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Jimin miraba como sus dos hermanas terminaban de empacar sus cosas pues ellas se iban a ir, no era porque no querían vivir ya con él, sino que querían que su hermano tuviera su privacidad.

—Nonnas. —las vio triste.

—Minnie ya eres un adulto, nosotras igual y tú necesitas privacidad. —sonrió una peli rosa. —además tendrás a Yoongi oppa que te va a cuidar.

Jimin se sonrojó al acordarse de como su hyung lo tocaba y lo hacía gemir y... Él negó ante esos pensamientos pues no quería tener una erección y que sus hermanas se burlaran de él.

—Los papás de hyung me ofrecieron trabajo en su empresa. —las vio.

—Les debes de agradar, ya que por lo que hemos escuchado los Min no contratan a cualquier persona. —dijo la rubia.

—Pues para ser honesto me han encontrado en una situación bastante comprometedora con su hijo. —rio nervioso.

—Pero en otros te hubieran prohibido acercarte a su hijo. —sonrió Jennie.

Jimin asintió y se despidió de sus hermanas, al hacerlo cerró la puerta de su casa y se dirigió a la del alfa. No debía tocar, ya que su hyung le había dado una llave por cualquier emergencia, entró y cerró la puerta, por la hora sabía que su hyung debía de estar tomando una siesta. Sonrió mientras subía las escaleras y se dirigía a la habitación, al llegar sonrió con ternura al ver al pelinegro dormido, lentamente y sin despertar al alfa se acostó en su pecho.

Yoongi inconscientemente lo atrajo más a él, Jimin sonrió y se escondió en el pecho del pálido ambos se quedaron ahí dormidos. Al caer la noche Yoongi despertó y vio un pequeño bulto junto a él. Quito con cuidado la sábana y sonrió al ver al omega dormido ahí, se acercó a su mejilla y le dio un beso.

—Minnie debes despertar. —susurro. —debemos ir a cenar.

—No quiero. —se dio la vuelta.

Yoongi se levantó y cargó al menor el cual se sonrojó al ver lo que el alfa hacía, cuando llegaron a la cocina lo dejó en la mesa y se fue a preparar algo simple.

—¿A qué horas llegaste? —preguntó Yoongi mientras sacaba unos platos.

—Vine como a las cuatro. —se bajó y se acercó. —me sentía solo.

—¿Tus hermanas se fueron de fiesta? —lo vio.

—Se mudaron. —hizo un puchero. —dijeron que debía de tener mi espacio.

Yoongi sonrió y lo tomó de las mejillas para darle un corto beso en la frente, Jimin sonrió y miró a los ojos al pálido, este le sonreía de una manera dulce.

—Opinó lo mismo. —hablo. —no querrás que te escuchen tener sexo con tu alfa.

—Ese sería el menor de mi problema. —tomó el plato que le dio el pelinegro. —ya me han escuchado.

—Tú ya no eres virgen. —miro al chico.

—No hyung. —hablo. —como sé que usted tampoco.

—¿Con quién fue? —preguntó mientras llevaba un poco de Ramen a su boca.

—Fue con Kim Taehyung. —señaló a la nada. —es mi mejor amigo, mi alma gemela.

—Tu alma gemela. —hablo. —pensé que yo era tu mejor amigo.

Jimin sonrió y se bajó de la mesa para abrazar al alfa el cual lo miraba, Jimin se acercó y le dio un beso en la mejilla.

—Usted es mi hyung y no lo comparto con nadie. —negó mientras lo abrazaba.

—Y tú eres mi omega. —le acarició la mejilla.

—¿Lo soy? —susurro.

—Claro que lo eres y lo seguirás siendo hasta que tu destinado llegue y me asegure que no te lastime. —sonrió.

Okay la Diosa Luna nunca había formado una pareja que no notaban el cambio de color en sus ojos al estar juntos dando a demostrar que eran destinados, creo que ella debía de buscar otra manera para que ellos se dieran cuenta y esa manera tiene nombre y apellido y muy pronto llegaría a la vida de ambos.

¡Min dame un hijo! [Y.M][#1] [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora