Uno

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Eso no podía ser cierto... ¿o si?, ¿de verdad había una pequeña posibilidad de que eso fuera real y no sólo ilusiones de su omega?

JungKook se levantó del inodoro donde parecía haber escupido hasta el último residuo de su estómago, con el nerviosismo a punto de adueñarse de él.

La charla que tuvo con YoonGi regresó a su mente, y cada vez le parecía más sensato lo que le había dicho el omega mayor con respecto a la razón de sus malestares. Y ahora su propio lobito estaba muy feliz, corriendo de un lado a otro dentro de sí moviendo la colita como si fuera un cachorro otra vez.

Extrañaba a SeokJin, y eso que apenas y en la mañana se había ido. Por temas del trabajo había viajado hacia Gangwon y regresaría en dos días. Y lo necesitaba justo ahora para tratar de calmar a sí mismo y a su omega, enterrando su fina nariz en la curva de su cuello.

Luego de cepillarse los dientes salió del sanitario con dirección a la habitación que compartía con su alfa, su amado SeokJin. Cuando llegó se hizo bolita en la cama y se preparó mentalmente para la llamada que iba a hacer.

Porque también su lado humano, influenciado por su omega, ya se había entusiasmado con la idea de estar encinta. Con un cachorrito creciendo dentro de su ser.

Pero para ser honestos, JungKook estaba emocionado y asustado a partes iguales. Tampoco quería ilusionarse para que al final solo fuera alguna infección estomacal. Y tan solo pensarlo, hizo que él y su omega se sintieran tristes al punto de hacerlo llorar.

De verdad quería un hijo. Lo ansiaba.

JungKook era alguien bastante independiente, a pesar de la brecha entre castas había terminado su licenciatura en deporte y rehabilitación física y había conseguido trabajo sin demasiados problemas. Tal vez fue debido a su apariencia, todo músculos fuertes, firmes y lleno de tatuajes que le hacía ver como un alfa.

Pero no lo era.

Lo delataba su dulce olor a manzanilla y roble, pero debías estar lo suficientemente cerca para percibirlo. A pesar de todo, se sentía orgulloso al ser un omega.

Dejando sus pensamientos de lado e ignorando que la habitación se llenó de su esencia, en un acto de valentía tomó su teléfono y llamó a su hyung.

ㅡYoonie hyung ㅡfue lo que dijo el menor con voz temblorosa, claramente tratando de no derramar lágrimas. Estaba nervioso. 

ㅡ¿Kook?, ¿estás bien bebé? ㅡpreguntó YoonGi, preocupado por su pequeño amigo. Temía que algo malo hubiera sucedido.

ㅡNo lo sé ㅡadmitió, soltando el primer sollozoㅡ ¿podrías venir? No quiero estar solo.

ㅡPor su puesto que iré, no necesitas decirlo dos veces ㅡrespondió Min mientras recogía sus cosas. A la mierda el trabajoㅡ Dame media hora y estaré allí, ¿necesitas algo?

ㅡSi hyung ㅡJungKook se sonrojó antes de decirloㅡ. Lo que sea que necesites para preparar tu fabuloso té y... y una prueba de embarazo, por favor.

De repente el silencio llenó el otro lado de la línea, y Jeon se puso aún más nervioso.

ㅡYo... claro, voy con ello en camino. ¿Pero estás seguro? ㅡpreguntó YoonGi asombrado, pues según él Kook aún era joven para preocuparse por la paternidad.

De hecho, YoonGi creía que él quedaría embarazado primero, pero era un tema que aún no había hablado con NamJoon, su alfa.

ㅡSí hyung... aquí te espero.

Tras una corta despedida la llamada terminó y JungKook, al estar rodeado del olor de SeokJin se relajó paulatinamente.

YoonGi, por su parte, había salido de la oficina sin avisar y corrió como alma que lleva el diablo. Su JungKookie lo necesitaba más que nunca y no tenía tiempo que perder. Y si su jefe lo regañaba no le importaba en lo más mínimo. Nada que unas felaciones y otros toqueteos no arreglaran, él sabía como calmar a NamJoon de todos modos.

