Capítulo 4

642 123 39
                                    

¿Estás bien?

Te estoy escuchando a tí. Supongo que bien es un termino relativo en este preciso momento.

Me duele la cabeza.

¿Qué fue lo que pasó?

¡Que no lo sé!

— ...han... Khan... ¡Khan! — abro los ojos de un solo golpe y me sorprendo al ver a mi padre frente a mí tratando de reanimarme — ¡Despierta! ¡Reacciona de una vez!

Me quedo un momento mirándolo antes de desviar mi vista hacia uno de los lados. Veo a Renuka con los ojos cerrados sin hacer ninguna clase de movimiento — ¿está respirando? —. Siento mi cuerpo demasiado pesado como para moverme para averiguar si sigue con vida.

— Renu... — siento mi voz muy débil. Estoy a punto de dormirme otra vez — Papá... — él me mira algo sorprendido — Ve a Renu... por favor... — Vuelvo  caer dormido. 

¿Alguna idea?

Eres muy cabeza dura ¿no? Ya te dije que no sé nada.

¿Qué planeas hacer?

No lo sé... Espera, tú eres la autora, se supone que sabes cómo va esta historia ¿no?

Ah...sí, claro...

¿Tampoco sabes lo que pasa?

Pues, no. Estoy tan intrigada como tú por esta situación.

Y justo cuando creí que servirías para algo más que solo joder...

Eso fue cruel.

Mi cuerpo vuelve a reaccionar. Ahora siento que soy capaz de moverme; pero aun me siento débil.

Siento un vuelco en el estomago al abrir los ojos y ver que estoy en mi habitación — ¡¿Dónde está Renuka?! — Me levanto de golpe y siento un fuerte dolor en la cabeza. Me obligo a caminar hacia la puerta para.

— Renu... — me cuesta hablar — Renuka...

Al salir de la habitación, veo a Ciro parado frente a una de las ventanas del comedor. Está sólo.

— ¿Dónde...? — él voltea a verme.

— Khan... — apunta con la cabeza hacia la habitación de Renuka — se encerró ahí hace unos 30 minutos.

Logro llegar a su puerta después de casi caer varias veces en el camino. Está cerrada con seguro.

— Renu... — la escucho sollozar. Está llorando — Renu ábreme — la siento apoyarse del otro lado de la puerta — Cariño...

— Tenía mucho miedo... Yo... No sé si...

— Cariño. Todos tuvimos miedo. No eres la única.

— ¿Qué fue lo que pasó?

— No lo sé; pero lo voy a averiguar. Lo prometo. Solo... — pego mi frente a la madera — Abre la puerta... — escucho el sonido del seguro y la puerta se abre lentamente.

Siento como mi corazón se calma al ver que ella está bien. Y en cuanto me ve, rompe en llanto y me abraza con mucha fuerza mientras oculta su rostro en mi pecho.

— Estás bien... — acaricio su cabello — Estás bien... No pasa nada.

Con el bienestar de Renuka confirmado, pongo mi atención en Ciro para que de una maldita vez me diga todo lo que sabe. Porque seamos sinceros, él no me buscaría solo para saber de mí. Ciro sabe algo sobre todo esto; y me lo va a decir ahora mismo.

Sangre De LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora