Seda Blanca 「 NamGi 」

VIII

Dedicado especialmente a YuriKyoki
Un pequeño regalo anticipado a Navidad, espero que te guste. Gracias por tus comentarios 💜

Finalmente la temporada de calor había llegado a su cúspide y con ello nuestro trabajo había disminuido. Por una parte estaba feliz de poder disfrutar de mi tiempo y concentrarme en escribir letras que sólo guardaría para mí.

Letras inspiradas en una sola persona que rondaba mi mente de forma constante, adueñándose de mis sentimientos más profundos.

“Quiero crear para ti universos
llenos de vida, donde existan mundos en los que puedas ser quien eres
sin miedo a nada y donde las estrellas puedan verte brillar como un igual.

Porqué tú eres mi pequeño astro que ilumina mis días nublados y me da inspiración por las noches”
     

La campanilla de la entrada sonó sacándome de mi ensoñación, deje mi cuaderno y bolígrafo a un lado antes de levantar el rostro y sonreírle amigable a quien había ingresado a la cafetería, al estar solamente yo en el mostrador me tocaba atender a quien había llegado.

Encontrándome con un chico familiar de semblante alegre y bonitas facciones. Luciendo atractivo con su flamante cabello naranja.

ㅡ Oh, veo que no está el otro chico ㅡ me había tomado por sorpresa que esas hayan sido sus primeras palabras al llegar.

ㅡ Somos varios así que no sé de quién hablas ㅡ mentira. Sabía que hablaba de JiMin y agradecía que Tae no estuviera, porque de estarlo seguramente se hubiera puesto a la defensiva.

ㅡ Eso es muy fácil, es más bajo que tú y tiene cabello rubio, es muy lindo por ciertooh… ㅡ alargó la “o” como si aquello se hubiera deslizado sin querer de su boca, carraspeando rápidamente dijo ㅡ  y eso no importa ㅡ él desvió su vista al menú que teníamos sobre el mostrador y fingió concentrarse en él. Alcé la ceja ante sus palabras y su expresión nerviosa, pero decidí que no le haría pasar vergüenza y me dediqué a preguntar su orden.

ㅡ Supongo que hoy probaré algo nuevo. Recomiéndame una bebida y un postre, aparte colócame un café negro grande y una caja pequeña de donas ㅡ asentí escribiendo lo pedido y pensando qué le podría gustar a un chico como él. Tal parece que cuando se es amante del café, el clima no es impedimento para beberlo. Aprovechando la oportunidad le haría un favor a JiMin.

ㅡ ¿Cuál es tu nombre? ㅡ él estuvo a punto de decirlo, pero vi como sus ojos se iluminaban ante una posible idea.

ㅡ Te lo diré si me dices el tuyo ㅡ sonrió de forma tan tierna dejando ver un hoyuelo en su mejilla derecha.

ㅡ ¿Cómo por qué querrías saberlo? ㅡ yo al menos tenía la escusa de decir que era para no confundir los pedidos, pues acababa de entrar un pequeño grupo de tres chicos.

ㅡ Puedes llamarle curiosidad ㅡ reí por la forma en que lo dijo, pero sólo tomé el cuaderno en el que estaba escribiendo y le mostré la primera hoja del mismo en donde mi nombre estaba escrito con una bonita caligrafía. Él sonrió alegre al conseguir lo que quería, aunque aún no tenía idea del porqué.

ㅡ Jung Hoseok ㅡ me dijo él finalmente y lo repetí unas cinco veces mentalmente mientras lo escribía en la factura que le pasaría a So Min. Lo seguí repitiendo unas veces más para que no se me fuera a olvidar y me aleje de la caja para pasarle a So Min el pedido de Hoseok.

Regresando rápidamente a mi puesto para tomar la orden de los chicos que habían entrado después de él.

ㅡ Vamos a comer aquí ㅡ me dijo uno de ellos después de pedir su orden, asentí y empecé a cobrar los pedidos.

ㅡ A nombre de: El amor de tu vida ㅡ dijo, mejor dicho, grito uno de los chicos que ya se había ido a sentar a una de las mesas, haciendo reír a sus amigos y a mí. Que para qué negar, me hizo sonrojar.

So Min salió de la cocina y por la sonrisa que llevaba en el rostro me decía que había escuchado lo que el chico había gritado. Negué con la cabeza cuando ella con la mirada me incitaba a acercarme al chico.

ㅡ No gracias ㅡ le susurre en cuanto ella estuvo más cerca de mí para dejar el pedido de Hoseok en el mostrador, él agradeció con su -al parecer- indeleble sonrisa.

El chico que ahora conocía por su nombre se despidió de ambos y avanzó hasta la puerta, en donde justo antes de cruzar su celular sonó y tuvo que maniobrar para poder contestar.

ㅡ Hola hyung… Ya voy de camino y llevo algo para ti ㅡ fue lo último que escuche de él pues salió de la cafetería, me quedé observándole a través del vidrio y pude ver como Hoseok reía a carcajada suelta.

Ese chico era demasiado alegre y sólo con verlo su alegría se contagiaba.

ㅡ Ni si te ocurra empezar a verlo a él ㅡ mire a So Min con una ceja alzada y una sonrisa en el rostro.

ㅡ Es de Jimin, eso lo sé ㅡ ella soltó a reír y me paso los batidos que los chicos habían pedido. Colocándolos en una bandeja, dude por un momento en llevarlos, pero finalmente un empujón de So Min me hizo caminar hacia la mesa en la que esperaban. Al irme acercando no pude evitar volver a ver a Hoseok a través del vidrio nuevamente.

Sentí una especie de Deja Vu al observarlo más detalladamente, mi cerebro trabajo rápidamente mientras entregaba los batidos ignorando lo que aquellos chicos me estuvieran diciendo. Sabía que en alguna parte había visto aquella imagen y mientras más lo pensaba las piezas encajaban.

Haciéndome recordar…

Un momento… Él era el mismo chico que había visto junto a mi anhelado deseo aquel día.