Bajo del coche lo más rápido que su cuerpo le permitió, ignorando en extremo al ruso que lo seguía con la mirada. Aún sentía los mareos y el dolor en su cabeza presentes además que el pequeño revoloteo en su estómago no ayudaba.
— Llegan tardes, sobre todo tu Gustabo — Se interpuso Conway en su camino, cruzándose de brazos mientras lo analizaba con la mirada.
— De eso hablamos más tarde, tengo que ir a-
— ¿A dónde irás? ¿Vas a escaparte por alguna ventana, Gustabin? — Preguntó con ironía, levantando una de sus cejas desafiante ante el rubio.
— No, no, solo es que-
— ¿Es que qué? — Le interrumpió nuevamente, dando un paso más hacia el más bajo, viéndose amenazante.
Tragó saliva nervioso, cruzando sus ojos azules con los oscuros de Conway. Sentía la penetrante mirada del ruso sobre ellos, podía sentir incluso como fruncía el ceño. Sus piernas temblaban y sus manos sudaban.
Se daba asco.
— Tengo que ir al baño — Habló rápido, tratando de empujar con poca fuerza el cuerpo del pelinegro, siendo empujado devuelta.
— No, tu te quedarás aquí y tu-
Dejó de escuchar la voz de su padre y se concentro en los pequeños murmullos en su cabeza.
El miedo invadió su cuerpo y actuó por si mismo.
Las voces no dejaban de burlarse, escuchas risas de mujeres y niños.
¿Se estaba volviendo loco?
— No — Respondió para si mismo por impulso. Levantó su mirada hasta encontrar con la de su padre, teniendo el valor para no apartarla — ¿Puedo ir al baño?
— ¿Acaso no haz escuchado todo lo que te he dicho? — Preguntó entre gruñidos.
— La verdad es que no, tengo que ir al baño — Insistió una vez más.
Conway soltó un fuerte suspiro, siendo notado por Volkov, quien miraba la escena frunciendo el ceño. Estando aún detrás del rubio, pudo notar pequeños detalles de esté, como su suave temblar en sus puños cerrados, o sus movimientos erráticos por los nervios. Curioso por esto, miró a su antiguo jefe, esperando a que esté notará el estado del más bajo.
— Tienes tres minutos — Sentenció, dándose la vuelta.
Apartando al pelinegro de su camino con un fuerte empujón, corrió hacia los baños del edificio, dando un par de vueltas perdido por los estrechos pasillos del lugar.
Cunado pudo ver la puerta pintada de azul, corrió hacia esta, cerrando con pestillo para que nadie interrumpiera.
Estando encerrado, pudo respirar con normalidad, dejando caer sus hombros cansados, al tiempo que se dejaba caer en una pared, deslizándose hacia el suelo.
— Que cobarde — Murmuró, escondiendo su cabeza entre sus rodillas, teniendo en primera vista su panza — Que asco, coño.
Dejando que el silencio se apoderada del lugar, cerro sus ojos, esperando encontrar la paz que tanto le faltaba ya hace mucho.
Entrando atrapado en esas cuatro paredes, le recordaba cuando estaba internado sin entender nada, sin saber cómo había llegado ahí, sin saber que había pasado con su hermano y padre, sin saber por qué era escoltado en camisa de fuerza y con policías fuera de su habitación.
La poca información fue en vana. Los doctores le mentían en descaro, los policías lo ignoraban, el psiquiatra no fue capaz de entenderle.
Eran simples preguntas.
CZYTASZ
ᴄᴏᴡᴀʀᴅ ▫️Volkabo▫️GTA Roleplay
FanfictionSoltó un fuerte suspiro con agobio, verse al espejo después de tantos años ya no era lo mismo, no era él mismo. Sentía vergüenza, se daba asco, con razón más personas se burlaban cuando pasaba. Sin previo aviso, arcadas y quejidos salieron de su boc...