Lo que debía ser...

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Pasaron 30 años nuevamente. Los cielos despejados, un camión pasando por las calles... con grandes campos de árboles y mucha gente caminando y pasándola bien con mascotas e hijos.

Dentro de aquel camión, en medio de la ciudad, Leonardo conducía con mucha calma y con una leve sonrisa. Después de todas sus salvaciones es a la ciudad, habían sido aceptados por la sociedad, reconocidos como héroes... Con ello, ayudaron a varios mutantes, a salir de las sombras y vivir de forma tranquila también.

Raphael iba a un lado de él, pues aun así obtuvo un tamaño grande al crecer y era un poco incómodo manejar con tantos adentro. — ¿Ya estamos por llegar verdad? — Preguntó un poco apretado entre su hijo y marido.

-Cariño, no desesperes - Habló Mikey, sonriendo al verlo tan apretado.

- Solo quiero llegar y dejar de ser aplastado - se quejó Zach con una mueca.

— ¿Cómo crees que estoy yo? — Alzó una ceja Raph a su hijo menor.

En la parte de atrás, estaban otros jóvenes, los mellizos, Jiro y Rosie junto a Don.

Kotaro miraba un poco por una de las ventanas, llevaba una expresión calmada... Ya que el asiento que le tocó no era tan incómodo.

-Ya pronto llegaremos, no desesperen - dijo Leonardo con calma.

De atrás, Donatello veía a sus hijos con suavidad. — No se preocupen hijos, miren ahí está el parque. — Sonrió al ver un punto exacto para ellos.

-Solo no espero que los niños nos ataquen para pedir fotos - dijo Zach con un leve temblor.

-Bueno, es una actividad... Entonces, supongo que vendrán varias familias - sonrió Mikey con suavidad.

— ¿Qué actividad es? — Preguntó Amy a los demás.

— No lo sé. No han dicho nada en especial. — Dijo Jiro encogiéndose de hombros. Pero éste venía entre los brazos de su madre. Por alguna razón tenía un apego grande a él.

-Solo esperemos que... Sea algo calmado - comentó Kotaro, tragando grueso, comenzando a ver ya a varias personas... Haciendo una mueca.

Bajaron del camión al poco tiempo, uno por uno para el alivio de Raph. Vieron ahí a los demás reunidos con sonrisas y emoción.

De inmediato, las personas se acercaron a saludarles, cuando se decía que eran héroes... Era porque eran reconocidos como tales.

Leonardo sonreía a estos, saludando a su mayoría - Hola, buenos días... - saludaba de forma educada.

Los demás saludaron de la misma manera a las tortugas. Pues desde el día que salvaron a todos, les dedicaron un día en especial a ellos. Algo muy agradable, a decir verdad.

Vieron que ahí mismo en el parque había un monumento a ellos.

Leonardo sonrió al ver aquello, manteniéndose muy cortés con las personas que llegaban a saludarle. Demasiado a decir verdad en la opinión de su amado esposo.

Kotaro sonreía suave a la gente, intentaba no entrar en tanto estrés ante tantas personas sobre él a la vez.

Mikey era el favorito de todos, a decir verdad, siempre abrazando a la gente, tomándose fotos, haciéndoles reír y demás. Según describía Zach, tenía talento.

Al estar todos juntos, se reunieron con sus fans y saludaron a todos. — Gracias a todos por sus deseos y aprecio. Es algo muy lindo de su parte. — Sonrió Donnie al público.

— Nos alegra mucho que nos quieran. — Raph a los otros con una ceja alzada.

Leonardo sonrió ante eso y se colocó cerca de su esposo - Esperemos que estén pasando una mañana excelente.

-Bueno, me pregunto exactamente de qué trata esta actividad - comentó en susurro Kotaro a sus primos y hermanos.

-Mm... Yo solo quiero saber si tienen comida - agregó el pecoso de menor edad.

Al parecer el evento fue algo muy importante para todos. El alcalde de Nueva York se les acercó. — Saludos Hamato. Estamos aquí reunidos para celebrar no solo el día de salvación que nos dieron sino también para mostrarles nuestro aprecio. Sin ustedes quien sabe qué pasaría con todos nosotros.

— Si tenemos una idea... — Dijo Don con una mueca.

— Pero en fin vengo a otorgarles a todos. — Sacó lo que era un tipo de tarjeta. — De ahora en adelante, ustedes serán parte de gobierno de la ciudad. Serán tortugas de gran importancia en la protección y decisiones de la ciudad. Felicitaciones.

Ante aquello, Leonardo sonrió con agradecimiento, dando una leve inclinación - Señor... Es un honor - habló la tortuga de azul.

Los más jóvenes observaron aquello sin creerlo, sus ojos abiertos ampliamente... Mirándose entre sí de vez en cuando.

— Será un honor tenerlos con nosotros de cerca. Y la ciudad de Nueva York enserio está en deuda con ustedes. — Decía el hombre a los ninjas.

— Esto es algo muy bueno, Leo... Enserio es mucho mejor de lo que pudo haber pasado. — Dijo Don con alivio, viendo a sus hijos.

-Es algo asombroso y... Estoy feliz de que será algo que cree un buen futuro para mis hijos - observó a estos también.

Donnie se juntó a su lado, estaba feliz de que todo salió muchísimo mejor para todos. No más desiertos, no más pérdidas y, sobre todo, no más soledad. Algo que todos hicieron posible.

En familia, celebraron aquel nuevo puesto que se les había otorgado, a todos los miembros de los Hamato... Ver a todos reunidos, verlos tan felices, llenaba el corazón de Leonardo con satisfacción.


FIN

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Finalizo otra historia! Espero les haya gustado! Habrá más en camino ^^

Raphael: Mutant Apocalypse RisingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora