<Te voy a extrañar>
Escuchaba su voz repetirse una y otra vez en su cabeza. La clase y el día estaban pasando por sus ojos sin siquiera darse cuenta, gracias a un tierno chico que se había quedado sentado en frente de la puerta de su casa repitiendo esas palabras, y mirándola con ojitos tristes cuando ella iba saliendo esta mañana. Y como si fuera poco para no prestar atención, desde que había abierto sus ojos, sentía esos horrendos cólicos que le avisaban la pronta llegada de aquel tormento rojo.
-He cargado con estos libros toda la tarde, ya llévalos tú- Rio Edward desde su asiento mientras sacaba 3 libros bastante grandes de su mochila.
Ya había terminado la jornada y todos estaban saliendo del salón para ir a sus casas. ____ se sentó al frente del chico de rulos tomando los libros para verlos.-Wow son...gorditos.- dijo mirándolos por todas partes haciendo que Edward riera.
-Gorditos...-rio de nuevo mientras la miraba-Bueno, ahí están. Tomate el tiempo que quieras, igual, no es que los necesite.
-Muchas gracias Ed...tendré con que entretenerme.-le sonrío mientras los guardaba en su bolso.
-Yo también puedo entretenerte, todo lo que quieras.-
-Ah?-
-Quiero decir, podemos ir a pasear, se que te gusta y casi no lo haces y emm.. ahora es tarde, pero si quieres te invito a las papitas que tanto te gustan.-le dijo algo nervioso. A lo qué ella le sonrió.
-Ay yo no quiero molestarte, pero que dulce eres, muchas gracias.-le volvió a sonreír para empezar a continuar a la salida pero él la tomó de la mano.
-De verdad, no es problema, ademas se que hoy tampoco viniste en tu Bici, déjame llevarte.
Sentía vergüenza, pero en realidad no quería irse en el bus sola y mucho menos después de lo que ocurrió.
-Gracias Ed... está bien. Vamos.
~I want to love you (P-Y-T)
Pretty young thing
You need some lovin' (T-L-C)~Cantaban entre risas en el auto mientras comían las papitas. Habían decidido no bajarse pues hacía mucho frío y aunque ella no mencionó el motivo, los cólicos continuaban y aquel frío, no ayudaba, además, era tarde.
-Es una buena época para que leas esos libros.-dijo el chico de ojos verdes, con la boca llena sin dejar de mirar al frente.
-¿Si? ¿Por que?- preguntó mientras alargaba las mangas de su suerte rosa para tapar sus manos.
-Octubre. Buen tiempo para historias de terror.-Rio mientras llevaba otra papita a su boca.
-¿De terror?..-
-Oh si. Estás criaturas... Son agresivas, peligrosas...misteriosas m. Si, así las describen esos libros.-dijo sin importancia, pero al notar el silencio de la chica volteó a verla y vio su cara de confusión y tal vez temor.-Linda, tranquila, son solo eso, historias, no es real.-llevó su mano a la pierna de ella, acariciandola para, según él, darle tranquilidad.
Ella solo rio bajando la mirada.-Si...lo se.
Fue lo ultimo que se escuchó en aquel auto hasta llegar a la entrada de su casa. Ella le agradeció por haberla traído, y también por las papitas. Lo abrazo para despedirse, y él hizo lo mismo alargando el contacto y apretándola un poco contra él. Después de un beso en la mejilla ella subió a su apartamento bastante cansada, su pie le dolía un poco y tenía mucho sueño.