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Septiembre 21, 2019.
Seattle, Washington.
María José Garzón.

Aún podía recordar con lujo de detalle lo que había pasado hace dos semanas. Luego de la fiesta, Leo nos llevó a ver a Daniela al sur de la ciudad, esa faceta no conocida me había encantado tanto que, si los chicos no hubiesen estado viendo, hubiese corrido a sus brazos para abrazarla y besarla.

No entendía exactamente que era lo que me pasaba con ella, sólo sabía que necesitaba tenerla cerca y que, probablemente, me estaba enamorando. Y eso era lo que no entendía, ¿cómo podía enamorarme de una persona a la cuál, prácticamente, acabo de conocer?

Dua Lipa sonaba por mis auriculares, me había despertado muy temprano ya que Germán y Mafe cantarían el "feliz cumpleaños" a Johanna, quien cumplía sus 18 años.

Luego de que partiera la pequeña tarta ambos adultos regresaron al hospital con la promesa de que estarían aquí antes del almuerzo.

Daniela y Alex habían salido de casa muy temprano, así que las únicas personas en aquella gran casa éramos Jo y yo.

No había hablado con ella sobre lo que me sucedía con su hermana, tenía miedo de que rompiera mi ilusión amorosa.
Y no es que Johanna fuera mala o envidiosa, pero, había escuchado hablar del comportamiento de Daniela y había visto como trataba a su madre, así que tenía miedo que una persona más dijera que me estaba equivocando de persona.

Electricity comenzó a sonar a eso de las 18:16.

La abuela de los hermanos Calle llegó junto a Daniela y Alex; la mujer se encargó se preparar la barbacoa y los postres con ayuda de Johanna. Los chicos comenzarían a llegar dentro de una hora y media para la cena, el jardín trasero lo había decorado yo desde muy temprano, globos blancos, rosados y dorados se acomodaban en guirnaldas grandes y pequeñas.
La piscina la habían cubierto con una especie de escenario luminoso que el DJ había traído, en las palmeras había luces al igual que alrededor de la mesa donde se encontraban los postres y el pastel de cumpleaños.

Los primeros cinco regalos estaban ahí, entre ellos el mío, tres álbumes de Ed Sheeran, su artista favorito. Los había comprado con mis ahorros, al principio iban dirigidos para mí, pero al no tener idea de que obsequiarle decidí entregárselos.

Daniela no había dejado de mirarme, de vez en cuando pasaba por mi lado y su mano rozaba alguna parte de mi cuerpo que estaba a su alcance.

Los amigos de Johanna y Daniela comenzaron a llegar, trayendo consigo regalos.

-¿Entonces si podrás cantar? Mamá le ha dicho al dj que le acompañarías de vez en cuando.- Johanna me miró sonriendo antes de que yo rodeara su cuello para abrazarla.

-Eres mala, Jo...- susurré aún manteniéndonos en el abrazo. -La primera será electricity, dedicada para Leo y para ti.- me separé de ella riendo e hizo una mueca extraña.

-Te estás convirtiendo en una de mis personas favoritas, ¿lo sabes?- preguntó esbozando una sonrisa.

-No te pongas de amorosa, a Leo no le gustará eso.- jugué con ella. -Vamos, tienes que salir ya.

Ella llevaba un vestido amarillo suelto de la cintura para abajo, llegaba a medio muslo y tenía forma de corazón en el escote. Su cabello castaño caía en una cascada ondulada y por un lado un par de broches.

Yo estaba más sencilla, había elegido unos pantalones de mezclilla anchos, los había doblado de la parte de abajo para que quedaran a mi medida. Mis tenis fila blancos y un top negro que tenía dos delgadas tiras como tirantes.

La fiesta comenzó, al salir los chicos se acercaban para abrazarla, los adultos de la familia Calle miraban con una sonrisa desde una esquina, ellos entrarían a la casa apenas se ofreciera la cena, aún así estaba segura que irían donde la abuela Calle había dicho.

-¿MJ, quieres empezar?- el dj dijo haciendo que yo me sorprendiera, no creía que sabría mi nombre.

Los chicos comenzaron a gritar en forma de celebración causando que yo me pusiera nerviosa. Aún así caminé hasta donde el chico estaba y tomé el micrófono que me ofrecía.

-A decir verdad yo no quería hacer esto...- reí causando que los demás rieran. -Pero Johanna me ha obligado diciendo que no me dejaran vivir en la habitación de invitados...

-¡hey! Eso no es cierto.- se quejó ella.

-Vale, vale... Pero quiero complacer a mi buena amiga Johanna. Sé que electricity se ha vuelto un himno para ti durante las últimas semanas.- mi mirada vaciló entre Johanna, Leo y Daniela. -Electricity, Dua Lipa con Silk City.- dije dirigiéndome al dj, la música comenzó a escucharse, estaba un poco nerviosa; los chicos ya estaban sentados en sus respectivas sillas. Di un respiro antes de comenzar a cantar.

"Cayendo dentro de ti, nena
Incluso la electricidad no se puede comparar con lo que siento cuando estoy contigo
Ooh bebé
Entregando mi fantasma por ti
Y ahora veo a través

Me das un sentimiento, sintiéndome tan fuerte
Sé que te has estado tratando, tratándote mal
Así que déjame cuidar de ti
Ooh bebé

Te amo diferente
Te daré electricidad
Dártelo a ti

E incluso si pudiera
No me volvería contra ti
Y detendría el mundo por ti

Sabes que quiero hacerte saber, nunca dejaré ir este sentimiento
Este amor no tiene techo, no puedo negar"

Mientras seguía cantando decidí moverme al rededor de la pista de luces, bailaba acercándome a los chicos. Hasta que llegué a Daniela, me quedé cantando frente a ella durante unos segundos antes de seguir hasta donde sus padres estaban. La señora Calle bailaba sentada en su silla y sonreía hacia mí.


Volví sobre mis pasos mientras recordaba lo pasado durante las últimas semanas; no sabía si dejarme llevar por lo que sentía por Daniela o solamente ignorar y hacerme saber que era algo que no podía suceder.

Pero el sólo recordar lo que había pasado el domingo después de mi primer fiesta con los amigos de Daniela, me hacía querer volver a estar junto a ella; aunque esta vez no había hecho lo que hizo en nuestra primera vez a solas, sin embargo, fue lindo estar sentada en la orilla del río mirando el amanecer.

Estaba un poco asustada por lo que sentía, había escuchado muchas cosas negativas hacia su comportamiento en las relaciones amorosas y tenía miedo de no disfrutar mis días en Seattle, no quería que fuese incómodo para mí o la familia Calle, mucho menos quería sufrir de un corazón roto sin siquiera poder hablarlo con mi madre.

Llegué nuevamente hasta donde estaba Johanna junto a Leo y terminé de cantar esas últimas líneas dirigiendo mi vista hacia Daniela.

Era una especie de aviso, quería intentar algo más que sólo abrazos, rozones y caricias a escondidas.

Aún así tenia miedo.

¿Qué iba a pasar si me rompía el corazón?

¿Qué iba a pasar si sólo estaba jugado conmigo?

"Creo que estoy lista, nena
Creo que estoy listo, ahora
Electricidad"

Terminé de cantar antes de recibir aplausos por parte de todos.

La noche apenas comenzaba y yo trataría de darle lo mejor de mí a Johanna.



N/A: me di un tiempo para terminar de escribir esto, sólo me faltaba poco, así que... Espero que les haya gustado.
Si se dieron cuenta, puse la letra en español de la canción que canto Poché, ¿la razón? Una chica me dijo que le era difícil entender el inglés, así que de ahora en adelante las letras en otro idioma se colocarán en español.

Que tengan un excelente fin de semana.

Con cariño,

K.

Un año; CachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora