Único

2.5K 196 53
                                    

Feng Xin - susurró - no toques ahí.

Con el poco de cordura que le quedaba, sabía que si seguían en esta situación las cosas no saldrían como quería.

-¿Tanto te molesta que te toque?-

-Claro que si maldito, si no fuera porque estamos atrapados nunca dejaría que me tocaras un pelo- exclamo Mu qing, incluso si lo que había dicho no era verdad-

Habían pasado aproximadamente más de 4 horas que estaban encerrados en ese lugar, desconocían la ubicación del templo y por alguna razón no podían ocupar sus poderes espirituales.

Agradecidos de por lo menos ser dioses marciales lo cual que les permitía no necesitar ni agua y menos comida, solo les quedaba esperar que alguien los ayudara.

Siguieron pasando las horas en silencio hasta que al fin uno decidió romperlo.

-Mu qing- dijo apenas audible feng Xin - lo he estado pensando y realmente no te odio tanto como pensaba, se que lo que pasó no dependía de ti pero-

Aquello siempre había sido un tema para los dos, si alguno se atrevía a sacarlo probablemente terminarían golpeándose así que Mu Qing se sorprendió al saber para donde se dirigía su conversación.

-¿Pero qué? - una especie de temor carcomia al albino, quería aclarar todo lo que pasaba por su mente y no esperaba que el castaño tomará la iniciativa.

-Yo realmente me sentí traicionado, te veía como un compañero importante en mi vida y se que suena tonto..... pero así era -terminó por decir en un suspiro.

-Supongo que ya no soy alguien en tu vida ¿no?-

Aquellas palabras salieron inconscientemente de Mu qing, no sabía que decía, pero realmente quería deshacerse de esa sensación de angustia en su pecho. Si la situación no estaba a su favor y realmente no esperaba tener que compartir su espacio personal con el contrario, al menos esperaba sacar algo de esto.

-Tú....ahora eres un hombre en mi vida-

Luego de decir eso, Feng Xin supo que debía sincerarse si quería lograr una respuesta por parte del albino. No podía evitar más lo que deseaba desde hace mucho tiempo. Sin embargo, no creía que luego de tener escondidos bajo una gran pared sus emociones pudiera sacar algo bueno.

-Deja de jugar conmigo, ¿acaso existe diferencia en eso?-

-La hay, ahora te veo como un hombre con el cual quiero convivir de aquí hasta que donde se nos permita. Quiero ser el primero en verte en las mañanas, el primero al que le digas un molesto "buenos días" con tu malhumor mañanero, quiero ser el primero en todo cuando se trata de ti ¿puedes entenderlo? -

El silencio fue abrumador por minutos que para Feng Xin se sintieron horas, supo que se había equivocado al decir todo lo que sentía por el contrario. Desde un principio no tenía esperanzas, pero realmente quería intentarlo, merecía una oportunidad nueva.

-Yo... lo siento- soltó finalmente el otro.

Solo con esas palabras el mundo se le vino abajo al castaño, si antes era pesimista respecto al amor ahora era mil veces más. ¿Qué podía esperar de Mu qing? ¿Amando a la persona que odio? Realmente fue un tonto.

-Deja de imaginarte miles de escenarios- lo tomo por el cuello y le dijo -Siento no ser sincero con mis sentimientos. Yo también quiero ser el primero cuando se trata de ti, desde que somos sirvientes de su alteza a sido así-

La sorpresa por parte de Feng Xin se hizo ver, lo que imagino estaba pasando. Si es un sueño esperaba que nadie lo despertará, quería seguir viendo como Mu Qing se sonrojaba por lo que había dicho.

Sin esperar nada, junto sus labios con el contrario. El beso estaba lleno de sentimientos ocultos por años, lleno de ternura y pasión desenfrenada que no se dieron cuenta cuando alguien rompió la puerta del pequeño templo en el que estaban.

-Disculpen chicos, los dejaré solos-

-Su alteza...-murmuraron los dos al mismo tiempo sonrojados al máximo.

-No se preocupen, Sang Lang dijo que podía encontrarlos en una situación parecida pero realmente no esperaba que sucediera tan rápido- dijo Xie Lian entre risas discretas.

-¡Maldita lluvia carmesí que busca la flor!- grito Mu qing.

-Vamos vamos, no te enojes tanto- dijo sobre los labios del albino- siempre podemos terminar esto en un lugar más privado, si sabes a lo que me refiero... -.

-Ni te creas Feng imbécil Xin, tengo cosas importantes que hacer-

-¿En serio vas a ser así?- dijo colocando ojos de cachorro.

-Eres tan molesto- murmuró Mu Qing -si tanto quieres, ya sabes... puedes ir a mi palacio -

-Claro que iré bebé, nos vemos mas tarde-

-No me digas bebé- grito -nos vemos luego idiota... -Terminó por decir con una sonrisa.





Perdonen si hay errores, nunca he escrito nada y como vi que no hay muchos fanfic de mi shipp fav decidí hacer uno yo xd.

"La verdad" Where stories live. Discover now