Modelando

24 1 0
                                    

  Conocí a Jesse Brown en el instituto gracias a Sam, bueno en realidad no fue gracias a ella. Lo que ocurrió fue que, un día estábamos en el instituto y nos habían encargado hacer un trabajo que tuviese que ver con lo que estudiaríamos en la universidad, Sam decidió escribir un libro y yo diseñar ropa.

Ese día habíamos quedado para almorzar juntas en el receso, jugamos piedra, papel o tijeras para ver quien iría a buscar la comida y, como siempre, perdí. Fui hasta la cafetería del colegio y allí lo vi, un chico alto, rubio y de ojos verdes, en ese momento supe que él debería ser mi modelo para el trabajo. Decidí acercarme a él y preguntarle si iba a ayudarme.

-Hola, ¿Disculpa?- toque tu hombro para que me prestase atención.

-Ah, hola ¿Qué ocurre?- wuau tenía una mirada hipnotizadora, en la que me perdí por varios minutos- Oye, ¿estás bien?- genial ahora pareceré una estúpida.

-Sí, lo siento, quería saber si me podría ayudar con un trabajo- le puse mi mejor cara de perro mojado y pareció estárselo pensando.

-Bueno, depende de lo que tenga que hacer- parecía estar nervioso, es obvio no es normal que una chica de 1,55 le pida ayuda para un trabajo a un tipo tan alto como él.

-Lo único que debes hacer es probarte ropa y dejar que te saque fotos- inclino un poco la cabeza considerándolo aún más y al cabo de unos minutos me ofreció su mano.

-Me llamo Jesse Brown y aceptare trabajar contigo, con una condición, debes ir a una cita conmigo- este tipo sabe lo que hace, esta consiente de que le atrae a las chicas y lo usa a su favor.

Levante mi mano y estreche la suya- Me llamo Ellie Patterson, muchas gracias- no creo que pase nada malo solo por salir un día con él.

Luego de hablar y ponernos de acuerdo en salir el sábado y reunirnos para empezar a trabajar a partir de la semana que viene, me pregunto si había visto a un chico de pelo negro y ojos grises, le dije que no. Jesse dijo que me acompañaría hasta que encuentre a Sam y caminamos charlando hasta el árbol, al llegar vi a Sam con un chico encima, al parecer se cayó del árbol. Pensé que Sam lo mataría pero, al contrario le dijo que no pasaba nada, el pobre chico se disculpó mil veces, luego se dieron cuenta de que había arruinado la libreta de Sam, así que se ofreció a ayudarla y ella acepto.

Él sábado me pase toda la mañana con Sam eligiendo que me pondría para salir con Jesse, al final me decidí por un top negro y unos jeans oscuros, con unos borcegos negros que Sam me presto.

Me reuní con Jesse en el parque del centro, llevaba una remera gris oscuro, con unos jeans también oscuros y unas zapatillas blancas con franjas azules.

-Debo admitir que te ves mejor que yo-se acercó a mí y besó mi mejilla.

-Tú no estás nada mal- las comisuras de su boca se curvaron en una gran y burlona sonrisa dirigida hacia mi persona.

Tomo mi mano y paseamos durante dos horas y luego me llevo a cenar a un restaurante italiano y luego fuimos a sentarnos en un banco de un parque cercano para, así, charlar mejor.

-Me la he pasado bien, gracias Ellie-¿Qué le pasa a este tipo?

-¿Por qué me agradeces, Jesse?- él me miro y sonrió de lado.

-Nadie se me acerca solo para hablar o por trabajo, solo se acercan por mi cuerpo. Eres la primera persona que se acerca a mí sin interés en acostarse conmigo- pues es bastante lindo pero, no me acostaría con un extraño solo porque es atractivo.

-De acuerdo, a partir de ahora tú y yo seremos amigos, podemos hablar en todos los recesos y también te presentare a mi mejor amiga, Samantha Cross- al comienzo su cara mostraba un atisbo de tristeza pero, rápidamente volvió a sonreír y me acompaño a cas, al llegar Sam estaba en mi habitación esperando que le cuente como había sido nuestra cita.

Luego de ese sábado comenzamos a juntarnos para trabajar en el diseño de la ropa y a veces solo para salía pasear y perder el tiempo.

Al cabo de dos meses ya había terminado mi trabajo y había aprobado excelentemente. Decidí  ir a decírselo a Jesse y  fui hasta su taller, allí lo encontré arreglando un viejo auto Ford. Cuando se dio cuenta de que había alguien detrás de él, se volteó enojado pero, al darse cuenta de que era yo sonrío y me regalo un abrazo.

-Sabes, mientras arreglaba el auto estaba pensando en ti-

-¿En serio? Y ¿Por qué pensabas en mí?-

-Veras, quería decirte algo- incline mi cabeza, sin entender a qué se refería- No quiero ser más tu amigo- Mi corazón estalló en mil pedazos, ya no quería ser mi amigo, se había cansado de soportarme, no, esto no puede estar pasando. Ser amigo era mi única excusa para poder pasar tiempo con él, ¿Qué hare ahora? Inconscientemente lagrimas comenzaron a caer de mis ojos, intente detenerlas pero no podía. En el tiempo que había pasado con Jesse, se había ganado un lugar en mi corazón, estaba enamorada de él y aún no se lo decía.

Cuando levanté la vista Jesse se estaba acercando a mí, sin saber que hacer retrocedí hasta chocar con una pared y oculte mi rostro entre mis manos, escuche como él se acercaba y se ponía delante mío.

-Ellie, quita tus mano mírame, aún no he terminado de hablar- me agarro de las manos y las quito de mi rostro- Mírame- lo mire a los ojos, a esos perfectos ojos verdes que tanto amo, estos me miraban con un brillo que jamás había visto.

-No quiero ser más tu amigo, porque a partir de hoy quiero ser tu novio, tu compañero, la razón de tu felicidad, quiero un lugar en tu corazón, ¿Lo entiendes?- mi llanto ceso, lo mire estupefacta.

-¿Lo dices enserio?-

-Claro que si nena, espera, ¿Por qué lloras? Acaso pensaste que iba a alejarme de ti, estás loca- estaba llorando porque el amor de mi vida siente lo mismo por mí, es genial.

Jesse se acercó aún más y me aprisiono contra la pared, soltó mis manos y las sustituyo por mis mejillas, las acaricio suavemente mientras se acercaba a mí y me besó. Fue el mejor beso de mi vida, lento, tierno, lleno de amor.

-¿Qué dices quieres ser mi novia?-

-Por supuesto que, si- me pare en puntitas de pie y me abracé a su cuello mientras volvía a besarlo.

Después de aquel día, nos volvimos oficialmente una pareja y desde ese día Jesse no se despega de mí ni un segundo, si no estamos juntos, nos enviamos miles de mensajes de texto. Creo que debo agradecerle a Sam por elegir aquel árbol y a Patrick por haberse caído sobre ella.

Holaaaa he vuelto. Creo que pondre dos capitulos más y el epilogo y eso será todo.

Volviendo a mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora