secuestrado | woosan [ 2nda temporada]

♡15♡

Chan sacó su pistola y también apuntó a San.

-¿Como estas vivo?- dijo San.

-San baja el arma- Wooyoung lentamente se acercó y se puso en frente de Chan.

-¿Que haces?- lo miró con la respiración alterada- ¿estás loco?!...,  ¿por que lo proteges?

-Con que está arrepentido ah- susurró Chan cual Wooyoung logró escuchar.

-San hablemos, no tienen que matarse por favor, ya hablé con él s-solo por favor baja el arma, e-el salvo a mi madre.

-¿Q-Que?

Ambos se quedaron mirando y Wooyoung se le acercó con los ojos rojos.

-Te extrañe.

San tragó duro y bajo la pistola para luego abrazar a Wooyoung.

-También yo.

Chan también bajó el arma y estaba apunto de salir de la casa pero Wooyoung lo vió.

-No te vayas.

Chan volteó y San hizo contacto con el.

-Tú lo tuviste- lo agarró del polo- ¿que le hiciste, lo volviste a torturar?

-Es lo que me gusta- sonrió.

San le tiró un puñete, Chan también lo hizo y ambos comenzaron a golpearse tan duro que Wooyoung se empezó a asustar, San sacó su pistola y disparó pero falló y no le cayó a Chan, aquel también lo hizo y estaba apunto de disparar pero Wooyoung gritó.

-¡Para!- gritó con un lloriqueo.

-Por dios te hizo daño- dijo San algo molesto.

-Y tu a él- lo miró fijo.

San no dijo nada y miró a Chan.

-Se que me hizo daño y mucho, pero quiero que esto ya pare al igual que tú, le hable, me escuchó, me trajo a mi casa y encontré a mi mamá siendo apuntada en la cabeza con una pistola por el hijo de puta de su ex marido que ya está muerto, el la salvo..., otra vez por favor solo quiero que esto termine y si hablan ya no tendremos más problemas.

Chan dio un gran suspiro y el y San volvieron a hacer contacto.

-Tampoco se miren así- soltó Wooyoung.

Ambos miraron a este con las miradas frías.

-¿Uhm...podrían guardar las pistolas?

-No lo haré- dijo Chan.

-E-Esta bien, miren fueron mejores amigos y se hicieron daño el uno al otro, si tan solo se perdonan esto acabará, por favor ya...-suspiró- ya no quiero ser lastimado- se sentó en los muebles y puso sus dos manos sobre su cara- s-solo quiero estar contigo y tener una vida normal- miró a San- t-te amo y ya no quiero dejarte, ni que tú me dejes.

San lo vio algo triste y se mordió el labio.

-Nuca te dejare- susurró- tu lo sabes.

-Entonces solo pídele perdón en su cara para que nos deje en paz o no me lastime más, ¿ o quieres que siga?

San negó.

-No dejare que te vuelva a hacer daño.

-Esa puta frase lo dices siempre y mira, me agarró otra vez- se paró- como siempre.

-Decepcionas a tu hombrecito- rio- dice puras mentiras, siempre a sido así.

La respiración de San se escuchó desesperada.