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Adora abrió los ojos con cierto temor, temía seguir atrapada en una de esas realidades alternas por las que había pasado. La compuerta de la cámara en la que estaba se abrió, permitiendo que se pudiera sentar. Se sentía completamente descansada, renovada por completo.

Dio un vistazo a su alrededor, encontrándose a Catra sentada en la puerta de salida dormida. Le causó ternura verla así, por lo que se acercó silenciosamente hasta ella, depositando un beso en su frente, lo que despertó a la felina.

—¡Adora! — gritó Catra, abrazándola con fuerza, empujándola hacia el suelo con ella. Luego la besó, en ese beso le transmitió lo mucho que se había preocupado por ella. La rubia se separó con una sonrisa en el rostro.

—Ya estoy mejor, no te preocupes, no moriré tan fácilmente.

—Nunca te había visto enferma, Adora.

—Lo sé, supongo que me excedí un poco, pero era necesario.

—No, no lo era, podríamos habernos quedado ahí —dijo casi haciendo un puchero Catra. Adora acarició gentilmente su mejilla con una mano.

—No podíamos quedarnos ahí, Catra, no era nuestra realidad, hubiéramos desaparecido del universo para siempre.

Catra bajó la mirada, la rubia parecía divertida con su reacción. Buscó sus labios, y la besó nuevamente, un beso lleno de calidez, que reconfortó a la felina casi de inmediato.

—Podemos formar una familia como en aquella realidad cuando todo esto acabe —dijo con una sonrisa que derritió a la felina, que a su vez desvió la mirada algo avergonzada.

—Los demás te están esperando, creo que tendrás que tomar una decisión.

—Pero tú ya sabes cuál será mi decisión, ¿verdad? Por eso estás aquí.

—No voy a detenerte, Adora, sé que irás tras Genjitsu.

—¿Genjitsu? ¿Ese es su nombre? —la mirada de Adora se oscureció por un momento, aquella mirada reflejaba cierta ira contenida.

—Sí, ese es el nombre del bastardo que nos llevó a esas realidades alternas, también se llevó a Summa, seguramente quiere usar su habilidad de clones con una sola mente y capacidad de fusionarse.

—Suena cada vez más peligroso. Debemos detenerlo.

Catra miró fijamente a los ojos de Adora, su determinación se reflejaba en su rostro, en su mirada ardía el deseo de venganza, más que el de la justicia.

—Lo haremos, pero tenemos que elaborar una estrategia que nos asegure la victoria, ya que no saliste ilesa cuando te enfrentaste a él.

—Sí —contestó Adora casi por reflejo.

Catra sabía en lo que estaba pensando, por lo que tomó su rostro con ambas manos, para que la volviera a mirar.

—Prométeme que no vas a hacer nada estúpido o impulsivo.

Adora sonrió, sujetando una mano de Catra, acariciándola.

—Lo prometo.

Ambas se levantaron, y salieron de la habitación tomadas de la mano. Catra la guio hasta la sala donde estaba reunido el grupo, pero sólo quedaban Perfuma y Entrapta en el lugar.

—¿Dónde están todos? —preguntó Catra a Entrapta.

—No les gustó la historia de Perfuma así que al parecer salieron del laboratorio —se encogió de hombros la ingeniera.

Catra hizo una mueca y fue a buscar al resto. Mientras esperaban, Perfuma le explicó a Adora lo mismo que había contado hace unas horas al resto del equipo. La rubia escuchó atentamente, al final sus sospechas que la llevaron a encararla junto a Catra no eran del todo desacertadas, se sintió orgullosa de eso, pero ese sentimiento no duró mucho, cuando supo que DT estaba con Summa.

—Debemos ir tras ellos antes que lo descubran —afirmó Adora. Perfuma se tomó unos segundos antes de responderle.

—¿Adora, estás segura de querer enfrentar a Genjitsu?

—Por supuesto que sí, el universo está en peligro mientras exista.

—Es cierto, pero desconocemos los aliados que tiene —señaló Entrapta.

—Tal vez Netossa sepa algo —sugirió Adora.

En ese momento entró parte del equipo escoltados por Catra, que su rostro reflejaba cierta molestia. Mermista y Sea Hawk habían vuelto al campamento base en el que estaban en un principio, por lo que sólo regresaron Bow, Glimmer, Netossa, Scorpia y Spinnerella.

Hubo unos segundos de silencio incómodo, nadie se atrevía a tomar la palabra, hasta que Catra suspiró con hastío.

—Adora va enfrentarse a Genjitsu, necesitamos idear un plan que no termine con algunos de nosotros muertos. Perfuma ¿Summa tiene algo que nos sirva?

—Sí, dejó preparados algunos clones para que los lleváramos, además de unas armas especiales, son de un material ultraliviano que procede de aquí de Titán, como también usan un mineral como fuente de energía para disparos de alta potencia y precisión.

—Bien —la cortó Catra.

—Netossa, ¿sabes si Genjitsu tiene más aliados? —preguntó Adora.

Netossa se tomó un momento para pensar.

—Probablemente no debería compartirles esta información, pero se cree que tiene por lo menos unos 4 aliados junto a él. Pero 3 de ellos son criminales reconocidos y buscados por la Federación. Dos de ellos son mercenarios con un arsenal bastante ilegal de armas, con muchos cargos de piratería. Pero el otro, tiene la habilidad de crear portales por los cuales atraviesa el espacio.

—Existe el rumor de que uno de los aliados es una mujer que puede manipular o moldear cualquier tipo de metal, sólo con su mente —añadió Spinnerella.

Adora se quedó meditando un momento, esa información podría ayudarles bastante, pero sin conocimiento del lugar donde el enemigo estaba no serviría tanto.

—Bien, iremos tras ellos usando el localizador de Perfuma, idearemos la mejor estrategia en el camino, también necesitamos conocer el territorio enemigo. Avisen a Mermista y a Sea Hawk, partiremos de inmediato —dijo con autoridad Adora.

Catra la miró de reojo, se prometió que no permitiría que Adora muriese, al menos no en esa misión. Pero no podía evitar ponerse tensa ante el arrojo que mostraba la rubia en estas situaciones. No se enfrentaban a un simple ejército. Salieron del enorme laboratorio, Perfuma fue por los clones, por lo que todos se reunirían en la nave de Adora.

Una vez allí, la rubia tomó la mano de la felina, la atrajo hacia sí, para abrazarla y besarla. Seguía temiendo que todo fuera un sueño, a pesar de estar enfrentándose a un gran peligro, la felicidad que le daba Catra, le hacía sentir que todo era irreal, lo cual le afectaba luego de la experiencia con Genjitsu.

Pero se dio cuenta que aquello era real cuando escuchó a Glimmer decir: "Consigan un cuarto antes de morir". Se separaron, Catra miraba enfadada a Glimmer, mientras que Adora reía y suspiraba del alivio.

Más cerca de ti - CatradoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora