only angel | HEROPHINE

12

—El doctor ha dicho que deje de usar las píldoras, que desde ya podemos iniciar con la tarea para quedar embarazados. ¿Crees que funcione rápido?— pregunta comiendo helado.

Miro su perfecto rostro cubierto de aguacate y su cabello húmedo en un moño alto. Mi camisa blanca abrazando su torso desnudo, me cuesta concentrarme si tengo que estar viendo como sus pezones se asoman a través de mi playera. Tengo miedo de que el aguacate se caiga de mi cara y manche los sillones, así que trato de no mover mucho mi boca.

—No sé, pero no me supone un problema "hacer la tarea"— hago las comillas, —... desde este momento.— mi voz suena forzada por mi necesidad de no mover mucho la boca.

—Eres un sucio pervertido.— me golpea el hombro con su pequeño puño.

Me sobo y me quejo, ella ha estado practicando box conmigo en el gimnasio, Jo tiene la fuerza suficiente como para noquearme.

—Lo soy, pero apuesto a que debes estar deseosa de tenerme dentro de ti haciendo maravillas.— le digo, obviando la situación.

—Lo estoy, pero vamos, no podría resistirme a ti, ni aunque tuviera a Harry Styles en frente.— dice, me río con fuerza.

—Ah, o sea que la próxima vez que vayamos a un concierto suyo, ¿haremos el amor en los baños del lugar?— reímos a carcajadas.

—Puede.— se encoje de hombros.

—Oh, estaré ansioso de que dé un nuevo concierto en Londres.— digo, ella sonríe y sigue comiendo de su helado.

Los meses han pasado tan rápido, hemos intentado quedar embarazados, pero no hemos tenido resultado, tal vez sea porque no lo estamos haciendo el día correcto.

Reviso la pantalla de mi celular, el calendario de ovulación que he descargado me indica que Jo está en sus días más fértiles. 

—Amor, estamos en días fértiles.— se acurruca a mi lado, cubre su rostro con sus manos.

—Ya lo hemos hecho en días fértiles y no ha funcionado, tal vez hay algo mal en mí.— dice, la tristeza en su voz me hiere.

—Oye, no, tal vez no hemos tenido suerte, pero te aseguro de que no eres tú, tal vez soy yo, no sé, algo debe suceder.— aprieto su glúteo.

—Espero que aún no hayamos tenido suerte.— sorbe sus mocos, está llorando.

Beso su frente —No nos vamos a dar por vencida.— digo, —Además, estoy muy caliente ahora, me excita mucho cuando acaricias mi vientre.—

Sus ojos rojos me miran con picardía, su mano se dirige hasta mi bulto, el cual ya está irguiéndose. Acaricio su trasero con esmero, meto mi mano en su short, ella hace lo mismo con mi bulto cubierto por mi bóxer.

—Señor Fiennes, usted está bastante erecto.— dice imitando mi acento inglés.

—Señora Fiennes, estoy seguro de que usted está muy húmeda.— sigo el juego.

—Señor Fiennes, lo quiero dentro de mí, ahora.— jadea, sin más preliminares, ella quita mi playera de su cuerpo, dejándome ver esos pechos tan erguidos y redondos, el lunar de su clavícula y el de su cadera me vuelve loco. Quita su short y sus tangas negras de un tirón y se posa sobre mí. Bajo mi bóxer con rapidez, haciendo que mi virilidad choque contra su pubis. El líquido pre seminal hace que la cabeza de mi pene brille ante la luz de la lámpara.

Se sienta sobre mí, y me envuelve en su cálido coño. Está tan mojada y que veo como mis dedos brillan cuando la toco y después meto los dedos en mi boca. Ella se detiene un segundo, besa mis labios y muerde mis clavículas.