U

98 12 0
                                    

"'¿𝘗𝘰𝘳 𝘲𝘶𝘦 𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘵𝘳𝘰𝘱𝘦𝘻𝘢𝘳 𝘤𝘰𝘯𝘮𝘪𝘨𝘰?', 𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘥𝘦𝘮𝘢𝘴𝘪𝘢𝘥𝘰 𝘳𝘶𝘥𝘰. 𝘊𝘩𝘪𝘤𝘰 𝘵𝘶 𝘮𝘦 𝘩𝘢𝘤𝘦𝘴 '𝘎𝘳𝘪𝘵𝘢𝘳', ¿𝘗𝘰𝘳 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘰𝘺 𝘢𝘴𝘪?"
—𝘿𝙪𝙢𝙗 𝘿𝙪𝙢𝙗

Xiaojun quedó petrificado al ver aquel rostro frente suyo. Estaba como siempre, hermoso, prefecto, único. Pero en su mirada se reflejaba algo.

¿Que era aquello?

¿Enojo?

¿Odio?

¿O simplemente fastidio?

No. Eso era miedo.

Lo que era claro era que debería revisar siempre quien tocaba a la puerta.

—¿Que haces aquí? —aquellas palabras salieron a tropezones y a presión de su boca. Como si su obligación fuera hablar primero.

—Yo igual estoy feliz de verte.

Xiaojun frunció el ceño ante aquellas palabras que Kun solía usar mucho pero que en este momento venían de Johnny.

—¿Que haces aquí? —repitió.

—Quería hablar contigo.

—¿De que? —se recargó en el marco de la puerta, dando a entender que no se movería de ahí y que no le permitiría entrar a su morada.

—Sobre lo de hace unos meses, lo de-

—Si solo vas a hablar de eso mejor no te preocupes, no necesito una explicación por ello cuando claramente estoy bien y no hay problema.

—Wow —Johnny sonrió en cuanto Xiaojun dejó de hablar, su velocidad lo confundió—. Lo entiendo, pero no quiero justificarme por ello, Jun.

La mirada del menor lo analizó por un momento. No caería ante las palabras de Johnny, porque no lo necesitaba. No necesitaba confiar en el. Porque no lo necesitaba a él. No necesitaba a nadie.

Eso pensó.

—Entiende que no necesito tus disculpas.

Y todo acabó ahí.

Sus palabras no fueron más que un lúcido recuerdo de hace unos segundos porque olvidó lo que se había planteado hasta aquel repentino y único momento.

Aquella sensación, aquel sentimiento que floreció como una mariposa saliendo de su capullo de nuevo, aquel sentimiento que había casi olvidado, pero que volvió al abrir esa puerta, pero no con la misma intensidad que en ese preciso momento. Aquel sentimiento que lo hizo sentir feliz de nuevo, que le hizo sentir un calor en su pecho de nuevo. Ese sentimiento que solo Johnny Suh provocaba en el.

Porque lo estaba besando, estaban juntando sus labios en lo que la gente llama un beso.

Y con la mano de Johnny en su cintura, pudo pensar, pudo creer de nuevo en él amor.

Aunque, seamos realistas.

El amor no existe.

¿O si?

𝐇𝐢𝐠𝐡!Where stories live. Discover now