventandolo con fuerza contra el duro pavimento, haciéndolo soltar un chillido.

El chico trató de incorporarse, siendo impedido por una mano que sostuvo con fuerza su obscura mata de cabellos negros, sintiendo como eran tomados con fuerza y su rostro era estampado contra el helado suelo. El contacto de la palida piel de Marsh contra el rasposo suelo le hizo varias cortaditas mientras que este, a su vez, soltaba un lastimero llanto que no causaba la más mínima empatía en su concubina.

Aún molesta, apretó con más fuerza el cuero cabelludo del chico, jalandolo con fuerza en dirección a su casa, arrancandole desgarradores gritos que, eran ignorados por los locatarios, nadie ayudaba a Stan por el simple hecho de que, a simple vista pareciera capaz de hacerlo sólo.

Angustiado, y sacando fuerza de quien sabe donde, logró soltarse a Wendy, se paró una vez más, incorporándose con dificultad, echándose a correr lo más rápido que pudo, pensando en una y mil formas de arreglar ese problema.

Sus pensamientos fueron interrumpidos, al escuchar una agitada respiración cerca a él, de la nada, sintió un fuerte empujón que lo hizo caer al suelo con mucha fuera.

El joven soltó otro chillido de dolor, su rostro se estampó contra la tierra del suelo, sumandole el hecho del fuerte impacto, sentía como la el polvo se metía a sus ojos, lastimandolos, experimentando una sensación de ardor soltando involuntarias lágrimas.

- ¿Qué te dije sobre salir, cariño?- Hablo la de boina, recibiendo como respuesta un par hipidos que la hicieron desesperar más- ¡Mierda Stanley!, ¡¿Qué te dije?! - Repitió enojada.

- ¡N.....no debo salir.....!- Exclamo entre llantos.

- EXACTO, Entonces, ¿Podrías explicarme que carajos acabas hacer?.

-N..nada - Respondio, poniéndose de pie, sintiendo el dolor en su cabeza por los jalones de cabello, sacudiendose la ropa quitando un poco de la basura que se le pegó en sus prendas- V...vámonos, amor.....-

La enfadada chica le dedicó una mirada de odio a su pareja, quien la vio con temor, sintiendo tristeza aguantandosela una vez más, mostrándole una bella y leve sonrisa.

La de ojos lila, sin pensarlo mucho avento a Marsh, el cual cayó una vez más al suelo, mirando con el ceño fruncido a la otra. Ella, sólo lo tomo de su pelo azabache brillante, jalandolo de nuevo, arrastrándolo hasta la casa ignorando por completo las palabras de piedad que su concubino decía, pareciendo incoherencias por la forma tan rápida y angustiada en que hablaba el más alto.

Una vez llegaron a su hogar lo soltó con brutalidad en el piso, dejándolo sollozar, aventandole la caja al rostro.

-Eso lo compré para ti, idiota.

Hablo ella aún con enfado, caminando a la habitación, a la par que el más alto paraba su llanto abriendo la caja curioso topandose con un gorro idéntico al que su novia había destrozado ya hace mucho tiempo, se lo colocó sonriendo y olvidando por completo el daño que Testaburger le había provocado.

"Relájate Stan, yo que ella me ama, sólo está un poco cansada...."





























































"Quiza la agarraste de malas"
































".... o tal vez estaba un poco fastidiada de mi infantil presencia....."
























"......Pero yo que ella me ama de verdad........"

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Décimo Séptimo Nivel: Empujar/ Jalonear.

933 palabras

Gracias por leer.

Atte: Yannick Licona Castro.

Los chicos no lloran: Violentometro |● Stendy/Stenny|Место, где живут истории. Откройте их для себя