¿El amor existe? [GAY]

Capítulo final: Not About Angels [PART 2]

Capítulo final: Not About Angels [PART 2]

Por fin había llegado el día más esperado de todos. La boda. Me levanté de la cama, estaba solo en aquella habitación. Escuché un leve sonido y asomé la cabeza por aquél mini-pasillo.

+De verdad, ¿por qué tuviste que decidir venir a este hotel? -rechistó Lucas.

+Pues ya que no nos podíamos casar por la iglesia y quería que fuera algo más tradicional quise hacer aquello de que los novios no pueden verse hasta que estén en el altar o en mi caso delante de la juez.

+Que romántico eres. -dijo con ironía.

+Lo sé. Deja de meterte conmigo, ya te dijo Noah que si querías venía él.

+¿Cómo iba a dejar venir a Noah si el padrino soy yo?

+¿Y eso qué tiene que ver? -pregunté curioso, aunque ansioso por saber que tontería iba a decir.

+Hombre, el padrino siempre acompaña a la novia. -se rió a carcajada limpia.

+Eres estúpido. -me reí, había sido una buena respuesta, no podía negarlo.

Lucas llevaba una bandeja con el desayuno: un par de tostadas con mantequilla y mermelada de frutos del bosque y un café con leche para cada uno. Nos sentamos en la pequeña mesa del hotel y desayunábamos mientras hablábamos de los preparativos y que ya todo estaba listo.

Una vez terminé de desayunar y comérmelo todo caminé hacia la cama y agarré la funda de mi traje. La desabroché y saqué aquella hermosa vestimenta que iba a llevar en el día de mi boda.

Me quedé fijamente mirando el traje. Muchas cosas pasaron por mi cabeza aquél instante, no dudaba ni un segundo de que quería de verdad casarme, pero en aquél momento un leve pinchazo azotó mi estómago. Lucas salió del baño ya vestido y se me quedó mirando, lo ignoré.

+¿Nervioso?

+Un po...-lo miré a los ojos seguido de una repasada de su atuendo. Estaba increíble.- Lucas... estas guapísimo. -no pude evitar emocionarme.

+Muchas gracias. -sonrió.- Debería vestirte tu también y no andar en boxers que ya son las doce del mediodía y tu boda es en dos horas.

Lucas lucía de una forma extrema. Sus pantalones negros con esa americana negra de botones plateados y esa camisa de color blanco con un relieve en el centro y esa corbata de color gris con un estampado negro. Se veía muy bien. Le quedaba todo exactamente ajustado mostrando esa complexión delgada.

Me levanté de la cama, cogí mi muda y me fui al baño. Me vestí y me miré al espejo.

Iba totalmente de blanco menos por la hermilla* que era de color gris con líneas de color plateado. Me coloqué la americana blanca encima y salí del baño.

*[Hermilla: también llamada chaleco, prenda de vestir sin mangas, que cubre el tronco hasta la cintura y se suele poner encima de la camisa o blusa.]

Caminé un poco por el pasillo hasta llegar a la cama donde Lucas me esperaba sentado, colocándose bien el ramillete.

+¿Ya estás listo? -apartó su mirada del ramillete y me miró, sus ojos se abrieron como dos platos.- Guau, estás... increíble, Ayden.

+Vaya, pues como tú. -reí. Se levantó y me abrazó.

+Estoy muy orgulloso de ti, Ayden... No sabes cuán feliz soy ahora mismo. -una lágrima se resbalaba por su rostro.

+Vamos, idiota. -le sequé la lágrima.- No llores aún, ya lo harás luego. -me reí. Miré al reloj, eran la una y cuarto.

+Debemos irnos ya si quieres llegar a tiempo.