Capitulo 34

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JUNGKOOK 

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Horas después de abandonar la casa de Taehyung y pasar toda la tarde tratando de no colapsar mientras atendía a los clientes había llegado la hora de cierre, ello implicaba la reunión con SeokJin. 

Mis manos sudaban mucho, el corazón iba a mil por hora y Ryu-Jin había dicho que si seguía caminando en círculos lo más problable era que le abriera un hueco al piso, tan exagerada. Sabía que tenía a los chicos de mi lado, y por los "chicos" me refería a Taehyung, Ryu-Jin y Hoseok, quienes conformábamos la línea subordinada de la tienda, SeokJin era el jefe y bueno, ya no sabíamos de qué lado estaba NamJoon, aunque teníamos esperanza desde la última reunión. 

Una idea para Halloween, un mes bastante particular, jamás pensé que una fecha usada por niños para comer dulces de más pudiese generar tanto ingreso en este tipo de negocio, creo que la idea de dejar contaduría jamás había sido tan atractiva, cada vez de daba cuenta que entendía menos sobre el asunto. Sin embargo, lo poco que pude aprender en este semestre me ayudó para orientar mejor la idea para este Halloween. Era una locura, sí, pero ya era una locura mucho más grande lo que había vivido estos meses desde que mis padres no estaban. A esta altura me sentía capaz de hacerlo todo. 

Había tenido apoyo de muchas partes, sobre todo del chico que me enseñó a ser "súper hombre", pero sabía en el fondo que también había sido por mi parte, el hecho de permitirme crecer y seguir mejorando. Sabía que habían cosas en las que aún necesitaba trabajar pero todo tenía buena pinta y creo que no habría logrado nada de esto sin haber entrado a esta tienda de la "perdición", como solía llamarla antes. 

Perdido en mi mente sentí unos brazos rodear mi cintura y un beso en mi mejilla, sonreí como respuesta y dejé caer mi cabeza en el hombro de Taehyung, no necesitaba nada más para saber que se trataba de él. Su olor característico se filtraba disipando cualquier otro pensamiento y diablos, aquello era tan embriagador que podía llegar a asustarme, era peor que cuando mi mamá ponía dibujos animados para que dejara de llorar, había olvidado lo que sentía quedarse completamente absorto en algo en concreto, o en alguien, para ser precisos. 

- ¿Estás listo? - preguntó Taehyung susurrando con calma, pude darme cuenta de que me mecía en sus brazos, como aquel abrazo que me dio en la puerta de mi casa luego de pasar la tarde juntos 

- ¿Estarás ahí conmigo? - respondí luego de lamer mis labios 

- Siempre contigo - contestó cerca de mi oído haciendo que abriera los ojos 

- Siempre listo - al momento de contestarle sentí cómo tiró con suavidad de mi lóbulo, fue suficiente para abrir los ojos ampliamente y sentir aquel escalofrío que nunca faltaban en los gestos íntimos de Taehyung

- Así me gusta - supe que había suspirado porque todo el aire impactó en la curva de mi cuello haciéndome gelatina entre sus brazos. Era astuto e incluso un poco cruel 

Pero él no debería olvidarse de que aquello era un juego de dos 

En un rápido movimiento pude girar hasta dejar un beso peligrosamente cerca de sus labios, cuando intentó atraparme para seguir con ello me alejé de él corriendo y gritando. Sin decir nada caminé hasta tomar asiento en uno de los muebles dentro de la oficina de SeokJin, la cual se veía un poco más extraña de lo que recordaba. El color de las paredes se había vuelto algo más neutro y los sillones de antes ya no estaban, ni el tan dichoso sillón de terapeuta que luego de unos días descubrí su verdadera función 

Sweet Orgasms Sex Shop · Vkook ·Where stories live. Discover now