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"𝖡𝗎𝖾𝗇𝗈, 𝖾𝗅 "𝖺𝗆𝗈𝗋 𝗇𝗎𝗇𝖼𝖺 𝗌𝖾 𝗌𝗂𝗇𝗍𝗂𝗈 𝖻𝗂𝖾𝗇". 𝖤𝗌 𝗍𝖺𝗇 𝖾𝗅𝖾𝖼𝗍𝗋𝗂𝗓𝖺𝗇𝗍𝖾 𝗊𝗎𝖾 𝖾𝗌 𝖼𝗈𝗆𝗈 𝗏𝖾𝗋 𝗎𝗇 "𝖳𝗁𝗋𝗂𝗅𝗅𝖾𝗋"
-𝗗𝘂𝗺𝗯 𝗗𝘂𝗺𝗯

Y porque a Xiaojun le gustaba mucho Red Velvet, a Xiaojun le gustaba mucho comprar sus álbumes.

A él y a Johnny.

El estaba buscando de entre las repisas de aquella tienda de discos aquel álbum nuevo de el grupo femenino. Del cual se supone que sobresalía la portada con una imagen de las 5 miembros con un vestido rojo claro y un delantal de colores dependiendo de la integrante. Todas llevaban un fleco que les cubría la frente y que en las puntas de este se destacaba un rojo cereza. En este igual se repetían solo 3 miembros, pero jamás se les veía la cara.

En este álbum venía lo que más amaba Xiaojun; la canción principal.

Dumb Dumb era una energética canción conformada por piezas únicas que solo SM lograba conseguir. También era única. Ya que el grupo que cantaba aquella melodía, es simplemente perfecto.

Y cuando lo encontró y pagó, fue directamente a su casa. Aquel día ya era más frío que nada. Todo era cómodo si estabas bajo una gruesa cobija y unos guantes de lana. Cosa que muchas personas no poseían.

—¡Xiaojun! —un chico de cabellera negra llegó corriendo hacia el.

—A. Hola.

—¿Que pasa? —miró la bolsa que tenía el mayor en su mano izquierda— ¿que es eso?

—Un disco.

—¿De quien?

—Es un regalo.

—No, idiota —Hendery bufó— me refería a qué grupo o cantante.

—Ah. Red Velvet.

—¿Es el nuevo?

—Si.

—¿Y para quien es?

—¿No te cansas de preguntar? —se detuvo en la acera, girándose a verlo con su claro ceño fruncido. Ambos se encontraban demasiado cerca viéndose de maneras indiferentes. Uno veía al otro con cansancio y el otro igual pero con un poco de gracia en su sutil mirada.

—No.

Y besó con calidez su mejilla, sacudió su mano y se despidió mientras se alejaba por aquella calle llena de casas suburbanas e ingresaba a un callejón que el sabía que era el atajo para llegar a casa de Yangyang. Y desde ahí, se perdió.

Xiaojun retomó su camino pero ahora con la cólera coloreándole Las mejillas y la vergüenza estremeciéndolo lentamente al interior de sus pantalones.

Y cuando por fin llegó a casa. Abrió la puerta principal y saludó con des cordialidad a su madre. Subió las escaleras hasta el primer piso y entró a su cuarto, cerró la puerta y dejó la bolsa con el disco en la cama.

Lo sacó con cuidado y se lo llevó a su escritorio, donde ya estaban preparados un papel verde con diseños navideños, una cinta transparente y unas tijeras. Ah, y también un exacto y sustituciones de navajas manchadas extrañamente de sangre y un poco de matices blancos y azules. Era el de su hermana.

Con suma vagancia comenzó envolver el disco. Todo bajo un silencio casi sepulcral que solo se veía interrumpido por el ruido del papel, las tijeras, la cinta y a su madre regañando a su hermana porque la prueba de drogas salió positiva mientras ella solo se quedaba callada con una mirada de desinterés frente su progenitora. Aquel silencio un tanto incómodo que obligó a Xiaojun solo dejar el disco ya envuelto en el escrito. Con una nota escrita en una perfecta caligrafía y la pluma con la que escribió la misma encima de esta.

Para ese entonces su madre ya había dejado de gritar y su hermana ya estaba en su cuarto empacando las cosas para regresar a rehabilitación a cualquier que sea el campo donde la mandaran. Él se recostó con la misma sensación de flojera de su cama y sacó su celular de su bolsillo, tratando de prenderlo y dándose cuenta que estaba muerto. Lo dejó a su lado y cerró las cortinas, dejando su cuarto con un Aura azul celeste que daba una sensación de comodidad prolija y acogedora.

Y mientras sus ojos se iban cerrando, el baile de invierno estaba acercándose.

A solo unas horas de este. Xiaojun calló dormido en su limpia y bien tendida cama.

𝐇𝐢𝐠𝐡!Where stories live. Discover now