Y mientras, a unas pocas horas de distancia, SeokJin estaba muy tenso y preocupado por su precioso omega. Sentía el lazo que los unía muy tenso, pero la junta con los potenciales inversionistas aún no terminaba y por esa razón aún no había llamado a su bebé para cerciorarse de que estuviera bien.

Justo cuando JungKook estaba a nada de quedarse dormido, escuchó como ingresaban la contraseña de su departamento y la puerta era abierta. Así que se sentó en la cama aún envuelto por el edredón.

YoonGi dejó la bolsa con tenía sus recientes compras en una pequeña encimera antes de aventar todas sus pertenencias al piso sin importarle nada además de quitarse sus zapatos con brusquedad. Así, descalzo, tomo de nuevo la bolsa y salió corriendo hacia la habitación principal donde sabía que estaba el menor.

Y si no era así, bueno, pues entraría en pánico.

La puerta del cuarto estaba abierta, entró rápidamente y de pronto, su corazón se derritió ante la adorable vista que tenía enfrente.

Y es que JungKook tenía un puchero en sus labios con su cabello despeinado y estaba hecho bolita con un edredón encima. Era tan tierno que YoonGi no pudo evitar sonreír.

ㅡHola hyung ㅡdijo el menor, aún con el puchero en sus labios y los ojos enrojecidos.

ㅡHola pequeño, ¿cómo te sientes? ㅡel omega mayor se acercó a su amigo para darle unos cuantos mimos antes de irse a la cocina.

ㅡUn poco mejor, pero aún me duele el estómago. Necesito de tu té ㅡrespondió con un suspiro porque las manos de su hyung sobre su cabello dando caricias tan suavecitas le habían relajado muchísimo.

ㅡBueno, tus deseos son órdenes Kook. Ve a realizarte la prueba en lo que yo preparo el té ¿sí? Aquí está ㅡle entregó la caja y le dió un beso en la frente para luego ponerse de pie otra vez.

ㅡGracias hyung, por todo ㅡdijo Jeon, y es que sentía mucha gratitud por el hombre pálido, desde que lo conoció hace mucho tiempo atrás, nunca más había vuelto a estar solo en ninguna situación.

ㅡNo agradezcas pequeño ㅡYoonGi le brindó su tan preciada gummy smileㅡ y no vayas a tardar demasiado, te esperaré afuera.

Con eso último salió de la habitación y JungKook se quedó solo otra vez. Dejó de darle más vueltas al asunto y se fue al baño.

Realizó el procedimiento que venía en las instrucciones y después de secarla con un pedazo de papel la guardó en la bolsa de Ziploc que venía incluida.

Minutos más tarde estaba en el sofá de la sala con la cabeza recargada sobre el hombro de YoonGi bebiendo su taza de té.

ㅡ¿Cuánto más va a tardar, hyung? ㅡla voz de JungKook demostraba cuán nervioso estaba.

ㅡTardará lo que tenga que tardar ㅡ bromeó el mayorㅡ En realidad... ya están los resultados.

ㅡ¿Qué?

ㅡSi no estuvieras tan nervioso y distraído, te habrías dado cuenta de que la alarma sonó hace casi cinco minutosㅡ dijo YoonGi con un poquito de sarcasmo.

JungKook salió de su estupor y, con manos temblorosas, tomo la prueba de la mesa ratona.

Cuando vio el resultado, jadeó y abrió los ojos, no podía creer lo que tenía enfrente.

ㅡH-hyung...ㅡ le entregó la prueba al mayor y éste tuvo la misma reacción.

ㅡEsto es...ㅡ YoonGi realmente se había quedado mudo ante lo que vió.

Dos rayitas.

Y eso solo significaba una cosa.

Positivo.












buenos díaaaas alegríaaaa
oigan, tengo ganas de unos taquitos de barbacoa, llevenme a desayunar

besitos donde quieran. xoxo

Dos rayitas; jinkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora