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Seokjin había estado de lo más llorón y difícil durante toda la mañana. 

Yoongi tomó su temperatura tres veces antes de salir de casa pero todo parecía estar bien, aún así su niño no se despegaba de él y se rehusaba a dejar el chupón y a RJ en casa. 

Yoongi suspiró frustrado y decidió llevarlo así a la escuela. Era eso o que faltara, y hoy no podía llevarlo a la oficina.

Tenía que recibir a los arquitectos encargados del proyecto de su último cliente. Serían horas de aclarar detalles y modificar planos. Horas en las que nadie podría supervisar a Seokjin. Incluso su oficina estaba llena de peligros para un niño pequeño de 5 años.

Bajó de su camioneta con Seokjin aferrado a él como un koala. 

"Aw qué le pasa el pequeño?" Preguntó la nueva profesora de Seokjin. 

"No lo sé." Respondió Yoongi frunciendo el ceño. "Jinnie." Dijo dirigiéndose a su hijo. "Dame el chupón y a RJ, sabes que no puedes traerlos a la escuela." Seokjin sacudió la cabeza con los ojos llenos de lágrimas. 

Odiaba no poder llevarlo con él, odiaba tener que dejarlo cuando estaba así. 

"Yo me encargo de él." Dijo la srta. Kim acercándose a ellos. "Déjeme ayudarlo, Sr. Min, necesita alguien que lo apoye, no puede estar siempre solo." 

Yoongi quería decirle que por supuesto que podía hacerse cargo de Seokjin él sólo. Lo había hecho durante estos 5 años sin problema alguno. "Sé que está prohibido pero podría permitir que se quede con el chupón y el muñeco el día de hoy?" Preguntó en lugar de responder a lo que la maestra había sugerido.

No puede estar solo. 

No lo estaba. Tenía a Jinnie. 

"Claro! El pequeño está tan mimado." Dijo acariciando la cabeza del menor. 

Cuando Yoongi intentó dejar a Jin con su maestra el niño se aferró a él y comenzó a gimotear, la srta. Kim lo arrebató de sus brazos y la sostuvo. "Yo me encargo, confíe en mí." 

Yoongi solo confiaba en él mismo cuando se trataba de Jin. Y a veces en Jungkook. Solo asintió y lanzó un beso a su lloroso hijo antes de partir. 

En cuanto estuvieron dentro del aula la srta. Kim se hincó frente a Seokjin tomándolo de los brazos. "Vamos, Seokjun, sabes que no debes traer estas cosas a la escuela, además ya eres un niño grande." 

Seokjin se zafó y se metió bajo una mesa abrazando a RJ a su pecho. No le gustaba esta maestra y no le gustaba tener que escaparse para casarse con Jungkook.

Y si la iglesia estaba muy lejos y se cansaban? 

La srta. Kim se agachó e intentó sacarlo de ahí pero Seokjin se había hecho bolita, lo más pequeño que podía y su maestra no había podido sacarlo de ahí por el resto de la mañana. Cuando la hora del refrigerio llegó asomó la cabeza y vio a todos salir. 

Su vista se vio obstruida por las piernas de la Srita. Kim. "Tu no saldrás a jugar el día de hoy Seokjun, estás castigado. No sólo no quisiste regresar tus objetos prohibidos, sino que no obedeciste y pasaste toda la mañana bajo la mesa. Te quedarás aquí sólo, pensando en lo que hiciste." Dijo antes de salir del aula dejando al niño bajo la mesa. 

Jin salió rápidamente y miró por la ventana. La srta. Kim estaba tomando asiento en medio del patio cuidando del resto del grupo. Cuando una niña cayó del columpio y la maestra corrió a auxiliarla, Seokjin aprovechó para salir del aula. 

Tenía que buscar a Jungkook.

Corrió por los pasillos hasta llegar al aula de la srita. Young, pero estaba vacía. 

Corrió hacia la salida al patio y observó intentando encontrar a Jungkook. 

"Jin." Escuchó un susurro. Era Jungkook! Seokjin sacó el chupón de su boca y lo guardó en su mochila junto con RJ. Jungkook le hizo señas para que guardara silencio. Jin se la regresó poniendo su dedo sobre sus labios.

Ambos soltaron risitas y se tomaron de la mano para salir al patio de juegos y correr lo más rápido que sus pequeñas piernas les permitían al perímetro de la escuela donde colindaba con el bosque. 

Una gran cerca rodeaba todo manteniendo a los niños seguros y dentro del terreno escolar. Jin miró hacia arriba viendo lo alta que era. Cómo lograrían salir? "Es muy alta." Se quejó. 

"Yo soy el mejor escalando." Dijo Jungkook antes de comenzar a escalar. 

"Esperame!" Exclamó Seokjin intentando mantener su ritmo. Vio cómo Jungkook llegaba a la cima y se pasaba al otro lado bajando cuidadosamente. Cuando Jin llegó a la cima sintió sus piernas temblar. Estaba muy alto. 

"Vamos Jin! Solo pasa tu pierna a otro lado." Dijo Jungkook como si fuera muy fácil. 

Seokjin tragó saliva e hizo lo que Jungkook le dijo. Perdió el equilibrio cuando un pedazo de metal perforó la piel de su pierna. Gritó y soltó sus manos cayendo sobre Jungkook. 

Ambos comenzaron a llorar inmediatamente. 

"Me aplastate!" Acusó Jungkook. 

Seokjin seguía llorando. Estaba sangrando! 

"Me duele mi pierna!" Berreó. Su padre ya estaría sobre él lavando, poniendo curitas de RJ sobre su herida y prometiendo helado de chocolate. 

"Ya, ya, no llores Jin." Intentaba consolarlo Jungkook acariciando su cabeza. Pero él también quería que su papi Tae lo abrazara y besara para que dejara de doler, y que papi Hobi lo revisara y se hiciera cargo de sus heridas. 

Jin limpió sus lágrimas con sus puños llenando su rostro de tierra. "Jungkook mira eso!" Dijo apuntando. 

Una bolita blanca y peluda salió saltando de entre los arbustos.

Era un conejo. 

Ambos jadearon emocionados y siguieron al conejo dentro del bosque, sus heridas olvidadas rápidamente.

"Lo voy atrapar!" Gritó Jungkook. 

"Le vamos a poner Kookie!" Rió Seokjin mientras ambos corrían tras el animalito. 

Sus risas y respiraciones elaboradas retumbaban en el solitario bosque. El corto fleco de Jin estaba pegado a su frente sudada y el cabello de Jungkook era un desastre después de que el viento lo despeinara. 

Corrieron tomados de la mano hasta que el conejo llegó con su familia de conejitos y comenzaron a tomar agua en un pequeño lago. 

"Son muchos!" Gritó Seokjin emocionado. 

Había todo un ejército de conejos bebés. 

Él y Jungkook se acercaron pero la familia de conejos se alejó asustada. 

"Se están alejando." Apuntó Jungkook. 

Jin hizo una mueca y se resistió cuando Jungkook lo quiso jalar. "Tengo sed." Gimoteó. 

"Oh!" Exclamó Jungkook recordando. Quitó la mochila de su espalda y la abrió para revelar que estaba llena golosinas y cartones de jugo. "Los traje para el camino." 

Los ojos de Jin se iluminaron. "Kookie, eres el mejor!" Dijo antes de besar su mejilla. 

Él también abrió su mochila y sacó su mantita poniéndola sobre el suelo del bosque. Ambos niños se sentaron a tomar jugo dejando que la brisa los refrescara. 

Jungkook sintió como sus ojitos se ponían pesados. Esta era la hora de la siesta en el aula de la srta. Young. Cuando miró a Jin vio a su Omega bostezando, si pequeña boca abierta como una o

"Hay que dormir, Jin." Sugirió Jungkook. 

Jin asintió lentamente y ambos se recostaron sobre la manta con sus manos aún entrelazadas entre ellos. 

PRECOZWhere stories live. Discover now