-3-

1.3K 143 47
                                    




Todo ocurrió demasiado rápido.

Deucalión se abalanzó sobre Peter y ambos, con el coche en marcha, iniciaron una feroz pelea entre ellos.

Se rugían, se gruñían, se golpeaban...

El todo-terreno daba bandazos a un lado y otro en la calzada perdiendo el control Peter sobre él.

Los zarpazos iban y venían.

-¡¡NO VAS A TENERLO!!- rugió Deucalión.

-¿¿QUÉ TE APUESTAS A WUE SÍ VIEJO??- gritó Peter.

El todo-terreno se salió de la carretera yendo a estrellarse contra un árbol.

Los dos hombres se detuvieron en su fiera batalla y a toda prisa salieron del vehículo.

-¡¡Mi coche!!- exclamó Peter.

-Da gracias a que no nos ha pasado nada loco- espetó Deucalión mirándole de mala manera.

En esto, Peter lanzó un descomunal rugido y saltó sobre él provocando que cayera a tierra.

Ambos rodaron el uno sujeto al otro, arañandose e hiriendose pero...

Al tratarse de dos hombres-lobo, los dos se curaban sobre la marcha.

-SCOTT ES MÍO- aulló Peter.

Deucalión lo placó contra el suelo.

-¡SI TÚ ESTÁS PSICÓTICO!- insultó a voz en grito éste.

Un fuerte puñetazo logró que el Alfa cayera de espaldas al suelo por lo que Peter pudo levantarse.

-Que soy sociopata, imbécil- insultó.

-¿Imbecil? Te voy a dar yo a ti- masculló Deucalión.

Haciendo brillar sus ojos en su tono rubí se abalanzó con un atroz rugido encima de Peter.

Los ruidos como si de dos bestias embravecidas se trataran retumbaban por todo el lugar.

Los mismos animales del bosque se mantenían ocultos temiendo que aquellas dos fieras que peleaban decidieran comérselos...

Aunque más bien era a otro tipo de "presa" a la que acabarían "comiéndose".

Tras el fragor de la batalla, los dos, tambaleantes y con las ropas destrozadas, se mataban con la mirada.

-Si le pones un dedo encima a mi compañero te mataré- advirtió el Alfa.

-No le pondré un solo dedo- desdeñó Peter.

-Mejor- se jactó Deucalión.

El Hale levantó ambas manos y riendo con alevosía declaró:

-Le pondré los diez y...a poder ser en el culo-

-Te estás ganando que te raje la gargan...-

-Ssshhh, calla- dijo Peter al mismo tiempo que alzó la cabeza.

-¿Qué?- ladró Deucalión.

-¿No hueles?- espetó el castaño oscuro.

El Alfa le imitó...

Y sus ojos se abrieron de par en par.

-¡Scott!- exclamaron a dúo.

Rápidamente echaron a correr hacia la dirección de donde les venía el aroma del joven Alfa.

No debía de estar muy lejos cuando podían olerle...


El latino se removía atado con aquellas cuerdas embadurnadas en aconito.

-No pensé que serías tan fácil de atrapar-

Quien dijo aquello no era otro que Gerard.

A su lado, Tamora, se sonreía, eufórica de haber atrapado al Alfa de Beacon Hills.

-¿¿Por qué hace esto, Gerard??- inquirió Scott.

-Umm, bueno, en primer lugar porque odio a los que son como tú- respondió el viejo.

-¡Los monstruos no deben de existir!- escupió la mujer.

Scott, intentaba por todos los medios soltarse más le era imposible.

El aconito le debilitaba y empezaba a sentir mareo y cansancio.

-S... Stiles, De... Derek...e-ellos...ellos ven... vendrán a...-

Cada vez le resultaba más difícil mantener la consciencia cuando...

Unos aterradores rugidos hicieron volverse hacia la puerta de la habitación al cazador y a Monroe.

Súbitamente la puerta se abrió para dejar ver a dos hombres con rasgos de lobo.

-¡No...no puede ser!- se sorprendió Gerard.

Scott, aún con visión, se quedó boquiabierto.

Solo le dio tiempo a decir casi sin voz;

-¿De... Deucalión...Pe... Peter?-

Éstos le oyeron y vieron y olieron su estado de debilidad.

Girándose a ambos cazadores enseñaron sus colmillos, hicieron salir sus garras y emitieron un atroz rugido.

Tamora empuñó su escopeta a la vez que Gerard hizo lo mismo.

Sin dudarlo, Deucalión y Peter se lanzaron sobre los dos cazadores con la clara idea de acabar con su vida...

ENTRE DOS LOBOS Where stories live. Discover now