ENAMORADA DE ANÓNIMO

capítulo 1

Estoy sentada en un banco en medio de la plaza, una plaza desconocida, y no hay nadie en la calle, ni si quiera se como llegue aquí. Hay un poco de niebla, y eso me dificulta la vista, si quiero mirar a lo lejos, de repente entre la niebla aparece una silueta, una sexy, por lo visto es un chico alto, y atractivo. Cada vez se acerca más, tengo miedo, cierro un momento los ojos para procesar todo esto, pero no lo logro. Cuando los abro, la silueta esta frente a mi. Lo raro es que, sigue siendo una silueta, esta justo frente a mi pero no entiendo como lo sigo viendo como silueta, me paro frente a él porque su molde me dice que es un chico, estiro mi mano y lo toco. Uau, no lleva camiseta, pero no lo puedo ver no veo su rostro es como una sombra frente a mi, sólo que la puedo tocar. Se queda quieto, y luego levanta ambos brazos y me abraza, puedo sentir el calor de su cuerpo, del chico sombra, suspira y dice:

- tu siempre tan hermosa, Mell

Yo lo miro atenta, y no se que decir, entonces asiento.

-Piensa en este parque más seguido, el parque anónimo-susurra- y entonces Mell vendrás más seguido y te veré más seguido.

-quien eres? Y por qué quieres verme?-le digo sin pensar, el me besa la mano y me despierto.

El despertador marca las 5:05 de la mañana, falta todavía una hora para prepararme para el colegio. Me levanto, pensando en aquel sueño tan extraño que tuve, ¿el parque anonimo?, en serio que es raro, y, ¿quien era el "chico anonimo?" De seguro habrá sido Gus. Mi mejor amigo, habré soñado con el, aun que era muy sexy para haber sido el.

Al transcurrir las una hora que faltaban me volví a quedar dormida luego de haber tomado una taza de café, y mi infaltable vaso de agua en ayunas.

Por fin son las 6:00 a.m. me voy a la regadera y me ducho, con la deliciosa agua caliente por la mañana. Ya desayune así que no tengo hambre.

-hola Mell querida-dice rocío mi sirvienta, de hace algunos años, es tan dulce, es como una madre. Ya que la mía viaja todo el tiempo por el mundo.

-hola, rocío, ¿que tal amaneciste?

-excelente, oí que te levantaste hace rato, comiste o tomaste algo ya?

-sólo un café

-si quieres te hago jugo de fresas como te gustan, y te consigo unas masitas ok?

-esta bien, gracias!

Rocio me trae mi jugo y mis masitas que están riquísimas. Desayunamos juntas, y me preparo inmediatamente para irme al colegio, como no exigen uniforme, hoy opté por unos vaqueros largos, y hacia arriba una remera ajustada celeste.

Hago un moño de mi cabello, lo despeino un poco y me voy.

Sólo camino tres cuadras para llegar. Al hacerlo me subo tranquilamente las escaleras.

Llego en mi salón que esta en el último piso al final del pasillo, y como siempre encuentro a todos mis compañeros alborotados, Pero hoy más que cualquier otro día.

-Mell!! Por qué esa cara? A caso no sabes que día es hoy?- me dice Giselle, y Gus está a su lado sonriendo.

- hoy es viernes! Friday!-Dice Gus

-yy??- le contesto, porque se que hoy no es cualquier viernes.

-es el último día de clases, ¿como te olvidaste, loca?- me dice Giselle, ella es alegre sólo cuando quiere serlo, pero generalmente, se pasa diciendo que es hora de madurar para todos.

-que?! Uauu!- contesto sorprendida, de seguro tengo la cara de una tonta sonriendo de esta manera.

Nos pasamos toda la mañana distrayendonos de las clases, y los profesores están igual de felices que nosotros.

Al salir Giselle esta toda alborotada y alegre.

-oigan, miren traje invitaciones para mi fiesta de 17-dice mientras nos da una tarjeta roja, estilo casino a algunos de los compañeros.

-gracias! -Le digo, y me estira del codo

-En esa fiesta conocerás a nuevas personas, y te caerán bien- me dice en un tono sospechoso.