cap 18

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No pego el ojo en todo lo que resto de la noche, los tenía tan abiertos como un búho con exceso de cafeína, algo que asombrada teniendo en cuenta sus ataques de narcolepsia, los cuales le hubieran gustado tener para no sentirse tan horrible al lado de luffy, que por más que se moviera, de algún modo, el menor lo sentía y se acercaba a más a su cuerpo, que sin duda fue peor para el. Volvió a intentar dormir, cuando ya no escucho a los vecinos y su extravagante música, llamadas cumbias, o los gritos de los mismos peleando borrachos por alguna estupidez de hace 10 años, cerro lentamente los párpados, no lograría dormir pero bueno, sus ojos ardían- ¡ace! -la infantil de voz de su hermano menor le obligó a abrir los ojos, otra vez. El esbelto cuerpo de luffy cayó encima suya, con sus manos a los costados de su pecho y el resto en su abdomen

Lo primero que vio aparte del techo que estuvo observando toda la noche, fue la carita de luffy sonriendo como siempre, el único problema era que se sentía horrible, culpable y miserable, no podía ver el rostro de su hermanito, así que lo apartó con su mano- luffy sal de encima -apenas dijo, parecía una especie de zombie arrepentido. El azabache menor lo miro atentamente, siguiendo encima de ace, sin querer moverse de su lugar- Dios, me la estas poniendo difícil así -se mordió los labios apretando los puños

- ¡vamos a desayunar! -exclamó casi brillando, a lo que ace tuvo que taparse los ojos

Sin muchas ganas de levantarse, igual fue obligado por luffy mientras le agarraba de las piernas y lo arrastraba. Le extraño de no escuchar ruido mientras se iba acercando, eso sin duda era raro, quizá ellos eran los que causaban el alboroto por la comida. Luffy se sentó al lado de marco, con thacth al frente preguntándole alegre que iba a beber, por que ya sabía que iba a pedir carne de todas formas, ace, también al otro lado de marco tomaba tranquilamente un jugó de naranja con unos ojos caidos- shishishi ¡quiero leche! -fue ahí, cuando todo lo ingerido salió disparado de su boca de un chorro, maldiciendo por dentro el día en el que se mal pensó hasta la palabra leche

- ¿quieres más jugó, ace? -pregunto el castaño, con las gotas naranjas cayendo por su tupe medio caido, cara y parte de su cuello, escupiendo de vez en cuando algo del líquido, con los brazos en sus caderas mirando al Pecoso, que negó con la cabeza rápidamente- ah, bueno -término por decir secandose con unas servilletas

- ace esta raro, ¿que pasa? -luffy pregunto, recibiendo la comida hecha por thacth

- estoy bien, estoy absolutamente bie-... -se pico los ojos. ¿Por que luffy seguía con su ropa?, prácticamente se le podía apreciar todo el cuerpo cuando se agachaba

- ace, ¿que carajos te pasa hoy?, ¿hiciste o comiste algo? -marco y sus instintos maternos ya atacaron con unos juzgadores ojos

No respondio, de todas maneras no era lo más raro alli, raro fue escuchar el grito de Brook, Franky y Chopper corriendo y gritando por el pasillo ¡marihuanicen la legalihuana!. Kureha por algún motivo existente nada más que en su cabeza seguía drogando a las personas- Chopper, te dije que no te comieras esos dulces -y la bruja apareció después de unos segundos detrás de los drogados. Ace se levantó de asiento para con kureha, tenía que hablar muy seriamente con esa vieja, la agarro de los hombros y la agitó con fuerza exclamandole por que tenia que andar poniendo marihuana en lo que hacia- solo quiero ver las diferentes reacciones que tienen -contestó simplemente

- ¡no somos tus conejillos de India, maldita bruja! -grito agitandola aún mas- además, ¿¡por que tenías poner esa cosa rara en los brownies!?, ¡luffy se los comió todos! -¿por que sintió que no debía decírselo?. La expresión de no importarle nada a kureha cambio a una divertida, y pícara, la misma que Nami, Robin, y vivi suelen poner cuando se les cruza una idea que involucra la posible pérdida de la virginidad anal de su hermano menor poniéndole ropas de todo tipo con la intención de vender sus fotos a sabo o Zoro, o shanks o a el, o en si a cualquiera

¡que se atreva el valiente!Where stories live. Discover now