So not ready

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Las mañanas nunca fueron el punto fuerte de Kiba, a ella le gustaban las camas suaves con muchas almohadas, en las cuales poder enterrarse y adoraba intentar mantenerse tibia entre sus cobijas, ignorando el mundo exterior. Esta mañana no era diferente.

Se acurruco más profundo en la cama más suave que alguna vez haya sentido. La almohada era suave y resbaladiza, las cobijas eran gruesas y tibias, y el cuerpo de Kiba estaba envuelto en un cálido capullo, sin pensar en nada, dejo escapar un suspiro que sonaba más a un gemido, e inhalo profundamente.

Su cama olía a Naruto.

Sus ojos se abrieron, los eventos del día anterior pasaron rápidamente por su mente, ella paso horas buscando a Naruto, tratando desesperadamente de encontrar ese olor familiar, le frustraba mucho que cuando quería olerlo no apareciera por ningún lado, ella voltio las rocas, y cubrió todo el río. Ella se negaba a creer que Naruto hubiese muerto.

Se había prometido a sí misma y a cualquiera que la estuviese escuchando que si lo volvía a ver... seria más honesta acerca de sus sentimientos. Ni tres segundos después lo encontró caminando hacia la capital luciendo como si no lo hubiesen golpeado una roca gigante, o hubiese caído en un rió embravecido.

Ella le dijo todo, le dijo cuanto lamentaba lo que había dicho, cuanto realmente lo apreciaba, o eso es lo que quería decirle, y ahora ella era... ¿su novia?¿Qué era lo que hacía de Naruto su tipo?

Pero ahora ese pequeño enano pervertido había decidió que estaba bien que los dos compartieran cama, ella miró con dureza la manga naranja, al menos no estaba tratando de abrazarla de nuevo, ella alzó su brazo con la intención de golpearlo, sin embargo, se dio cuanta que el brazo en la manga era el suyo.

"Oh" Kiba le dijo a nadie en particular, ella volvió a poner su brazo sobre la cama, durante un largo momento, se alegro de que no hubiera nadie que pudiera ver su idiotez, se dio la vuelta y se encontró cara a cara con su leal compañero, Akamaru.

Akamaru se sentó al borde de la cama con una mirada de sabelotodo, dejando escapar un ladrido burlón.

"Voy a dejar que Hana te castre"

Las mañanas no eran el punto fuerte de Kiba.

Ella se sentó sobre la cama y miro alrededor, a la espaciosa habitación que era ocupada principalmente por la cama, Demonios, la cama era del mismo tamaño que su habitación de su casa, era bastante grande y lujosa, y si se concentraba lo suficiente podía oír el sonido de un jardín al fondo.

Ella lamió sus labios, se sentían bastante agrietados, lo más probable es que estuviera por resfriarse, después de haber pasado casi toda todo el día y la noche anterior buscando a Naruto. Ella estaba muy feliz de haberlo encontrado... y de que no estuviera muerto, ¿Pero de verdad estuvo de acuerdo en ser su novia?

Odiaba que una parte de ella quisiera gritar que si y que quisiera bailar frenéticamente, ¿En verdad veía a Naruto como algo más que un amigo? Sí, rápidamente se había convertido en su mejor amigo, bueno, en su mejor amigo humano. Si ella no trataba de detenerlo, ¿hasta donde llegarían?

La puerta corrediza se abrió y dejo pasar a Hinata, vestida con un Kimono formal con el suficiente maquillaje para verse aún más hermosa, pero al mismo tiempo con tan poco para que los hombres pensaran que no llevaba nada de maquillaje. "Oh, Kiba, ya te despertaste"

"¿Hinata?" Preguntó Kiba. ¿Porque Hinata estaba tan elegante? ¿Ya era hora de la fiesta?

"Es bueno que ya te hayas despertado, estaba a punto de hacerlo, la fiesta de la princesa Yona esta programada para empezar dentro de un rato más y aún tenemos que prepararte" Kiba miró a Hinata que prácticamente se deslizaba sobre el piso, ella parecía estar hecha para vestir Kimonos, Kiba no podía imaginarse a si misma usando uno por mucho tiempo.

Finding  An AlphaWhere stories live. Discover now