Lastimarte

440 26 54
                                    

  Caminaba tranquilamente por las nevadas calles de Nueva Jersey cuando lo vió, con aquella bufanda a rayas grises y negras, vistiendo completamente del mismo tono de negro que su largo cabello que parecía tan suave como la seda. Al menos desde lejos. Frank supo en ese preciso momento que ese chico era su amor de invierno, ese amor que venía a derretir la nieve a su alrededor.
  No queriendo parecer un acosador, se quedó parado a medio camino sólo para ver hacia dónde se dirigía aquel chico de cabello largo, viéndolo entrar así a una casa a casi una calle de distancia. Suspiró, haciendo que una pequeña nube de vapor se creara desde sus labios. Era su primer suspiro de amor.
  Desde aquel día, Frank le rogaba al cielo, al destino y a las estrellas poder volver a cruzarse con aquel chico y poder entablar una conversación en la que, al menos, pueda saber su nombre. Lastimosamente, uno de esos días siguientes, se encontró en la calle con su ex mejor amiga, Lindsey Ballato, la cual no quiso desaprovechar esa oportunidad y lo saludó descaradamente, colocándose bien en frente de Frank para cortarle el paso.

 — Hola, Frankie ¿Cómo has estado? ¿Te han roto el culo últimamente? —Se burló. Claro que Lindsey sabía muy bien que Frank era bisexual, él mismo se lo había confesado en una pijamada en la casa de ella y desde aquel día ella usaba esta información para burlarse de él.

  — ¿Y tú? ¿Ya conseguiste a algún idiota con quien morir de una sobredosis? —Contraatacó Frank, queriendo irse de allí moviéndose para un costado, pero Lindsey también se movió.

  — Oh, vamos, Frank ¿Sigues molesto conmigo? —Preguntó ella haciendo un puchero y Frank apretó los dientes.

  — ¿Cómo no estarlo? Te burlaste de mí en público con esa obra tuya —Le contestó y Lindsey rodó los ojos.

  — Era sólo una broma, Frank. Si tú no hubieras dicho nada nadie se hubiera dado cuenta de que se trataba de ti —Frank inhaló profundamente por la nariz y luego soltó el aire, intentando calmarse.

  — Mira, no pienso discutir contigo. Cruzaste los límites conmigo, Lindsey. Sigo creyendo que necesitas ayuda psicológica. Digo, no son normales las cosas que haces —Decía Frank, terminando por apretar los labios.

  — Deja de tratarme como una loca cuando el loco eres tú. Te molestaste por un puto cuadro y luego arrojaste años de amistad a la basura. Tú eres el monstruo aquí pero ¿Sabes? Ya no te extraño en absoluto —

  — Me alegro por ti, porque tampoco te extraño. Estoy mejor sin una tóxica como amiga —Escupió el chico y Lindsey fingió un bostezo.

  — Te vistes como punk pero no lo eres, pequeño. Eres una masita sensible —

  — ¿Y tú sí eres punk?

  — Claro que sí, soy la jodida representación de lo punk —Respondió Lindsey con suficiencia y Frank chasqueó la lengua.

  — Jodida estás —Soltó, evitando reír y Lindsey lo miró con el ceño fruncido.

  — Ya, no pienso perder más tiempo con amigos de mierda que inventan mierdas sobre mí —Dijo, moviendo su mano izquierda en el aire—. Así que si me disculpas, pequeña masita, me voy —

  — Vete a la mierda —Gruñó Frank y Lindsey rió.

  — No pienso volver a tu cuarto o a juntarme contigo —Y se alejó, dejando a Frank con aquel mal sabor de boca que siempre tenía al hablar con Lindsey. El estómago se le estrujaba y la garganta se le cerraba. Una sensación horrible de angustia y bronca.
  Pero entonces, como si realmente fuera un rayo de luz que venía a derretir la nieve o calmar la fuerte marea que había en su estómago, el chico de largos cabellos negros se apareció frente a él. Estaba a tan sólo unos metros, tenía unos microsegundos para pensar en qué hacer antes de que la oportunidad pase, y no se le ocurría nada, pero para su suerte, el chico chocó con un hombre que por allí pasaba y se le cayó una libreta de dibujo, dejando caer además algunas hojas sueltas que el viento sin piedad comenzaba a arrastrar por la acera. Frank, viendo la maravillosa oportunidad que se le presentó, se apuró a juntar cuántas hojas pudo y se acercó al chico, entregándoselas tímidamente luego de echarles un vistazo súper rápido.

One Shots || FrerardWhere stories live. Discover now