Capítulo 16

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Me habría gustado darles un recorrido por la ciudad; pero creo que tendrá que ser en otra ocasión. En la que no quieran matarnos con tanta ira.

Mientras espero a que los chicos aparezcan con el transporte para largarnos de este lugar, intento con toda la paciencia del mundo hacer que Elliot se serene para no tener que recurrir a noquearlo y cargarlo como un bulto.

Aunque ganas no me faltan. Podría golpearlo y decir que fue por efecto de la situación pero...

¡Concentratet, Khan! ¡Este no es momento para estupideces!

— ¡Alfa! — es la voz de Iki.

— Elliot, debemos irnos o las cosas se pondrán peores.

— En algún momento tendremos que decidir quién manda en realidad — pasa junto a mí y me golpea con el brazo.

Les hago una señal para que se adelanten mientras busco a Bestia.

Supongo que lo del sujeto ese tendrá que esperar. Más le vale a la rata de Olfen seguir con vida para entonces.

Mientras nos alejamos, veo que los sangre de lobo se mantienen estáticos con la mirada puesta en quien tienen al frente.

— Este es el lugar menos indicado para estar enojado — dice Iki.

— Es posible que este lugar no se recupere. — aparto la vista de la escena — Zafiro siempre fue el foco de los problemas, y ahora depende de ellos si desaparece o no.

— ¿A dónde vamos ahora? — pregunta Erick, moviendo la mandíbula de un lado a otro como si en cualquier momento se le fuera a caer.

— Eres un exagerado. Ni fue tan fuerte — me excuso.

— Esa es la peor disculpa que he oído en mi vida...

— La situación lo requería y ustedes no escuchaban palabras.

— Pudiste haber golpeado a Elliot y no a mí.

— Está bien, suficiente. — dije en cuanto noté el pelaje erizado de Elliot — nos dirigimos a Minerva. Nos tomará otro par de días para llegar allá.

— ¿Crees que lleguemos a tiempo?

— Eso espero.

Anda, Khan. Solo una vez.

Si te dejo narrar solo una vez ¿dejarás de joder con eso?

Posiblemente sí.

Bien... Supongo que puedes hacerlo ahora que solo estamos en el camino.

¡Está bien!

Y no te alargues.

No lo haré.

Este capítulo quedará muy raro...

Bueno, mientras Khan y el equipo salen de Zafiro, rumbo a Minerva, en la ciudad de Sutan las cosas comienzan a ponerse complicadas poco a poco.

— ¿Estarán bien? — pregunta Renuka a Rhys mientras pasan el tiempo como dos jóvenes castigados.

Bueno, Rhys no es joven exactamente, pero entienden el punto.

— Espero que sí. Aunque no dudaría de las habilidades de Khan. El alfa siempre cumple con las misiones — coloca una carta sobre la mesa — gané otra vez.

— Este juego ya no es divertido...

— Cualquier juego se torna aburrido si lo juegas varios días seguidos.

Ambos se estiran en el lugar y se miran con el mentón apoyado en la mesa. Sus expresiones de sumo aburrimiento son más que evidente; pero se ven interrumpidas por el sonido de la puerta, anunciando el regreso de Ciro.

— Abuelo...

— ¿Dónde estabas?

— Escúchenme bien. Ni se les ocurra salir de este lugar — está muy alterado — algo está ocurriendo y nos está afectando a nosotros, no a ustedes.

— ¿De qué hablas? — pregunta Renuka, poniéndose de pie — ¿Qué está pasando? ¿Por qué estás tan nervioso?

Renuka se acerca a Ciro y toma su mano para intentar llevarlo a una silla. El evidente nerviosismo del sangre de lobo que hasta el momento no había demostrado nada más que seriedad y pacificidad con ella, comienza a transmitirse.

— ¿Qué pasa? ¿Pasó algo con mi papá? — su corazón comienza a latir con rapidez ante la idea de lo peor — Mi papá...

— No, no sabemos nada Khan. — la interrumpe — Algo está pasando que nos afecta a los sangre de lobo más puros. Todos parecen tener las emociones a flor de piel. Y la mayoría están enojados. — La mira a los ojos con inseguridad antes de pasarse la mano por el rostro para intentar cambiar su expresión — Escúchame bien, cuando venía de regreso, los sangre de lobo comenzaron a irritarse sin razón y a discutir entre sí. Algunos comenzaron pelear sin posibilidad de detenerse. Tú y Rhys se quedarán aquí mientras yo pido otra habitación para mantenerte a salvo de mí. — deja salir una leve y fingida carcajada — No quiero ni pensar en lo que haría Khan si algo te pasa.

Lo que daría Khan por oír esto.

Renuka no deja de observar a su abuelo con comprensión por sus palabras; y su única reacción a esto, es la de rodear su cintura con sus brazos mientras apoya su cabeza sobre su pecho — Realmente, es un buen tipo. Khan debería de pasar más tiempo con él —.

Ciro no parece tener intenciones de apartarla, luego de un breve momento acaba por corresponder el abrazo con su nieta mientras acaricia su cabello como si temiera hacerle daño.

— No es malo tener miedo ¿Sabes? — Ciro la observa algo sorprendido — Sé que te molesta que los demás te digan que estás asustado; pero no es malo tener miedo, y menos en una situacion como esta. Estoy segura de que papá también está asustado por esto. Él se preocupa demasiado por mí a pesar de que soy bastante independiente. Pero debo admitir que también temo por él... — baja la mirada al pensar en su padre — A pesar de todo lo que ha pasado entre nosotros, siempre intentó acercarse a mí como antes. A pesar de que lo regañara y no lo tratara muy bien, papá quiso hacerme feliz. Y yo no lo dejé... — Se aferra aún más a su abuelo y alza la mirada — Abuelo ¿qué voy a hacer si él no...? — se Interrumpe y cubre su rostro mientras solloza —  No quiero que le pase nada malo. Quiero que regrese como lo prometió. Quiero que cumpla su promesa. Quiero que...

Esta vez, es Ciro quien la Interrumpe

— Descuida, pequeña. Ya verás que lo hará.

— No es necesario que te apartes, Ciro. — interviene Rhys — Estoy seguro de que Renuka y yo podremos controlar la situación. Sólo... Piensa cosas felices y no te alteres — le hace una sonrisa que hace reír a Renuka y Ciro suspira rendido.

Está bien... Me quedaré — mira las cartas sobre la mesa — ¿qué tal un juego? — Rhys y Renuka hacen muecas de disgusto; pero aceptan jugar.

Por lo visto, no hay mucho que contar. Parecen llevar la situación bastante bien. Será mejor que regrese con Khan antes de que se ponga rabioso.

Sangre De LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora